| Casa Real ¡Todo por la pasta! |
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| Monarquía - La cuentas del rey |
| Escrito por Iñaki Alrui |
| Sábado, 07 de Marzo de 2020 06:49 |
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Se sigue confirmando lo que todos sabíamos, lo que era vox populi, lo mismo que no se podía decir y que los medios informativos españoles callaban como buenos servidores de su amo. Han sido muchos años de silencios obligados, o pagados, hasta que empezó el goteo de informaciones después de la cacería del elefante. Juan Carlos I, siempre tan oportuno, tan majete, tan campechano. Ahora salta una nueva información, bueno no es nueva, pero esta vez ha salido a bombo y platillo a través del prestigioso diario suizo la Tribune de Genève (1), que revela lo averiguado en investigación judicial: la existencia de una cuenta con 100 millones de dólares en un banco privado local a nombre de una empresa panameña cuyo único beneficiario es Juan Carlos I. Se detalla cómo el dinero fue desembolsado en 2008 por el anterior rey de Arabia Saudí en lo que se considera un “regalo tan suntuoso y secreto” que un fiscal suizo lo está investigando, sospechando que pudo servir para blanquear dinero. Y se señala que en 2012, la suma que quedaba en la cuenta fue transferida a la ex amante de Juan Carlos, Corinna Zu-Sayn Wittgientein (ahora conocida como Corinna Larsen). La investigación abierta en la ciudad de Calvino por Yves Bertossa, primer fiscal y responsable de casos complejos, por «sospecha de blanqueo de capitales con agravantes» apunta al banco Mirabaud, que recibió el dinero sin hacer demasiadas preguntas, y a tres personas físicas. Por un lado, un abogado de Ginebra y un gerente de la empresa Rhône Gestion, considerados como los hombres de confianza del rey a orillas del lago de Ginebra. Por otro lado, la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein, de origen danés. En 2008, Juan Carlos I escondió su fortuna detrás de la fundación Lucum, domiciliada en Panamá, de la cual era el único beneficiario. Con cautela, Corinna zu Sayn-Wittgenstein colocó de inmediato este «regalo» en la sucursal de otro banco suizo en las Bahamas… En 2008 España se ganó un contrato muy jugoso para construir una línea de tren de alta velocidad entre Medina y La Meca por 6 mil millones de euros, todo el mundo patrio agradeció la mediación de Juan Carlos I, siempre tan oportuno, tan majete, tan campechano. En el mundo empresarial europeo sorprendió mucho esta adjudicación, pues todo apuntaba a empresas francesas. El lucrativo contrato se lo repartieron un conglomerado de empresas, de las de toda la vida: Renfe, OHL, Cobra (ACS), Indra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa, Talgo… Nada menos que 100 millones de dólares en 2008 para la fortuna de la Casa Real. En el estado español, en 2008, el desempleo se disparó, los comedores sociales empezaron a crecer para paliar las necesidades más básicas, los desahucios iniciaban un ritmo de 517 de media al día, hubo quince suicidios relacionados con este tema, que se conozcan… El año 2008, mientras la crisis-estafa causaba estragos, solo había dinero público para rescatar a la banca privada, a la que se le regaló dinero público para su saneamiento. En ese preciso momento es cuando la Casa Real recibió 100 millones de dólares para su exclusivo uso y disfrute. Juan Carlos I, siempre tan oportuno, tan majete, tan campechano. Se da la circunstancia de que esta es la segunda revelación reciente en un gran medio internacional sobre la fortuna oculta del Rey emérito español. Hace un par de semanas, The Telegraph publicó documentos (2) que evidenciaban el cobro de una comisión de 50 millones por Álvaro de Orleans-Borbón, primo y confidente de Juan Carlos I y que sembraban nuevas dudas sobre el origen de su patrimonio. Notas
En la imagen superior, La Tribune de Genève destaca en portada “Juan Carlos I escondía 100 millones en Ginebra”… ____________________ Fuente: Loquesomos |
Juan Carlos I, siempre tan oportuno, tan majete, tan campechano