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Monarquía - Casa irreal
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Lunes, 17 de Septiembre de 2012 00:00

Tetas KateMenuda pataleta ha cogido la pobre soberana del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que a su provecta edad ya no está para llevarse disgustos. Pero con esa familia que tiene, su graciosa majestad no puede esperar otra cosa. Aunque debiera estar acostumbrada a los escándalos, porque algunos muy sonados los protagonizó su hermana la ninfómana, y otros igual de sonoros sus hijos y nueras.

 

Ahora son los nietos los que le impiden mantener una plácida ancianidad, bien merecida después de 50 años de estar sometida al agotador trabajo de reinar. Es que salen a su padre, el presunto heredero (en silla de ruedas lo coronarán, si lo hacen) Carlos, príncipe de Gales. Son inolvidables sus conversaciones telefónicas en diciembre de 1989 con la que era entonces su barragana y hoy su legítima esposa Camilla, en las que le aseguraba que quería ser su compresa higiénica. Cuando las emitieron las cadenas radiofónicas y de ellas las transcribieron los periódicos el 12 de enero de 1993, los vasallos de su madre se rieron hasta el agotamiento, pero no se les ocurrió decir que un guarro de esa naturaleza está incapacitado para reinar. O tal vez sospechan que no existe esa posibilidad, porque su madre lleva camino de superar en longevidad a la suya.

El nuevo ataque de nervios se lo ha proporcionado ver en la revista francesa Closer de fecha 13 de setiembre pasado, cinco páginas con doce fotografías de su nieta política Kate con las tetas al aire. Esta Kate es la esposa del príncipe William, presunto heredero de su padre si alguna vez llegase a reinar, y ambos disfrutan el tratamiento de duques de Cambridge. Se hallaban gozando de unas merecidas vacaciones en la Provenza francesa, porque el trabajo de ser príncipes herederos del heredero si algún día se muere la abuelita ya se sabe que es agotador, cuando un fotógrafo con mucha vista retrató las tetas ducales y se las pasó a Closer. La llamada casa real británica ha demandado a la revista, por intromisión en el honor de la duquesa. Está claro que su honor reside en sus tetas. No se entiende por qué, ya que las fotografías parecen demostrar que son semejantes a las de cualquier vasalla británica, por lo general mucho menos dotadas que Sofía (la Loren, por supuesto).

 

El príncipe sucio y desnudo

 

En cambio, el honor de su cuñado el príncipe Harry, posible heredero del heredero del heredero si los duques de Cambridge no tuvieran hijos, aunque parece ser que sí los tendrán, reside en lo que le cuelga a su principesco cuerpo. Unas muchachas con las que participó en una orgía en el hotel Wynn de Las Vegas retrataron con los teléfonos móviles sus más recónditas intimidades, y aparecieron en la web TMZ el 22 de agosto pasado. De ahí las tomó el periódico británico The Sun para hacer que dos redactores imitasen las posturas, y publicar el montaje dos días después, con este título: Harry grabs the crown jewels. La llamada casa real británica había amenazado con acudir a los tribunales de Justicia si algún medio impreso reproducía las fotos sobre papel, que es un medio más duradero que el digital, pero The Sun acató la prohibición a su manera, porque tiene bien demostrado que no teme a ningún juez feroz, a pesar de las pelucas que gastan. Por eso en otra portada le tituló Dirty Harry, sobre una fotografía que lo demostraba. Aunque nunca será tan guarro como su padre, el primer colocado en la sucesión al trono si alguna vez lo suelta su graciosa majestad.

Claro que cuando Harry se viste la arma también. El mismo personaje había aparecido ya en 2005 en la portada del mismo periódico vestido de nazi, por lo que el titular de la foto decía: Harry the nazi. Prince’s swastika outfit at party.

¿Y por qué se lo toma tan a la tremenda la valetudinaria graciosa majestad británica, título implícito a su cargo, y desde luego muy merecido, porque resulta graciosísima con esos horrendos sombreros que gasta? Que esta buena mujer luzca siempre unos trajes cerrados desde el cuello hasta debajo de las rodillas, demuestra que es muy pusilánime, pero debiera considerar que otras casas reales no tienen inconveniente en mostrar sus intimidades a los vasallos.

 

Con el culo al aire

 

Por ejemplo, el rey católico nuestro señor don Juan Carlos I, retratado con el real culo al aire en la revista italiana Novella 2000, en su número de fecha 20 de mayo de 1995. Se titulaba el reportaje Il re è nudo, con este antetítulo: È Juan Carlos il primo regnante al mondo ad apparire senza gli slip. ¿Y qué? ¿Acaso merecía alguna condecoración por ser el primero? Que sepamos, las que luce en su guerrera militar se deben a otros motivos, nunca bélicos, claro está.

Era notable el elogio de los redactores al real tafanario descubierto en su tintarella integrale, porque aseguraban tras contemplar atentamente las fotografías: Con questo fisico asciutto e longilineo, il re se conferma come uno dei sovrani piú in forma d’Europa, tanto da poter far concorrenza ai principi di altre corti. Claro está que de 1995 hasta hoy han pasado muchas cosas, muchas caídas, muchas operaciones quirúrgicas, muchas prótesis, por lo que no resulta actualmente muy oportuna esa opinión. Es preferible no compararlo con el desnudo del príncipe Harry, que sólo tiene 28 años, por lo que bien pudiera ser su nieto, ya que lleva las de perder en la comparación.

Pero eso no importa. Lo que deseamos resaltar es que la llamada casa real española no demandó a la revista italiana por la publicación. Sencillamente, se limitó a impedir que las revistas del reino de España las reprodujeran, so pena de penas considerables. Así que la mayoría de los vasallos no tuvieron oportunidad de comprobar las aseveraciones de Novella 2000. Como siempre, la monarquía española da ejemplo de moderación a la británica, que es demasiado mojigata. A fin de cuentas, el culo, las tetas y el falo de monarcas y príncipes no se diferencian de los que gastan sus vasallos. Y eso de la presunta sangre azul ya no se lo cree nadie. Con las transfusiones que ha recibido el rey católico nuestro señor, debe tenerla morada, que es un color muy bello, sobre todo para una bandera.