¡Por una nueva Constitución! ¡Abajo la Constitución del 78! Imprimir
III República - III República
Escrito por Salvaje ilustradoAteneo Republicano de Villaverde   
Jueves, 01 de Septiembre de 2011 04:38

II repúblicaAsistimos, en nuestro país, a un momento de la gran efervescencia social, donde la ciudadanía recupera ideas y recursos de democracia popular y de acción directa contra la especulación, contra la represión y por el ejercicio del poder popular.

Es una experiencia nueva, que entronca con todos los procesos de democracia popular y de democracia directa que ha vivido nuestro pueblo cuando el poder del Estado se ha debilitado y nos hemos enfrentado a amenazas de todo tipo, económicas, sociales o militares.

 

Nuestra concepción de la República pasa por reforzar y fortalecer esas experiencias de democracia popular, haciendo que el pueblo gane en conocimiento y confianza en sí mismo. En ese sentido, no podemos apostar porque esa fuerza popular sea transferida directamente a las instituciones, sino porque siga creciendo y fortaleciéndose, ante las nuevas amenazas que los poderes fácticos tienen preparadas para el pueblo.

Creemos que el movimiento asambleario y popular que se ha puesto en marcha en relación con la denuncia de la democracia formal, con la denuncia del sistema capitalista, con la denuncia del actual sistema político, debe servir para poner en marcha un Proceso Republicano Constituyente, y no para servir en bandeja esta fuerza popular a las castas y elites que han salido de las sucesivas reformas y revisiones de los aparatos burocráticos, plutocráticos y fascistas, responsables todos ellos de la explotación y opresión de nuestro pueblo.

La vigente Constitución, ha sido por un lado, retocada y enmendada, y, por otro, obviada y silenciada, tantas veces, que resulta gracioso que nos digan que la van a volver a reformar. Nadie cree en sus reformas, como nadie cree ya en esta Constitución, ni en las instituciones que de ella emanan.

Ha llegado la hora de abrogar esta Constitución, ha llegado la hora de sustituirla por otra constitución republicana, democrática y popular.

Ha llegado la hora de pasar factura a las elites dirigentes por su robo, por su despilfarro, y por jugar con nuestro futuro, y con el destino de nuestro pueblo y de otros pueblos que han expoliado, explotado y destruido. Llegó la hora de que el pueblo se tome la justicia por su mano. Llegó la hora de cambiar esta Constitución y a quienes la aplican.

La voz del pueblo está en la calle, y no en las urnas o en los parlamentos, que sea ella la que decida.