Un elefante se balanceaba... PDF Imprimir E-mail
III República - III República
Escrito por Enric Cardona / UCR   
Miércoles, 18 de Abril de 2012 00:00

Un elefante se balanceaba ... sobre la tela de una araña.   

En pocas semanas la casa real ha logrado un "hat-trick" de escándalos públicos propio de una película de los hermanos Marx. Primero, los últimos detalles del caso Urdangarín, que no parece retirarse de la escena pública, y es increíble que todavía no halla logrado aburrir a la audiencia de los informativos del mediodía.

 

 Después, cuando presenciamos que el pequeño Froilán y la prima de riesgo de España se disparaban casi simultáneamente (creo que más de un empresario debe de estar frotándose las manos con la idea de comercializar un frigo-pie agujereado este verano). Y ahora, un tercer disparo que acabó con la vida de un gran mamífero de Botswana (no sin antes llevarse por delante a su asesino, que ha necesitado una delicada operación quirúrgica) ha hecho que este fin de semana del 14 de abril halla sido el más concurrido que soy capaz de recordar. Creo que, en caso de que tengamos una tercera república, ya no podremos decir que ésta ha llegado sin realizarse ni un solo disparo... 

Los republicanos, que hasta hace poco éramos "una colección de iluminados que no tenían los pies verdaderamente en el suelo" para la opinión pública, de repente resulta que somos miles. No sé si han sido los hechos que he descrito antes, si simplemente que el 14 de abril cayera en sábado (y que la lluvia nos respetara casi toda la tarde), que la crisis y los recortes del gobierno hallan agotado la paciencia del pueblo, o todo ello combinado. Pero el caso es que en los informativos del domingo por la noche hemos podido ver por primera vez a un alto cargo del PSOE (concretamente Gómez, su candidato por Madrid) diciendo en público que el señor don Juan Carlos quizá debería empezar a plantearse la abdicación. Eso sí, con la boca pequeña, no vayamos a pensar que de repente el PSOE se ha acordado de sus raíces republicanas... 

Y lo cierto es que, los que llevamos ya años militando como republicanos, no logramos quitarnos una sensación de la cabeza: demasiado fácil... La monarquía española no ha cambiado. Es la misma ahora que hace 20 años, y las cosas por las que ahora se la censura también las hacía antes. Urdangarín no empezó a robar el año pasado, ni fue la de esta semana la primera jornada de caza de don Juan Carlos. Ni tampoco creo que Froilán fuera el primer miembro de la casa real en disparar un arma sin tener la edad requerida por la ley. No quiero parecer paranoico (para buscar conspiraciones hasta en la fórmula de las sopas Knorrya tenemos a Intereconomía), pero el rápido derrumbe del prestigio de la monarquía parece llegar en un momento demasiado bueno. No hace mucho, concretamente el 22 de mayo de 2007, recuerdo que Antena 3 celebró una encuesta para votar al "Español de la historia" en un colorido programa presentado por Matías Prats, y a muchos se nos revolvió el estómago cuando vimos que el ganador fue Juan Carlos de Borbón. Hasta hace poco todavía nos restregaban por la cara el eterno argumento de que sin el Rey no tendríamos democracia, y que gracias a él no triunfó el 23-F (y todavía muchos lo siguen repitiendo como loros). Y ahora, Juan Carlos ha pasado en poco tiempo de "español de la historia" a "asesino de paquidermos". 

Poniendo un poco más los pies en el suelo, lo cierto es que la explicación más sencilla es que su majestad ya no es un chaval, y que sus achaques lo hacen más proclive a sufrir accidentes. Porque muy probablemente, de no haberse lesionado, nadie se hubiese enterado de su jornada de cacería, o hubiese pasado como noticia de la red sin pena ni gloria (como otros tantos trapos sucios de la monarquía de la última década). 

Pero no pequemos de optimistas: el republicanismo se está haciendo fuerte, pero eso no significa que la república vaya a llegar sin que el pueblo haga nada. Que nadie se piense que de repente saldrán políticos decentes del PP, del PSOE, de IU, de CIU, de ERC, de CC, o de donde sea, y nos montarán una república democrática de verdad. Los republicanos verdaderamente comprometidos con la causa seguimos siendo muy pocos. Hace unos años faltaban, simplemente, republicanos. Ahora, pese a que no vamos sobrados de ellos, lo que falta simplemente es que, los que hay, que se comprometan. 

Por eso, citando de nuevo a Stéphane Héssel, debemos pedir ahora: COMPROMETÁMONOS.  Ha sido un gran 14 de abril, sí. La monarquía está herida de muerte, también. La república es posible, por supuesto. Pero igual que con votar una vez cada 4 años no es suficiente, con salir a la calle una vez al año, o sólo cada vez que la casa real sea motivo de escándalo, tampoco es suficiente. Aunque si verdaderamente saliéramos a la calle cada vez que nuestros políticos (del color que sean) fueran motivo de escándalo, creo que no pisaríamos nuestras casas en mucho tiempo. 

Y hablando de elefantes coloridos, un servidor no puede evitar evocar su infancia, y recordar al elefante Elmer, protagonista de cuentos que en el pasado nos ayudaron a interesarnos por la lectura, y que nos acompañaron en diversas experiencias escolares. Porque el simpático paquidermo creado por el británico David McKee, no deja de parecerse mucho a los elefantes republicanos que estos días inundan la red. 

Y dejemos que nuestros elefantes, se llamen como se llamen, sigan dejándose ver en nuestras pantallas. Porque ellos nos ayudarán a recordar que la república parece estar cada día más cerca.

 

 Enric Cardona PRE-IR Girona