No sé, pero me da la sensación de que, tanto desde el PP como desde el PSOE y, por supuesto como no, desde sus plataformas mediáticas, económicas y desde esos cientos de voceros que llenan sus barrigas y bolsillos de los pesebres de la bien pagada militancia en la estancia ideológica de la sensatez del neoliberalismo, se está maniobrando en la gestación de un gran pacto de Estado. Una reedición de los pactos de La Moncloa que tan buen rédito les dio a la antigua UCD, hoy PP, al PSOE y también a los partidos nacionalistas catalanes y vascos.
Las torpes pero insistentes declaraciones del gris Rubalcaba, en pos de acuerdos inacordables con un gobierno PP que ni está, ni se le espera en lo inmediato de su soledad ante una estrategia de los mercados, que no es capaz de leer ni de interpretar y mucho menos parar.
Desde la retaguardia casposa del partido en el poder, PP, se le está recordando una y otra vez a Mariano Rajoy que la salida a su pesadilla pasa por mover fichas para atraer al PSOE y a los Nacionalistas a un gran pacto de Estado, donde cada uno de los actores interpreten una vez más su papel designado de antemano en ese diseño de Estado que se gestó desde las estructuras franquistas de poder.
Espero por el bien del PSOE que la nueva hornada de militantes no dejen a la vieja guardia Felipista desplegar esa estrategia entreguista al neoliberalismo más salvaje de los últimos años. El poder como sea, el poder con o sin fin, solo traerá al PSOE un despegarse aún más de la clase obrera a la que dice representar.
Hora es ya de que desde el PSOE se recupere independencia, libertad e ideología. Que se escuche a las bases que en su soledad ideológica claman por políticas agresivas de oposición a los mercados económicos, al neoliberalismo, a las ansias expansionistas imperialistas de la Alemania del Bundesbank y su ruinoso e imperfecto monstruo: el Euro.
Qué hacemos mientras tanto la sufrida clase trabajadora, ¿qué hacer para frenar la que nos va a caer sobre nuestras espaldas? Yo desde mi calenturienta teoría de viejo militante de la Izquierda ideológica no pienso callar, no pienso descansar en mi afán de oponerme al nuevo diseño Capitalista de destruir a la persona como centro universal para encumbrar al nivel de dioses, el poder del mercado y el dinero.
Organicémonos , unifíquenos esfuerzos, converjamos en una gran plataforma Cívica, plural, horizontal y multicultural, sin reyezuelos, vanguardia ni hegemonía totalitaria, donde cada cual conserve su identidad, su independencia , su militancia , donde podamos cohabitar y trabajar para construir el referente alternativo que la calle. La clase obrera nos reclama, solos no podemos, atomizados perdemos, unidos somos más y esa mayoría la tenemos que poner a trabajar para hacer más humana y justa la vida de los millones de personas excluidas, marginadas y esos millones de personas que han traspasado el umbral de la pobreza extrema.
Una salida cargando sobre nuestras espaldas el peso del pago de las deudas que otros han disfrutado no es admisible.
Que nos quieran hacer asumir que hemos sido parte del problema de los abusivos gastos de las administraciones hasta su ruina, no es aceptable ni lo vamos a consentir.
Que nos quieran retrotraer al nivel de vida de los años 50, no lo vamos a tolerar.
No queremos ver como otros viven, disfrutan, educan a sus hijos, no somos meros observadores mudos y complacientes, somos parte y además la más importante. Desde Construyendo la Izquierda así lo vamos a plantear y seguro que con tu esfuerzo lo vamos a conseguir.
Utrera a 26 de Julio del 2012
Recordando a Ana mi madre en el día de su santo, “Ana allí donde estés te quiero”.
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