Si el actual alcalde de Bilbao, Azkuna, agradeció en julio de 2010 la presencia del príncipe en el Botxo, otro de sus alcaldes, Areilza, lo hizo a Carmen Polo de Franco en aquel 15 de agosto de 1937: “En nombre del pueblo bilbaino cúmpleme agradecer vuestra gentileza por haber honrado con vuestra presencia a esta villa redimida para España por la sangre de nuestros soldados y en segundo término por este gesto de simbólica transcendencia que acabáis de realizar al restituir a la Virgen de Begoña el tesoro y la joyas que le fueron robadas por la hipocresía del fingido catolicismo vasco, aliada al insaciable afán de rapiña de sus compañeros rojos. Aquí estáis, ante esta venerada imagen, penacho espiritual de religiosidad…i”
Escrito por César Pérez Navarro. TerceraInformación
Miércoles, 28 de Julio de 2010 12:25
Un equipo interdisciplinar de la Federación Estatal de Foros por la Memoria se encarga de las labores de exhumación y documentación histórica por iniciativa de los familiares. Los crímenes de lesa humanidad serán, una vez más, denunciados en el juzgado correspondiente.
El enjuiciamiento del juez Baltasar Garzón por parte del Tribunal Supremo de España (que en su seno tiene miembros que simpatizan con el golpe militar de 1936), en respuesta a la denuncia realizada por el partido fascista (La Falange) en protesta por el intento de tal juez de llevar a los tribunales a los responsables de los asesinatos realizados por la dictadura, muestra claramente varios hechos que no han sido suficientemente comentados en los medios de información y persuasión que gozan de mayor difusión del país. Uno es que la Transición de la dictadura a la democracia en España fue profundamente inmodélica, pues produjo una democracia muy limitada, en la que las fuerzas que dominaron el aparato del estado dictatorial continúan teniendo una gran influencia sobre el Estado español.
El pasado 27 de junio de 2010 el Parlamento Europeo decidió retirar el ejemplar de la Constitución Monárquica de 1978, que se exponía junto al resto de constituciones europeas. El documento original fue un regalo realizado en 1996 por el propio Congreso de los Diputados de España.
La decisión de la retirada fue adoptada por el Comité Artístico del legislativo europeo al comprobar que los símbolos con los que se aprobó la Carta Magna son los mismos que los utilizados por las instituciones franquistas, como el Águila de San Juan, el yugo y las flechas y el lema “una, grande y libre”.