1. Un currículum inquisitorio

En 1981, Juan Pablo II, la denominación papable de Karol Wojtila, elige a Joseph Ratzinger prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el organismo que vigila y persigue toda sombra de heterodoxia en la Iglesia Católica. Es una de las nueve Congregaciones más antiguas y su nombre anterior muestra de la mejor forma el objetivo con el que la creó Pablo III en 1542: Sagrada Congregación de la Romana y Universal Inquisición.

La Iglesia Católica española, ante fenómenos tan graves como la corrupción, el abuso de poder y el inmenso sufrimiento del pueblo, diezmado por el desempleo, la pobreza y la desconfianza en sus líderes, guarda un cobarde y sepulcral silencio que nadie entiende. La Iglesia, si estuviera realmente comprometida con la fe y el mensaje de Cristo, tendría que estar lanzando mensajes y realizando gestos elocuentes y valientes que acompañaran al pueblo en su soledad, que la situara claramente al lado de los débiles que están siendo aplastados y enfrente de los corruptos que roban y los malos gobernantes que están arruinando y destruyendo España.