José Luís Sampedro se hacía ayer con el Premio Nacional de las Letras, mediante el cual se le reconocía  su trayectoria de toda una vida de publicaciones y estudios, en el mundo de literatura y sobre todo desde la economía.

El escritor siempre había destacado por  abogar en sus escritos por una economía más humana y más solidaria, una línea argumental que recorre cada uno de sus textos. Pero si algo provocaba que Sampedro volviese a la actualidad en los últimos tiempos, era el surgimiento del movimiento ciudadano del 15M.

Con consecuencia de las manifestaciones que llenaron las plazas españolas en la primavera pasada, el polifacético economista se ponía en el centro del debate dando su apoyo a los cambios que se hacían oír desde la madrileña puerta del Sol. Sus dudas sobre que no exista una alternativa real al capitalismo, al que se refería como un sistema en desmantelamiento, lo convirtieron en icono de un movimiento que comenzaba a hacerse global.

Todo comenzó cuando el prólogo de la edición española del panfleto '¡Indignaos!', de Stéphane Hessel, le daba este súbito relanzamiento. "Yo también nací en 1917. Yo también estoy indignado. También viví una guerra. También soporté una dictadura" atiza Sampedro en uno de los párrafo del prólogo, para luego argumentar las principales consignas de los 'indignados'.

Entre sus reflexiones destacaba también el papel pasivo de la población y la enorme importancia de la televisión en la formación de las ideas. "La gente juzga sobre todo por lo que ve en la televisión", "no es que la gente esté loca, lo que está es manipulada", a lo que añadía es que la opinión pública no es fruto del pensamiento reflexivo. No se razona frente a unas elecciones, sino que se decide por razones viscerales.

El galardón otorgado por el Ministerio de Cultura parecía confirmar que el escritor está posiblemente en uno de sus momentos más dulces, aunque después de una vida tan repleta de éxitos parece complicado estar más de moda.

La crisis de valores en occidente, de la que siempre habla el catalán en los últimos tiempos, es una idea que recorre las calles y que invade las cabezas. Las crisis, además de económicas, a veces también son de espíritu. Lo que le preocupa es el "cambio de los valores por los intereses económicos". Otro mundo no es posible, para Sampedro, es seguro.

Análisis del #15M con José Luis Sampedro

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Fuente: El referente