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Nosotros - Documentos UCR
Escrito por Enriqueta de la Cruz   
Lunes, 21 de Diciembre de 2020 18:05

En el momento más débil, el año más cruel, seguimos asistiendo a un espectáculo indecente, vil. Los golpistas al trote y hasta al galope, sin nadie que les pare los pasos; el rey huido riéndose del pueblo con la limosna que quiere regularizar, dándonos en los morros con que efectivamente se lo llevó y ¿qué pasa?; la inacción política en lo fundamental, la prepotencia y la desidia y algunas cuestiones inquietantes que se nos están metiendo de rondón.


Pues sí. Parece que alguien o alguienes están proyectando la bromaza de una federación de autonomías de facto, pero con rey, donde según sea más atrasada o no una comunidad (porque el atraso se nota y bastante -y no por culpa precisamente de los ciudadanos- en más de un lugar), pues según sea y para que sigan con el atraso, pues podrán decidir sobre cuestiones tan serias como la eutanasia. Sí o no, elige.
Ya iniciaron la pesadilla con eso de los “allegados”, que finalmente obligaron a Andalucía en concreto a rectificar y dejar de prohibirlos. Y antes han permitido abrir el Zendal y como si nada, o abrir la Navidad y todas sus luces para que se consuma bien (quien pueda permitírselo, claro) en un esperpento que vergüenza debía dar con tanta necesidad que, por cierto, a ver cuándo de oficio se atiende el prometido salario vital.
Sí, se ha prohibido salir del pueblín a muchos y que vean por la tele cómo otros se lo gastan y pueden lucir galas por las calles concurridas, que quien no tenga pelas, acceso aún a un trabajo si quiere o a una universidad (no digamos a una vivienda) en las capitalillas, pues que se aguante donde lo plantaron que para eso la Constitución garantiza la igualdad de todos y para eso somos Una, grande y libre con tantísimo grandísimo sinvergüenza que nos publicitan en cada púlpito como gente grande, a votar, a apoyar o atengámonos a las consecuencias…
Pues bien, algo se cuece. Una para llevar la corona y seguir chupando del cuento de la garantía de unidad territorial y miles para comernos los mocos si no sabemos protestar mejor o ni tenemos voz o, de tenerla, ni llega a dos kilómetros. Porque a pata o en bici o sin la educación tecnológica (que como el inglés lejos está de garantizarse a todo ciudadano para que no sigamos siendo unos catetazos y analfabetos funcionales), muy lejos no se llega. ¡Como no se sea el hijo del patrón o el millonetis…! Vamos, lo de siempre…
Desigualdad total y desamparo, más el de las mujeres (otra vez), mil normas, que ya nos tienen mareados; mil incoherencias sin explicación por parte de servidores públicos (pues no son más que eso o deberían serlo) que parecen cifras y letras rodantes y que se burlan en nuestras barbas y canas con total descaro mientras acompañan al monarca como quien paseara a miss Daisy, como si aquí no pasara nada. Nuevos eslóganes como en la movidita madrileña y mucha desfachatez, descaro, desprecio, jugando, además, a que viene el lobo como no tragues…
Mucho de preocupación por el bar y poca por la cultura, que ya es cadáver, y poco veo de asimilar las ayudas al fomento del empleo, anunciado, pero no concretado como tantos pajaritos volando; poco de recortar fondos a quienes segregan por sexo, poco de rescatar hambrientos de las garras de los amos de este cortijo: la Iglesia católica, aunque fuera contratando a los buenos cristianos que vocacionalmente se dedican a los más necesitados, pero por el Estado y con un buen plan alternativo serio de veras.
Poco de planes que rectifiquen los desmanes que se han hecho privatizando Sanidad y destrozando la Educación, poco de educación de calidad para todos e igualitaria y laica, poco de separación de poderes; de atender lo que de verdad preocupa a los españoles mayoritarios: el 50 por ciento de paro juvenil, el machismo feroz y asesino que nos asedia, la vuelta de la mujer en masa a casa y a la cocina (afectada por los Eres en primer lugar); la precariedad de empleos y más entre nuestros jóvenes que son el futuro; la ausencia de planes universitarios que saquen a los borricos sin mérito (principalmente hijos de papá) e incluyan mediante becas y promoción a los hijos de obreros que, por el contrario, destinan y abocan a las cunetas de la droga, los enganches en juegos y los vicios de la desesperación alentados por la publicidad, sin que la llamada izquierda que siempre abrió los ojos en tales asuntos haga absolutamente lo más mínimo, seriamente.
Mucho que añadir y que también preocupa: La ausencia de cierres de prostíbulos con alternativas de trabajo digno para esas mujeres que en plena pandemia han visto desfilar por los locales a los del orden que multaban al más despistado de la mascarilla… Por ejemplo…
Yo no voy a pasarme otro año con lamentos y diagnósticos, lo siento. Todos nos damos cuenta de lo que se cuece y de lo que hay que hacer. Perfectamente. Pero no se quiere. Los partidos tendrán que explicar por qué y más los que gobiernan y se dicen de izquierda aunque sabemos que son burgueses directamente de antes, o lindamente aburguesados desde que pisaron moqueta.
Que nos meten de rondón monarquía y trágalas, que nos hacen comulgar con las ruedas del molino del robo y no sacan a la gente a la calle, y no se explican siquiera.
Que hasta están reeditando con el padre Ángel de marras lo que ya pasó con el listo del confesor de Franco (que se limpió el lodo con los pobres) en plenos pactos de olvido y sangrante borrón y cuenta nueva (imposible, pero intentado con fervor), me refiero al Llanos de marras.
Se intenta reeditar la Transición, el golpe 23F incluido en varios episodios que no acaban, desde el discurso de la porra del rey sobre Cataluña y ojalá y no esté activa la rama Gladio española ya. Aunque solo se trate de los mercenarios de siempre, de La Garduña y los matarifes de los ricos y la Corona, ya es bastante para lidiar… Y ni les tosen.
Se autorizan manifestaciones de fascistas y camisas pardas los día más señalados como el seis de diciembre en que salen republicanos a pedir la vuelta a la legítima y robada República y el fin de las monarquías de raíz extranjera, nazifascistas, echados de sus lugares, directamente agarrados a la teta de aquí por la gracia de sus aliados que son la otra cara de la misma moneda: La católica. Se deja que partan de igual lugar, que el recorrido sea el mismo y que se insulte a los demócratas en pleno centro de la capital.
Se deja que la bandera el pollo aguilucho criminal con que se sembró el terror y se cometió genocidio, crimen de lesa humanidad, campe a sus anchas por Colón y olé mientras se festeja solemnemente con el rey y su gente cualquier cosa, como si fueran sordos, mudos, ciegos…
Se opta en medio de la corrupción borbónica (más a la vista en siglos y más sangrante por el momento que atravesamos), se opta por arropar a estos señores, por una monarquía que se llama parlamentaria cuando la realidad es que es una trampa manifiesta impune y de manos libres para, al frente de un ejército que ni la OTAN logró desfranquistar y democratizar, poner en solfa la democracia el día que le dé la gana, patas arriba, vamos. Porque todo fue una maldita trampa en el 78, sí, y con eso y la ley de punto final y con la anomalía de ser el país con más fosas por desenterrar, más fariseos, más falsarios, más ladrones y más compuestos… quieren tirar otros 40 añitos.
Está a la vista la baba de la que habla el periodista magnífico Juan José Millás; están a la vista los excesos de la Corona, los peligros y los apuñalamientos al pueblo por la espalda; la estafa de la igualdad proclamada o de ni siquiera los mínimos derechos que se están yendo por el sumidero. La apuesta por los bares y no por la cultura y la educación o la sanidad pública, el dejar hacer a cantamañanas y juntafrases y aprovechados aun en las cuestiones como la salud pública, más lacerantes. Está claro que a alguien interesa la división, la crispación, la polarización y el enfrentamiento por bandos sociales, siempre los bandos.
Lo que no está claro es si les vamos a dejar hacer otro año más a tanto apoltronado, sí. Si vamos a conformarnos con tanta miseria moral, con tanto sobrado, con tanto mentiroso, agorero, mamporrero, caníbal, violento, aterrador no-vio de la muerte, con tanto canalla, con tanto metemanos en bolsillo ajeno, tanta lapa y ciénaga. O vamos a iniciar una senda alternativa de otra construcción de otro país y otro futuro y a no consentir que nos ciegue tanto espejo, tanta cortina de humo, tanta infamia.
La ministra de Defensa no sabe ni qué decir, el de Sanidad se espatarra en plena tele y contesta como Fraga a un periodista que no le sabe poner en su sitio y ese no es que tenga precariedad, imagínense los que sí… En la tele pública se dan contenidos explícitos del peor fango que nos podemos imaginar: pederastia, ejecuciones, abulia, violaciones, violencias. En las instituciones culturales están al frente gente con dos lecturas y tres frases oportunas, sin ni p. idea de nada. Entre nuestros pseudointelectuales, el silencio. Intelectuales de verdad y de talla, no hay.
La oposición es extrema derecha y se chalanea con ella, se toma un café con Abascal uno como si nada, se les da entrada en lugares del pueblo; no se les ilegaliza. Se hace como si en la derecha hubiera derecha democrática alguna.
Marruecos nos la lía y la Iglesia nos da un capón papal y todo es déjà vu; lo ya visto nos asedia cuan pesadilla mientras nos televisan cómo infamemente un presidente que hace a todo pone una corona con los colores del genocidio a Machado y el pasado de Alfonso Guerra apuesta porque el exilio se quede donde está y nadie le dice que el que sobra es él, que es un inútil que ha engañado a todo el que se dejó como el pinochetista y comisionista Felipe, su sosias.
Nadie dice que nos falta el poeta, nos sobran lágrimas y meones sobre la memoria (por cierto, los que han hecho también la nueva ley sin memoria que solo busca que con unas perras en subvencione sigamos diciendo aquello de que “algo se avanza”). Nos faltan Lorcas y Machados y Ramones y Cajales, ilustración, civilización, educación. Nos sobran segregaciones, desigualdades, razones…
¿Seguiremos de perfil? ¿Seguiremos aguantando…?

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Enriqueta de la Cruz,

periodista, escritora

Vocal de la Junta Directiva de UCR