Los ministros juran, los vasallos nos conjuramos PDF Imprimir E-mail
Laicismo - Estado Laico
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Viernes, 23 de Diciembre de 2011 04:59

 

Rajoy Jurando  El nuevo jefe del Gobierno y su equipo ministerial han jurado, en presencia de sus majestades los reyes católicos nuestros señores, que Dios guarde, ante un crucifijo con peana y un ejemplar de la Biblia, cumplir fielmente las obligaciones de su cargo, con lealtad al rey, guardar y hacer guardar la Constitución y mantener en secreto las deliberaciones del Consejo de Ministros, para que los vasallos no nos enteremos de ellas, pese a que el artículo 1:2 de la vigente Constitución asegura que "La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado".

 

   Eso es tan falso como la declaración del artículo 16:3: "Ninguna confesión tendrá carácter estatal." Si eso fuera cierto, el jefe del Gobierno y sus ministros no tendrían que jurar sus cargos ante un crucifijo con peana y una Biblia. Los reyes españoles gozan del apelativo de católicos por concesión del inmundo papa Alejandro VI a Isabel y Fernando y sus sucesores, pero los vasallos no tenemos por qué seguir su religión, como si fuéramos siervos de la gleba.

   Si los ministros juran los vasallos debemos conjurarnos para que se cumpla lo que dice la Constitución que sancionó el rey con su firma. En consecuencia:

- Deben suprimirse todos los símbolos religiosos en los actos estatales.

- Deben denunciarse los cuatro acuerdos firmados el 3 de enero de 1979 por el cardenal Villot y el ministro Marcelino Oreja, que otorgan privilegios a la Iglesia romana sobre asuntos jurídicos, enseñanza y asuntos culturales, asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas, y asuntos económicos.     

- Debe suprimirse el Arzobispado general castrense, con sus 105 capellanes castrenses, más los sacerdotes colaboradores..

- Deben suprimirse los capellanes de prisiones, hospitales y cualquier otro centro.

- Deben eliminarse los funerales romanistas por los militares muertos al servicio del imperialismo gringo en misiones extranjeras.

- Deben nacionalizarse los templos y conventos de cualquier clase, puesto que han sido levantados con dineros arrebatados al pueblo mediante engaños.

- Deben destruirse los templos carentes de un valor histórico o artístico, y levantar en sus solares viviendas sociales.

- Debe prohibirse la enseñanza religiosa en los centros educativos.

- Debe impedirse cualquier manifestación externa de culto religioso.

- Debe impedirse el proselitismo religioso mediante cualquier medio.

- Deben desaparecer todas las fiestas religiosas del calendario oficial.

- Deben eliminarse los registros parroquiales desde la implantación del Registro Civil, nacionalizándose los anteriores como documentos históricos.

- Debe impedirse a los clérigos de cualquier condición inmiscuirse en asuntos estatales, deteniéndose a quienes lo hagan.

- Deben  romperse las relaciones diplomáticas con el hipotético Estado Vaticano.

  Así el Estado español se liberará de la tutela secular de la Iglesia catolicorromana.