DIESTRO en llevar la mano hacia el balón,

resulta un mago para el volatín,

y un genio financiero con magín,

un as para la cancha y el colchón.

Dar pelotazos es su gran pasión,

es un atleta del mayor postín,

que igual puede atrapar un maletín

cuando se le presenta la ocasión.

Demuestra ser en todo un campeón

      y su nombre le sirve de fortín,

con el que ha amontonado un fortunón.

Consigue lo que quiere el muy pillín,

porque sabe explotar la corrupción

tan solo por llamarse cortesano.

                         Arturo del Villar, poeta republicano