Crisis y decrecimiento: de la teoría a la práctica PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Economía
Escrito por Iñaki Valentín / UCR   
Sábado, 11 de Febrero de 2012 00:00

DecrecimientoEl decrecimiento reacciona frente al crecimiento exponencial que subyace en el corazón del sistema capitalista. El actual consenso político y económico determina que el crecimiento, y el desarrollo basado en él, son la medida del progreso humano (a través del PIB y otros indicadores cuantitativos), el motor de la creación de puestos de trabajo e incluso el garante de órdenes justos de gobernanza y estabilidad.

 

Cuando el propio sistema, basándose en el dogma del crecimiento, desencadena una crisis espectacular, el único mensaje de nuestros gobernantes y medios de comunicación es que hay que recuperar la senda del crecimiento descartando la capacidad del ser humano para crear alternativas.

Desde Desazkundea[1] y otros grupos por el decrecimiento (conviene recordar que surgidos antes de que empezara la famosa crisis), se entiende que no es posible el crecimiento infinito en un planeta finito y que puede existir progreso sin crecimiento dando una respuesta global desde lo local e individual, pero también desde lo colectivo. Una relocalización de nuestras formas de producir, consumir, viajar, trabajar, etc. es esencial, enmarcada en procesos de reducción, transición, lucha y transformación política y social[2]. 

Crisis

Nos encontramos ahora mismo ante la "crisis perfecta"; una crisis sistémica en un doble sentido: por una parte, afecta a todos los aspectos de la sociedad, la economía y la política y, por otra parte, posee unas características especiales que la entroncan con aquellos momentos cruciales de la historia en los que se avecina un cambio evidente pero incierto en sus consecuencias.

La crisis económica deriva cada vez más de una economía financiera basada en los futuros, en las expectativas y en la especulación debido a que el crecimiento necesita crear deuda y no tiene suficiente con el mundo físico y real. Además, las energías fósiles, especialmente el petróleo, motor del sistema, dan síntomas de estar llegando a su pico de rendimiento e influyen directamente en la economía[3].

La crisis social y política galopa como un burro con orejeras que no quiere darse cuenta de lo que le rodea, por miedo en algunos casos (mal que afecta también a muchos movimientos sociales y al espectro político de la izquierda), o vive muy cómodamente en esta situación de injusticia, baja calidad democrática y explotación, en otros casos. Mientras, los cuidados siguen desvirtuados e infravalorados, con las mujeres sufriendo un sistema patriarcal indignante.

Para rematar la jugada, se ha conseguido azuzar una gran crisis ecológica, con el cambio climático y la sobreexplotación de los recursos no renovables como máximos exponentes, por no tener en cuenta los límites que el propio planeta nos impone en esta carrera loca de extracción, vertidos, residuos y emisiones que sacrifica personas, salud, felicidad y el futuro de las generaciones venideras.

 

Recesión o decrecimiento

Conviene aclarar que decrecimiento y recesión no son términos sinónimos. La recesión es la consecuencia de este camino desaforado que hemos emprendido basándonos en el crecimiento y su triada de producción-consumo-trabajo y tiene como resultado más desempleo y más desigualdades. Se nos promete un futuro tecnológico y ecológico, el llamado capitalismo verde, que acabará con esta situación y acercará los verdes prados del crecimiento sin daño medioambiental ni social (aunque nada se nos dice sobre si también supone dejar de explotar a las poblaciones del sur). El decrecimiento, por el contrario, exige la salida del imaginario productivista y desarrollista para centrarse en parámetros de sostenibilidad y "buen vivir" (término hermano del decrecimiento en los países del Sur): frenar la producción y el consumo, redistribuir el trabajo y las riquezas (materiales y relacionales), migrar todo lo posible hacia las energías renovables[4], promocionar la agricultura ecológica y retomar la idea de la democracia directa y con decisiones tomadas de forma cercana a las personas[5].

 

Respuestas individuales y respuestas colectivas

Es pertinente una primera aclaración en el sentido de que el decrecimiento no pretende actuar a modo de vanguardia, ni quiere ofrecer un catálogo cerrado de recetas que conduzcan a una hipotética arcadia feliz en forma de sociedad decrecentista. Se trata, por el contrario, de una herramienta de transformación individual, colectiva y política asentada en procesos analíticos y prácticos. En los últimos años, diversas personas y colectivos han emprendido caminos para trasladar estas ideas a la vida cotidiana y a los programas de acción en diversas áreas.

Desde la perspectiva individual se ha trabajado sobre todo el aspecto de la sencillez voluntaria[6], basada en la contención del consumo y una forma de vida más frugal. Así, muchas personas han desarrollado otras formas de vivir y relacionarse a través de la idea del "menos es más" con planes de descenso energético familiar o personal, consumo de producto local, transporte sostenible, etc.

Pero lejos de caer en el individualismo, que sin duda acabaría con la idea misma que trata de exponer el decrecimiento, diversas gentes se han ido uniendo para fomentar experiencias sociales colectivas, algunas novedosas y otras olvidadas, sembrando la sociedad de alternativas transformadoras. Podemos citar aquí cuestiones como las tiendas gratis[7], los colectivos de huertos urbanos, las cooperativas a escala humana de vivienda[8] o de consumo ecológico, las cooperativas integrales[9], las monedas sociales y bancos de tiempo, las ecoaldeas o las entidades en transición. Estas últimas, las entidades en transición, merecen una mención adicional; se trata de un movimiento internacional con origen en el Reino Unido por el cual comunidades enteras de personas (pueblos, asociaciones, colegios...) deciden desarrollar programas de participación ciudadana y descenso energético a varios años partiendo del análisis de la realidad energética (pico del petróleo) y el cambio climático. Visualizan y desarrollan programas de autogestión energética, relocalización del consumo, agricultura ecológica de proximidad y monedas locales, entre otros[10].

Por último, en el plano político, más allá de las escasamente exitosas experiencias francesas en forma de partido político por el decrecimiento, la labor se centra en trasladar la idea de cambio de paradigma a los sindicatos y partidos políticos; si bien es una labor difícil, se empieza a vislumbrar interés en ámbitos del anticapitalismo y la ecología política. Paralelamente, un corpus teórico de enjundia está empezando a formarse en los ámbitos del trabajo o la economía con documentos e informes tales como "21 horas"[11] y "Enough is Enough"[12].

En definitiva, poco a poco se están empezando a llevar a la práctica las ideas que el decrecimiento plantea para superar los retos y desafíos de nuestras sociedades y modelos de desarrollo.

 

Iñaki Valentín

 

 

Notas:

[1] http://www.desazkundea.org/

[2] Ver "Decrecimiento económico. La persona antes que el mercado"; Bake Hitzak nº 67 (2007)

Entrevista con Pedro Prieto, vicepresidente de AEREN (Asociación para el Estudio de los Recursos Energéticos) http://www.futuros21.info/detalle_entrevista.asp?id_entrevista=5

[4] Hay que decir, siguiendo a Jorge Riechmann y otros autores y científicos que la sustitución completa de las energías fósiles por las renovables con los actuales niveles de consumo y formas de vida así como con la tecnología que poseemos no es algo previsible en un panorama de, al menos, 30 ó 40 años; tiempo del que carecemos.

: http://democraciainclusiva.org/eindex.htm

También llamada simplicidad voluntaria http://es.wikipedia.org/wiki/Vida_sencilla

[7] En Bilbao podemos encontrar la tienda Debalde, dependiente de Desazkundea (calle Pelota; página web en construcción, se puede obtener información a través de Desazkundea)

[8] Como el caso de Etxekoop en colaboración con sostrecivic (www.sostrecivic.org)

Interesante experiencia de la cooperativa integral catalana: https://cooperativa.ecoxarxes.cat/

Amplia información sobre este movimiento en: http://movimientotransicion.pbworks.com

(New Economic Foundation) traducción al castellano por ecopolítica: http://www.ecopolitica.org/downloads/21Horas/21horas_web.pdf

Informe del CASSE y de Justice For All (en proceso de traducción por parte de Desazkundea) http://steadystate.org/enough-is-enough/