e llega este vídeo por WhatsApp y por Twitter. Un chaval se para frente a un pequeño comercio de barrio. Ha visto en el escaparate un coche en miniatura. Le gusta. Le casca una foto. Se va a casa. Pone la referencia por internet y lo compra en una gran plataforma online. A la vez, una chica entra en ese mismo pequeño comercio de barrio y se enamora de una caja de música. La prueba. Suena mal. El dependiente se la cambia por otra que suena mejor. La chica, encantada, la compra… pero descubre que detrás del mostrador tienen preparado el cartel de “Liquidació per tancament” (Liquidación por cierre).
Sale de la tienda y empieza a mandar mensajes a sus colegas. El chico de la foto que compró online recibe en su casa el paquete que pidió. Pero el coche en miniatura no tiene nada que ver con el que vio en el escaparate. Elipsis temporal. El dueño de la pequeña tienda de barrio se dispone a colgar en su puerta el cartel de “Liquidació per tancament”. Cuando desde el interior de su pequeño comercio sube la persiana, descubre una larga cola de clientes. Los mensajes de móvil de la chica han movilizado a los vecinos. Incluso, entre los que están en la fila, vemos al chaval que hizo la foto al coche del escaparate. Y suena Les claus del teu món, del cantautor mallorquín Jaime Anglada.
El vídeo está recortado y no viene firmado por nadie. Entro en internet y escribo “Vídeo viral en defensa del pequeño comercio”. Se trata de una campaña de Pimeco, la asociación del pequeño y mediano comercio de Mallorca. Dirigido por Ernest Riera y producido por la agencia de comunicación Vivirdelcuento, el corto lo lanzaron la pasada Navidad, pero ha sido con el virus cuando se ha viralizado.