El Anillo Kula Imprimir
Opinión / Actualidad - Economía
Escrito por César Alfonso Viñas / UCR   
Martes, 31 de Julio de 2012 00:00

 Anillo kulaUn ejemplo de las relaciones económicas y sociales que el capitalismo, el imperialismo y el libre mercado destruyó


Malinowski fue un antropólogo y etnógrafo de la Escuela funcionalista que estudió las relaciones económicas de los habitantes de las islas Trobriand en el Pacífico Occidental y publicó su estudio en un libro titulado “Los argonautas del Pacífico Occidental”. Los habitantes de estas islas forman un gran anillo kula en el Océano y con sus barcas intercambian productos haciéndolos circular.

 

Este es un tipo de economía que el capitalismo y el neoliberalismo se ha encargado de destruir pues el capitalismo y el liberalismo destruyen relaciones económicas y culturales más genuinas de los pueblos de la Tierra con el fin de que todos vivamos bajo una “aldea global”.  El capitalismo y el imperialismo destruyen la diversidad cultural y la pluralidad de relaciones comerciales y económicas entre los pueblos.
Decía Marx que Carlos V tras vencer a los Comuneros destruyó las relaciones económicas y comerciales entre los distintos territorios federales naturales que había en la Península y la libertad de los municipios destruyendo hasta caminos.  Esto fue lo que hizo la monarquía absoluta en la Península: destruir las libertades municipales y crear miseria y hambrunas.
El estudio del comercio kula que se lleva a cabo de forma central en Los argonautas del Pacífico occidental es, en este sentido, absolutamente revelador. Malinowski mostró que en una economía primitiva como la de los trobriandeses intervienen factores mágicos y de prestigio, no directamente ligados al valor útil de la mercancía. Esto, de por sí, ya era una muestra de la complejidad de las culturas melanesias que participaban en el comercio kula y, por supuesto, una refutación de la idea de que la existencia de los pueblos primitivos se caracteriza tan sólo por el puro esfuerzo de sobrevivir. De ahí a la consideración que la moderna antropología hace de los primitivos —por ejemplo, Lévi- Strauss cuando habla de sociedades «frías» y «calientes» para distinguir entre aquellas que no optaron por una línea de desarrollo ascendente y las que han entrado en la «historia»— sólo hay un paso.
Islas TrobiandUna faceta llamativa y característica de la sociedad Trobriand: el curioso sistema de intercambio, sólo en parte económico o comercial, que los indígenas mantienen entre ellos y con los habitantes de las islas vecinas.
En el presente tratado, el doctor Malinowski se ocupa en especial de lo que a primera vista puede parecer únicamente la actividad económica de los habitantes de las islas Trobriand; pero, con su acostumbrada amplitud de miras y agudeza de percepción, tiene buen cuidado en señalar que la curiosa circulación de bienes existente entre los habitantes de las Trobriand y los de otras islas, al tiempo que se acompaña de un comercio normal, no es bajo ningún concepto simple transacción comercial; demuestra que no se basa en el puro cálculo utilitario, de beneficios y pérdidas, sino que satisface necesidades emocionales y estéticas de orden más elevado que la mera gratificación de las necesidades animales.
El Kula es un tipo de intercambio intertribal de gran envergadura; lo llevan a cabo comunidades que ocupan un amplio círculo de islas Trobiand y constituyen un circuito cerrado. Este circuito, señalado con una línea de puntos que une una serie de islas situadas al norte y al este del extremo oriental de Nueva Guinea. Dos tipos de artículos, y solamente
dos, circulan sin cesar en sentidos contrarios a lo largo de esta ruta. En el sentido de las agujas del reloj se desplazan constantemente los artículos de un tipo: los largos collares de concha roja, llamados soulava. En el sentido contrario se desplazan los del otro tipo: los brazaletes de concha blanca, llamados mwali.
Siguiendo su propia dirección en el circuito cerrado, cada uno de estos artículos se encuentra en el camino con los artículos de la otra clase y se intercambian unos por otros sin cesar. Todos los movimientos de los artículos kula, todos los detalles de las transacciones, están regulados y determinados por un conjunto de normas y convenciones tradicionales, y algunos actos del Kula van acompañados de ceremonias mágicas rituales y públicas muy complicadas.
En todas las islas y en todos los poblados, cierto número más o menos restringido de hombres toman parte en el Kula, es decir, reciben los objetos en cuestión, los retienen durante un corto espacio de tiempo y luego los hacen circular. Por lo tanto, cualquier hombre que participa en el Kula recibe periódicamente, aunque no en períodos regulares, uno o varios mwali (brazaletesde concha) o un soulava (collar de discos de concha roja) y luego lo pasa a uno de sus asociados, que a cambio le da el artículo contrario. Así que ningún artículo puede permanecer durante mucho tiempo en poder de un individuo. Una transacción no agota la relación kula; la norma vigente es «una vez en el Kula, siempre en el Kula» y la asociación entre dos hombres es algo permanente, para toda la vida. Del mismo modo, cualquier mwali o soulava puede estar siempre circulando o cambiando de manos sin que importe que nunca se asiente, de forma que el principio «una vez en el Kula, siempre en el Kula» se cumple también con respecto a los mismos objetos valiosos.
Y esto es lo más necesario, ya que el Kula consiste en intercambios de bienes preciosos y mercancías útiles, y por lo tanto es una institución económica, y en ningún otro aspecto de la vida primitiva son tan escasos nuestros conocimientos y tan superficial la compresión de los hechos como en la economía. De ahí que las concepciones falsas dominen y sea necesario desbrozar el terreno cuando nos. acercamos a cualquier tema económico.
Por eso  designamos al Kula como una «forma de comercio» y lo situamos junto a otros sistemas de trueque.

 

 

Imagen superior, anillo kula. Movimiento de los brazaletes y collares regalados.