Merece la pena detenerse en algunos datos concretos:
Alcanzamos ya el 53,3% de paro juvenil y no parece representar una emergencia nacional como lo es el rescate de Bankia en donde todos dicen que lo hicieron tan bien. Ni la modificación de la ley aborto que se propone perpetrar Gallardón antes de octubre. La solución que les aportan es que se vayan de España… dejando un país de viejos.
Ya hay 1.737.600 hogares con todos sus miembros sin trabajo. Parte se habrán “acogido” a la economía sumergida que es el pan para hoy y el hambre para mañana porque detrae en su conjunto el 23,3% del PIB de todos los españoles. Pero fundamentalmente se sostienen por el llamado “colchón familiar”… tercermundista. De colectividades en desarrollo sin estructuras de Estado social.
Mucha gente está viviendo de las pensiones de los abuelos. En múltiples casos los han sacado de residencias. Por ley de vida morirán antes que el resto de la familia ¿de qué vivirán entonces? Difícilmente cumplirán los años cotizados para cobrar su propio subsidio que, además, “Bruselas” y el PP quieren alejar en el horizonte (solo para cobrar menos) y rebajar, además, su cuantía. El “colchón familiar” puede pinchar.
Pero quiero centrarme en otro punto. Estos abuelos colaboran además en tareas del hogar. En mi reciente viaje a la UIMP de Santander, encontré en el ascensor al salir del hotel a un matrimonio muy mayor que se apenaba de terminar las vacaciones y dejar una temperatura ideal para recalar en el horno contaminado de Madrid, pero “los hijos nos necesitan” dijeron, responsables y hasta contentos. Al llegar a la estación de tren de Madrid, concretamente al aparcamiento, volví a encontrar a la pareja. El hijo apremiaba al padre a buscar el coche de muy malos modos, evidenciando la presunta torpeza de su progenitor. Yo estaba agotada tras 4 horas y media en el vagón, imagino que los ancianos mucho más.
Ese hombre elegante, con el brillo de inteligencia en la mirada, recientemente cesado con Rodrigo Rato como consejero de Bankia, que se llevó la contrata del catering de la JMJ y ostenta desde hace años las del Congreso, el Senado y RTVE y que, como en su día su cuñado el implicado en distintos pufos Gerardo Díaz Ferrán, representa al empresariado español, pide más y más duros recortes. Y sus deseos son órdenes para el PP. Pero, así, ni en 2043. Tras analizar la situación española en su conjunto, y a raíz del dato del paro, un experto dice a la BBC: “Las cosas solo pueden ir a peor“. Coincido, salvo que la política seguida cambie de manera radical.
No sé, vosotros veréis.
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Fuente: El Periscopio