Resulta asombroso que se diga, de Rajoy y su Gobierno, que no tienen ideología. Esta generosa reflexión no se hace desde la derecha, que está cristianamente ideologizada y exultante por la imposición de la doctrina cristiana en la vida y en la enseñanza, sino desde medios que se han presentado como liberales de izquierda e incluso progresistas. Radios, prensa y televisión. Sembrando, desde esas aparentes posiciones, confusión. E irritación en todos los movimientos sociales, feministas, abortistas, lesbianas, homosexuales, librepensadores, jóvenes, republicanos, ateos, profesores, hedonistas, progresistas…que están padeciendo en sus propias carnes esta contrarrevolución moral que, desde una ideología nacionalcatólica, nos está arrastrando hacia el pasado franquista-clerical del nacionalcatolicismo.

“Nada repugnaba más a Pedro Monatti que una conducta inspirada en el cálculo, en los impulsos del amor al “yo”, en los sentimientos que sólo se deben al egoísmo. Despreciaba instintivamente todas las mezquindades y admiraba todas las actitudes generosas; pero sobre todo sentía odio por esas formas típicas del culto a sí mismo que son la ambición, el interés y el ansia de dominio.”    “Las ambiciones defraudadas”. Alberto Moravia.

Si la OIT (Organización Internacional del Trabajo) órgano de la ONU, hace 4 o 5 meses, con toda su moderación, dijo que se oponía a la intención de la CEOE, la organización en la que se encuadran los patronos españoles, de deshacer los contratos fijos de la multitud trabajadora y los convirtiese en contratos basura, fue porque entre otras cosas, su acuerdo 175 dice que no puede saltárselo, los patronos no puede suprimir un contrato e imponer otro sin que el trabajador lo acepte.