Mario Sánchez Herrero: DeSolbediencia al sector eléctrico y al Gobierno PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Entrevistas
Escrito por Ramón Pedregal Casanova / UCR   
Miércoles, 08 de Enero de 2014 00:00

Mario Sánchez-Herrero. Profesor de Economía Aplicada, Universidad Complutense de Madrid. Socio Director de ecooo“Los consumidores acabaremos pagando lo que las empresas querían. Eso sí, en cómodos plazos, para que se note menos. Las grandes eléctricas y las multinacionales del dinero saldrán indemnes.”. Mario Sánchez-Herrero, profesor de la Universidad Complutense, militante social e impulsor de ECOOO y de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, un gran especialista en estos temas, habla de nuevo para Crónica Popular sobre la actualidad del revuelto mercado eléctrico y nos presenta la campaña de #DeSOLbediencia.

 

En las últimas semanas hemos vivido un auténtico “culebrón” en el mercado eléctrico. Primero nos amenazaron con una subida del recibo en enero del 11%, para, tras la intervención “manu militari” del Gobierno, quedarse en el 2,3% de aumento. ¿Podrías contarnos de forma sencilla qué ha sucedido?

La verdad es que la historia es un poco larga y complicada. Todo empezó cuando el día 29 de noviembre el Gobierno anunció que no iba a cumplir su compromiso de aportar 3.600 M€ al sistema eléctrico que iban a servir para acabar este año con el déficit de tarifa. Fue cuando el Ministro de Industria, Soria, dijo aquello de que el déficit público es más importante que el déficit del sistema eléctrico. La reacción de las eléctricas no se hizo esperar: como controlan absolutamente el mercado de la electricidad decidieron cobrarse por otro lado lo que el Gobierno les negaba. Resultado: el precio mayorista de la electricidad pasó de 50 € por MWh el día 1 de diciembre a 70 € dos días después y a más de 90 el día 8 de diciembre. Eso afectó al precio que marcó la subasta CESUR del día 19 de diciembre, lo que, de acuerdo con la legislación vigente, traía como consecuencia un aumento en la tarifa doméstica de ese 11%.

Efectivamente, resulta todo algo complicado. Nos vendría bien que nos explicaras un poco en qué consiste la subasta CESUR y cómo se relaciona con el precio que los ciudadanos pagamos de electricidad.

“Los que perdemos somos los consumidores pues nuestro precio lo determina la CESUR, que es, de media, un 11% superior al que va marcando el mercado diario a lo largo del trimestre”

Las subastas CESUR están relacionadas con la llamada Tarifa de Último Recurso o TUR. De hecho, CESUR es un acrónimo de Contratos de Energía para el Suministro de Último Recurso. La TUR es la tarifa que pagamos prácticamente todos los consumidores domésticos y las pequeñas empresas y se aprobó en su momento para evitar que el precio de la electricidad estuviera bajando y subiendo cada día como sucede, por ejemplo, con la gasolina. Las personas que estamos en esta tarifa sabemos que, durante un trimestre al menos, no va a variar el precio que pagamos por kWh. Pues bien, para que las grandes eléctricas puedan cubrirse del riesgo de que los precios suban a lo largo de cada trimestre, se crea un mecanismo, la subasta CESUR, en el que participan intermediarios financieros (con nombres tan conocidos como Morgan Stanley o Goldman Sachs a la cabeza) que asumen el riesgo a futuro de esa subida de precio. Si el precio diario sube por encima del que marca la subasta, estos intermediarios pierden y si es menor ganan.

Y, por curiosidad ¿qué es lo que suele pasar: los intermediarios ganan o pierden dinero?

¡Menuda pregunta! Ganan prácticamente siempre. Los que perdemos somos los consumidores pues nuestro precio lo determina la CESUR, que es, de media, un 11% superior al que va marcando el mercado diario a lo largo del trimestre. Ese 11% es lo que se llevan de beneficio estos intermediarios en tres meses.

Bien, nos falta el resto de la historia. El precio de la subasta salió muy caro porque las eléctricas decidieron subir el precio de la luz, en respuesta al Gobierno, unos pocos días antes de la fecha de la subasta. Pero, ¿qué pasó después?

Cuanta más energía renovable entra en el mix eléctrico, más baja su precio. Y ello por una sencilla razón. La eólica o la fotovoltaica no tienen costes variables, no tienen que pagar nada por combustible y el coste de mantenimiento es muy bajo

El Gobierno no podía permitir un aumento tan grande en un precio tan sensible como el de la electricidad, así que empezó a hablar de que la subasta estaba amañada y decidió suspender su resultado. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que se supone que es un organismo independiente, ha ido haciendo lo que el Ministerio de Industria le ha ido pidiendo, pero hasta un punto. Parece que la investigación que puso en marcha con motivo de las sospechas de manipulación va a concluir con que de manipulación nada. Eso significa, aparte del desprestigio de la recién nacida y cuestionada CNMC, que al final los tribunales acabarán dando la razón a los intervinientes en la subasta CESUR y, como ya ha sucedido en otras ocasiones, acabaremos pagando ese 11% dentro de unos meses, cuando ya han salido de la sala la luz y los taquígrafos.

¿Eso significa que podemos prever nuevas subidas en el futuro?

Es lo más probable. Aunque quizá tengamos suerte y la futura indemnización a Morgan Stanley y compañía se compense, al menos en parte, con una bajada en el precio mayorista de la electricidad en los próximos trimestres. Eso pasará si aumenta la producción de energía renovable, la única que hace bajar ese precio mayorista de la electricidad.

Pero, no lo entiendo. Llevamos años oyendo decir que las renovables son las culpables de que la electricidad sea tan cara e incluso del déficit de tarifa, esa deuda de casi 30.000 M€ que los consumidores mantenemos con las eléctricas por no pagar todo lo que supuestamente cuesta la luz. ¿Cómo puedes decir que las renovables bajan el precio?

06_02El oligopolio eléctrico es muy poderoso. Gana mucho dinero y utiliza un buena parte de él en pagar publicidad a toda página en todos los medios de comunicación. Así es como ha conseguido convencernos de que no tiene ninguna responsabilidad en los problemas de nuestro sistema eléctrico, que las culpables son otras, las renovables, que son muy caras. Un lujo que no nos podemos permitir.

Pero la realidad es que cuanta más energía renovable entra en el mix eléctrico, más baja su precio. Y ello por una sencilla razón. La eólica o la fotovoltaica no tienen costes variables, no tienen que pagar nada por combustible y el coste de mantenimiento es muy bajo. Eso significa que, una vez colocado el aerogenerador o el panel, no se incurre en costes adicionales para producir un kWh más. Por eso, estas tecnologías ofertan en el mercado a precio cero, es decir, que están dispuestas a regalar la electricidad porque una vez colocado el panel o el molino ya da igual producir que no producir. Pues bien, cuanta más demanda eléctrica se oferte a precio cero, menor será el precio que determine el mercado mayorista. Eso fue lo que sucedió, por ejemplo en abril de este año. Gracias a la eólica y a la hidráulica el precio pasó a estar por debajo de los 20 € el MWh.

Por supuesto que las tecnologías renovables no regalan su electricidad. Tienen que recuperar la inversión inicial que realizaron. Por ello complementan sus ingresos con un complemento a su inversión. Pero con su efecto en el mercado mayorista compensan con creces lo que cobran. Eso, lógicamente, no lo cuentan en su publicidad Iberdrola o Endesa.

La conclusión a la que llega uno al escucharte es que estamos en manos de grandes empresas, no sólo energéticas, sino también financieras, y, entre tanto, cuatro millones de familias se encuentran en situación de pobreza energética y no se pueden permitir el lujo de encender la calefacción. No puede uno evitar pensar que ambos fenómenos están conectados.

Evidentemente. Con la energía sucede como con el resto de sectores de la economía. En medio de la crisis brutal que estamos padeciendo en la que se ha acabado gritando aquello de “sálvese quien pueda”, resulta que se está salvando quien realmente puede, es decir, los poderosos. La forma en que se determina el precio de la electricidad, y el modo en que se reparte el dinero que nos cobran por ella, se establecen en función de los beneficios que las grandes eléctricas y, ahora también, las multinacionales financieras deciden que quieren tener. Lo demás va luego. Si, por poner un ejemplo, las cinco grandes eléctricas de nuestro país quieren ganar siete y ocho mil millones de euros al año, los van a ganar, sin que les afecte el hecho de que la demanda haya caído, o que cada vez sea mayor la penetración de renovables en el sistema, con el impacto que tiene eso en el precio de mercado.

¿Y el Gobierno que hace, aparte de improvisar como ha hecho ante la subida de la tarifa en enero?

Bueno, improvisación….o no. Lo más probable es que sea todo puro teatro. Los lobbies empresariales deben de saber ya que se les va a compensar. Habrá una sentencia del Tribunal Supremo, por aquello de guardar las formas, pero, como ya ha sucedido en el pasado, los consumidores acabaremos pagando lo que las empresas querían. Eso sí, en cómodos plazos, para que se note menos. Las grandes eléctricas y las multinacionales del dinero saldrán indemnes. No hace falta recordar para quién trabajan ahora José María Aznar, Felipe González o Pedro Solbes, o de donde viene Luis de Guindos. Así que las grandes corporaciones no tienen que temer por sus intereses.

“Toca deSOLbedecer. Unirte a una nueva marea, la que ataca al sistema plutocrático en su punto más débil: el energético”

A los ciudadanos nos toca la otra cara de la moneda. Nosotros no podemos esperar ninguna compensación, como se demostró hace unas semanas en el Parlamento cuando Laia Ortiz de Izquierda Plural presentó una proposición no de ley para evitar que se pudiera cortar la luz a las familias en los meses más crudos del invierno. El PP por supuesto la rechazó. O como se ha demostrado con la ley del sector eléctrico que acaba de aprobar el Gobierno, con la que la que se cierra la puerta a la competencia que pequeñas instalaciones de autoconsumo podrían plantear a las grandes eléctricas. El Gobierno está para lo que está. Y desde luego no está para defender el interés general.

Y en esas circunstancias, ¿qué podemos hacer los ciudadanos? ¿Qué se nos propone desde ECOOO y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético?

Lo que proponemos es la DeSOLbediencia, desobedecer a las grandes corporaciones y a los gobiernos que trabajan para ellas, exigiendo un modelo energético limpio, sostenible y, sobre todo, ciudadano. Al poder político-económico no le interesan las medidas de ahorro y eficiencia porque lo que quieren es que les compremos cuanta más electricidad mejor. No les interesan las renovables, sobre todo aquellas que puedan ser propiedad de las personas y las pequeñas comunidades, y por eso no nos dejan autoconsumir electricidad ahora que es más barata. Y no nos dejan desarrollar un sistema energético distribuido y comunitario porque eso supondría perder su posición indiscutida de poder. Saben que si se abre la puerta al autoconsumo acabarán teniendo que vender a precio de saldo sus redes eléctricas y sus plantas de generación.

Por eso, toca deSOLbedecer. Unirte a una nueva marea, la que ataca al sistema plutocrático en su punto más débil: el energético. Porque ya es más barato un modelo limpio, distribuido y ciudadano que el modelo sucio, peligroso, centralizado e injusto que lleva manejando el mundo desde hace décadas. Por eso es importante que seamos mucho y que seamos muchos rápidamente los que digamos con nuestros actos NO al sistema que nos esclaviza.

¿En qué consiste más concretamente y quién está detrás de la campaña de DeSOLbediencia?

La campaña de DeSOLbediencia está promovida por la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético y un conjunto de organizaciones de la economía social, entre las que se encuentra ECOOO y las cooperativas de comercialización de electricidad verde SOM ENERGIA, GOIENER, ZENCER y ENERPLUS. Consiste básicamente en una imagen gráfica que representa a un sol tras los barrotes de una cárcel (la almohadilla que utilizamos en twitter). Aspiramos a que desde todas las ventanas y balcones de nuestro país nos salude esta imagen que simboliza el deseo de independencia de los oligopolios, el deseo de recuperar el control sobre un recurso que es de todos y que el Gobierno del PP ha decidido privatizar en beneficio de las poderosas empresas eléctricas. Tenemos una página web desolbediencia.org y en ella queremos recoger el testimonio y las imágenes de todos los desolbedientes. Y también incluimos en ella el listado de acciones que implican colocarse a este lado de la lucha: hacer una auditoria de nuestro consumo eléctrico, cambiar de comercializadora para dejar de recibir facturas desde el lado oscuro y participar en proyectos comunitarios de producción limpia de energía. Todo ello es la DeSOLbediencia. Dejar de ser convidados de piedra al banquete de los muy ricos y muy poderosos. Conquistar un pedazo de libertad.

Muchas gracias por tus palabras, Mario.

Marcha por la Dignidad a Madrid, 22 de Marzo, contra el paro, contra la precariedad, por la Renta Básica.

 

 

En la foto superior, Mario Sánchez-Herrero. Profesor de Economía Aplicada, Universidad Complutense de Madrid. Socio Director de ECOOO

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