Coronavirus: Guerra Mundial...a la Economía Imprimir
Opinión / Actualidad - Economía
Escrito por Pepe Aguza   
Sábado, 21 de Marzo de 2020 00:00
   El impacto económico y social que esta pandemia está produciendo en el mundo es incalculable, afectando a todos los sectores de la población y muy especialmente a la salud, el empleo y la cultura, como ya ha sucedido en nuestro país con la cancelación de eventos que generaban miles de puestos de trabajo y millones de euros de beneficios, como ha ocurrido con el Mobile World Congress, las Fallas valencianas o la Semana Santa, por citar algunos ejemplos.
    Tras la crisis sanitaria, llegará el drama social del paro y la lucha contra sus repercusiones posteriores: pérdida de potencial industrial, resentimiento del comercio y del sector servicios y la reconversión de multitud de puestos de trabajo, que afectarán al bloqueo o limitación de la producción en infinidad de empresas.
 
    Las secuelas de esta guerra vírica van a ser muy variadas: devastación económica y social, efectos psicológicos en la población, en espacial la infantil o juvenil, por la presión de su enclaustramiento, falta de juegos, de ejercicio y relaciones humanas en la escuela o de esparcimiento en espacios públicos, etc.
   Esta crisis mucho peor que la de la Gran Depresión (el crac de la Bolsa de Estados Unidos) en 1929 o la crisis económica de 2008, precisará de la firmeza y energía en la aplicación de medidas para recuperarse.
   Las propuestas de muchas empresas de teletrabajo son un grave riesgo para el empleo, que pueden fomentar otra variante de la economía sumergida, falsos autónomos y de flexibilidad laboral.
 
    En estos momentos las únicas empresas que multiplican su capacidad laboral y económica, son las farmacéuticas y de investigación, sectores que al igual que el sanitario público son imprescindibles apoyar y reforzar.
 
    Lo peor para el empleo y la economía está por llegar en los próximos meses, cuando acabe el Estado de Alarma y la pandemia haya cedido, aunque a largo plazo pueda llegar una lenta recuperación dependiendo de las acciones de los gobiernos.
     La demostración de efectividad que los servicios sanitarios públicos están realizando, son imprescindibles y la mejor prueba de su arrolladora capacidad de trabajo no sólo en nuestro país, sino como se ha apreciado en el abordaje del problema en China.
 
Nuestro gobierno debe tomar nota del esfuerzo y profesionalidad de sus funcionarios y empleados públicos, ampliar sus plantillas y dotarles de los recursos esquilmados especialmente en la última década por los recortes presupuestarios.
    Es fundamental asegurar el bienestar social de los hogares y proteger el tejido empresarial, en especial de pymes y autónomos, a la vez que fomentar la empresa pública y la industria.
Es el momento no de decir si no demostrar que España tiene un gobierno progresista y valiente, que impulsa la educación, la sanidad, los servicios sociales, la investigación científica, la industria o la vivienda social y públicas, inyectando dinero en su consecución en estos difíciles tiempos que nos ha tocado vivir.
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Fuente: Colectivo Prometeo