Cuando hoy se ha cumplido el 75 Aniversario de la liberación de 7500 prisioneros del campo de exterminio de Auschwitz, por el Ejército Soviético y donde más de un millón de víctimas habían sido asesinadas por los nazis, vuelvo la vista atrás, cuando el pasado 19 de agosto, escribía otro artículo en este blog del Colectivo Prometeo, relacionado con el tema, a raíz de la publicación del “Listado de fallecidos en campos de concentración nazis”.

Como a tantos ciudadanos, nos es muy triste y doloroso el recuerdo de estos trágicos hechos, máxime cuando muchos sufrimos la0 pérdida de algún familiar próximo o lejano en aquellos amargos sucesos.

 Si bien, son más que demoledores los sanguinarios sucesos de aquellos campos de la Alemania nazi, ampliamente narrados en documentos escritos y filmados tanto en reportajes como en el cine, es mucho más elocuente la ignorancia y la negación, con que en nuestro país se trata el tema de la persecución franquista, no solamente durante el período bélico, sino sobre los treinta y seis años de dictadura posterior, donde llegaron a existir casi 300 campos de concentración y trabajos forzados en pueblos y edificios megalomaníacos, como fue el caso de El Valle de los Caídos y donde morirían torturados, fusilados, de hambruna o enfermedad miles de prisioneros. Para que no se olvide aquel horror, Alemania no sólo prohíbe el enaltecimiento de aquellas ideologías y sus líderes, sino que recrimina y ha pedido perdón en multitud de ocasiones, algo que en casi cuarenta y cinco años después de desaparecer Franco, aún no ha ocurrido en España, donde multitud de fosas y desaparecidos siguen esperando su reconocimiento.

A la furibunda derecha española, debemos recordar las frases de algunos de los supervivientes en este 75 Aniversario del genocidio: “No olviden lo que sucedió en el Holocausto y procuren que nunca vuelva a ocurrir” o las afirmaciones de Felipe VI que dijo “España nunca va a olvidar lo que representó el Holocausto” pidiendo mirar al futuro para “evitar el odio, la xenofobia y el racismo”. No estaría demás que “nuestros queridos patriotas” hicieran suyas también estas palabras y ese pensamiento a la hora de actuar y de proponer y recordaran además el pasado. Hace lago más de treinta años, en 1989, los anteriores reyes D. Juan Carlos y Dª. Sofía, visitaban por primera vez el campo de exterminio nazi de Polonia, reconociendo “sentirse impresionados”, pero habría sido un gesto que a lo largo de su reinado, hubieran repetido ese reconocimiento y condenado en alguna ocasión al régimen nacionalcatólico del dictador Franco que le encumbró al trono.