Cinco años de España: 1931-1936 Imprimir
Nuestra Memoria - La Segunda República
Escrito por Eligio Hernández   
Lunes, 16 de Abril de 2012 03:55

Alegoría de la II RepúblicaEl 14 de abril, fecha de la proclamación de la II República Española, merece ser recordado y conocido por las generaciones venideras, ya que los cinco años de existencia del Régimen Republicano(1931-1936), y los tres siguientes de guerra civil(1936-1939 ), han producido más de 34.000 volúmenes, lo que hace de este período histórico, al menos desde el punto de vista bibliográfico e historiográfico, el más importante de la historia de España, después del descubrimiento y colonización de Hispanoamérica.

 

 

La II República supuso el mayor intento de modernización y europeización de la historia contemporánea de España. Para la mayoría de los españoles, constituyó una esperanza para resolver los tradicionales problemas seculares de España: la cuestión regional, el problema religioso, el problema militar, las injusticias sociales acentuadas por el régimen caciquil de la Restauración, el aislamiento internacional, y otros que habían sumido a nuestra patria en el pesimismo desde los acontecimientos de 1898. El impulso que en este corto período se dio a la cultura, a la educación, y a la investigación científica bajo el magisterio de la Institución Libre de Enseñanza y de la Junta para la Ampliación de Estudios, se puede considerar como una segunda edad de oro de la cultura española. La investigación historiográfica sobre las causas internas e internacionales de la frustración histórica de la II República y de la posterior guerra civil dista mucho de haber culminado.

En los últimos años han proliferado los trabajos de los historiadores españoles y extranjeros sobre el tema y se han formado asociaciones para la recuperación de la memoria histórica, por lo que sigue siendo una cuestión de permanente actualidad, de la que ha sido fiel exponente la recuperación por la Fundación Canaria Juan Negrín del archivo del ilustre científico y político, que dará lugar, sin duda, a la revisión de muchas tesis sobre dicho período, y abrirá nuevos horizontes de investigación a los historiadores que podrán examinar los 153.683 Fotogramas entregados por la familia Negrín a la Fundación, como resultado de la organización, catalogación y digitalización del fondo del archivo de Don Juan Negrín López.

A pesar de sus errores fueron los líderes republicanos los que haciendo gala de su acendrado humanismo y altura intelectual y política, en plena contienda fratricida, cimentaron las bases sobre las cuales, superada la dictadura, se asentó la reconciliación que durante la etapa de la Transición hizo posible la Constitución de 1978 ,que ha dado lugar al período de mayor estabilidad democrática de nuestra historia, que hoy disfrutamos. 

La etapa republicana tuvo profundas raíces en Canarias. En cierto modo, don Benito Pérez Galdós, presidente de la Conjunción Republicano Socialista desde 1907 a 1913, fue un precursor de la II República cuando el 28 de julio de 1912 dijo en Santander: "De mí he de decir que al mismo tiempo que mis ojos vuelven a ver la luz, renace en mi espíritu la imagen de la II República amaestrada por el tiempo". Precursor de nuestra autonomía política fue el republicano-federal don Nicolás Estévanez, Ministro de la Guerra en el efímero Gobierno de Pi y Margall durante la I República, inspirador y redactor del llamado "Compromiso Estévanez", en cuya virtud Canarias se subdividiría, en el proyecto de Constitución Federal, en dos sub-estados, con una Dieta o Parlamento que se turnaría entre Gran Canaria y Tenerife.

En el corto espacio de tiempo que duró la II República, Canarias tuvo nada menos que un presidente del Gobierno y cuatro ministros: El Dr. Negrín, presidente del Gobierno desde mayo de 1937 hasta el final de la Guerra Civil, eminente científico, creador de una de las más importantes escuelas de Fisiología, Bioquímica y Farmacología que ha tenido España, con discípulos como Severo Ochoa , premio nóbel, Grande Covián, y los canarios Hernández Guerra, Pedro de la Barreda y Blas Cabrera Sánchez, entre otros muchos que ejercieron su magisterio por todo el mundo. El juicio sereno de la historia está empezando a hacer justicia a este relevante estadista, y a derribar el muro de incomprensiones y calumnias que se han cebado sobre su figura histórica, de la que el New York Times, en un editorial del 15 de noviembre de 1956, con motivo de su fallecimiento, dijo: "que jamás Juan Negrín tendrá que temer el juicio de la historia". Pero quizá fue el ministro socialista francés Germain Moch el que puso el mejor colofón a su talla política e intelectual: "encarnó el orgullo y el coraje de un pueblo que no sucumbió más que al abandono de sus amigos". Fue, según Juan Marichal, el español más europeo de su tiempo, incluso más que Azaña.

Cuatro relevantes políticos canarios fueron Ministros en los diferentes gobiernos de la II República: don José Franchy Roca, fundador del partido Republicano Federal Canario, primer Fiscal General de la República y Ministro de Industria y Comercio en el segundo Gobierno de Azaña. Don Rafael Guerra del Rio, brillante portavoz parlamentario del Partido radical en las Cortes y Ministro de Obras Públicas en el gobierno de centro-derecha de Lerroux. Don Antonio de Lara y Zárate, tres veces Ministro de Hacienda en el mismo Gobierno y Ministro de Justicia en el segundo gobierno de Azaña, en el que desempeñó una importante labor de modernización de la Administración de Justicia. Y don Andrés Orozco Batista, Ministro de Industria y Comercio en el Gabinete Lerroux. Sería imposible enumerar a todos los destacados líderes políticos republicanos canarios, entre los que no podemos olvidar al diputado radical Ramón Gil Rodán, y al socialista Junco Toral, precursores próximos de la autonomía de Canarias como autores cada uno de un Estatuto de Autonomía que no llegó a promulgarse a causa de la inmediata guerra civil. Como dijo Albert Camus "fue en España donde mi generación aprendió que uno puede tener razón y ser derrotado, que la fuerza puede destruir el alma, y que a veces el coraje no obtiene recompensa".

 

Eligio Hernández es vicepresidente de la Fundación Canaria, Juan Negrín

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Fuente: Canarias 7