Ruido de sables oxidados PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Enric Juliana   
Sábado, 05 de Diciembre de 2020 18:10

Dos noticias que han producido un extraño efecto al cruzarse: la aprobación de los presupuestos del 2021 y el ruido emitido por militares retirados.

Estas son las señales que aparecen en el cruce:

La aprobación de los presupuestos, con una mayoría parlamentaria de 188 diputados, que no se veía en el Congreso desde hace muchos años, significa la consolidación de la legislatura. No estamos en un tiempo político provisional. El gran reto de esta legislatura, que será larga, es la recomposición del país después de la epidemia.

El ruido emitido por los militares retirados es una cacofonía del pasado. Ruido de sables oxidados, que evoca el tiempo en que determinados jefes militares quisieron controlar y constreñir la democratización del país. Creían potencialmente peligroso ese proceso y sólo lo aceptaban en tanto que signo de obediencia al Rey. En las últimas décadas, para un determinado número de militares en activo, la aceptación de la democracia fue, esencialmente, un acto de obediencia a su jefe supremo. En una situación de grave crisis socio-sanitaria y con un partido en el Parlamento que llama constantemente a la rebeldía contra el Gobierno legalmente constituido, algunos de esos militares, ya retirados, han creído que debían “hacer algo”. Han escrito al Rey y algunos de ellos han vertido su ira en las redes sociales.

Todo el mundo habla del chat, pero lo más preocupante y significativo son las cartas al Rey. Algunos de los comentarios en el chat, conocidos hasta la fecha, expresan una ideología incompatible con la democracia. Retratan las debilidades del proceso de formación de una mentalidad democrática en España. Las cartas al Rey son algo más. Constituyen un movimiento político que busca –o buscaba- propiciar una cadena de ‘pronunciamientos’, con el objetivo de influir en la toma de decisiones y, en última instancia, intentar condicionar la voluntad del Gobierno y del Parlamento, ante la inminencia de decisiones tan relevantes como la renovación del Consejo General del Poder Judicial o la tramitación del indulto para los políticos catalanes condenados por los acontecimientos de octubre del 2017 en Catalunya.

Este ruido de sables oxidados no se habría producido sin la existencia de una concienzuda campaña de deslegitimación del Gobierno que se inicio en el debate de investidura, el pasado mes de enero y que ha alcanzado un verdadero paroxismo durante los meses más críticos de la epidemia, especialmente durante el mes de mayo. Campaña iniciada por Vox, que ha acabado contaminando al Partido Popular, temeroso de verse desbordado por su derecha. Un temor que ahora se reaviva ante la inminencia de las elecciones catalanas.

No estamos ante una anécdota, ni todo se limita a una serie de exabruptos en un contendor de mensajes digitales, cuyo contenido puede ser motivo de acción penal. Estamos ante algo más.

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FUENTE: La Vanguardia