Las convocatorias de acciones sociales globales crecen. Siguiendo el clásico “la unión hace la fuerza” y a punto de cumplirse el primer aniversario de las manifestaciones masivas globales del 18-O, mañana los indignados desempolvarán sus cacerolas para protestar contra “las desigualdades y la opresión de un sistema injusto que pone al capital por delante de las personas”. La acción-manifestación, enmarcada en la primera Semana de la Deuda, saldrá a las 18h de la sede de la Unión Europea (Plaza Emilio Castelar) para llegar a la Puerta del Sol, pasando por Neptuno.

“La dictadura del poder financiero, del neoliberalismo, es un problema global. Bajo el lema Global Noise, cada uno de los países que participaremos mañana, ponemos el punto de mira en un subtema concreto. En el caso de España es ‘No debemos, no pagamos’”, explica una de las organizadoras vinculadas a Re-Acción ciudadana 15M.

De esta forma, los manifestantes españoles quieren mostrar, una vez más, su rechazo al pago de una deuda “ilegítima y odiosa”. Señalan a los bancos y grandes corporaciones como responsables principales de la situación económica española actual (pues el 81% de la deuda española es privada, argumentan), por lo que eximen a la sociedad en general de pagar una deuda que “no les corresponde”. Como explican en un vídeo los convocantes (http://madrid.tomalaplaza.net/2012/10/04/por-que-no-pago-contenidos-sobre-el-13-o/), “son los bancos y las grandes empresas los que han vivido por encima de sus posibilidades, no la mayoría de la población”.

Demostrando que sí que hay alternativas

Mientras el Gobierno insiste en defender su discurso justificador de “no hay alternativas”, los diferentes movimientos sociales están trabajando en una larga lista de acciones concretas que mejorarían la calidad de vida de la mayoría de la población española y supondría el “primer paso para la salida de esta crisis”.

Las alternativas propuestas recogen una auditoría de la deuda, “transparente y con participación ciudadana”, la depuración de responsabilidades y la creación de una “banca pública, ética, transparente, democrática y bajo control social”, además de la implantación de un sistema fiscal progresivo y justo. Insisten en la necesidad de perseguir el fraude y paralizar las privatizaciones y los recortes, entre otras medidas.

Caceroladas desde 1971

Como comenta una de las organizadoras, esta es la primera vez que se organiza una cacerolada sincronizada a nivel mundial, pero esta técnica de protesta no es, en absoluto, novedosa. “En 1971, en Chile, ya salían cacerola en mano para protestar contra el Gobierno. No estamos inventando nada”, destaca.

Hasta el 2008 fue una técnica exclusiva de países de Latinoamérica, especialmente de Argentina, que consiguió a golpe de cacerola la renuncia de su presidente del Gobierno, Fernando de la Rúa, en 2001. No obstante, desde el 2009, Islandia, España y Quebec se han sumado a los países que utilizan la cacerolada como medida de protesta.

Motivos de los convocantes del 13-O
• ¡No debemos, no pagamos!
• No al pago de una deuda que no es nuestra
• No a los recortes y privatizaciones
• No a los privilegios en el pago de impuestos
• No a la reforma laboral y el desempleo
• No a la especulación con la vivienda
• No al rescate bancario
• No a la Unión Europea del capital
• No al sistema neoliberal