“El cartel rojo”, de la infamia a la leyenda PDF Imprimir E-mail
Nuestra Memoria - II Guerra Mundial y Nazismo
Escrito por Mundo Obrero   
Sábado, 25 de Mayo de 2019 04:46

El 21 de febrero de 1944 fueron ejecutados por los nazis en el Mont-Valerian veintitrés resistentes comunistas cuyo dirigente era el armenio Missak Manouchian, poeta y obrero en la fábrica Citroën. La mayoría de estos guerrilleros eran extranjeros de distintas nacionalidades, entre ellos había un español, que luchaban en contra de la invasión alemana y el gobierno del mariscal Pétain. Este grupo era la expresión insólita del internacionalismo organizado y dirigido por el Partido comunista. Sus acciones se materializaban a través de tácticas de guerrilla urbana y su lucha tuvo tanta eficacia en contra del ejército invasor, que el mando alemán, al no poder soportar su peligrosidad, la ejemplaridad y su disciplina no reparó en medios para destruirla.

 

Los componentes del grupo fueron arrestados en noviembre de 1943 y, hoy día, ya están esclarecidas todas las dudas de los responsables de su captura. El historiador Denis Peschanski, basándose en documentos extraídos de los archivos rusos, franceses y alemanes, demuestra que el arresto del grupo fue fruto del trabajo exclusivamente de la policía francesa, dato que en la película de Robert Guediguian, L’armé du crime –nombre que los nazis dieron a este grupo de resistentes- está perfectamente explicado, film que todavía no ha sido proyectado en España en las salas comerciales después de cinco años de su estreno.

Los veintitrés resistentes habían sido muy activos y se habían convertido en un punto de mira prioritario para las autoridades alemanas por lo que su captura supondría, no solo su eliminación, sino también una siniestra llamada de atención a la población francesa advirtiéndole de las causas que conllevaba estar en contra de la ocupación alemana y participar en actos “terroristas”.

Para crear o aumentar el clima de terror, movilizaron a policías y confidentes y crearon un affiche (cartel) que difundieron pegándolo en las paredes de las principales ciudades francesas, el día después de la ejecución de los componentes del grupo para desprestigiarlos y estigmatizarlos por su origen extranjero, poniendo énfasis en especial sobre la presencia de armenios y judíos. Además, en L’affiche rouge (El cartel rojo) podemos observar en primer lugar el slogan Des Liberateurs? (Los liberadores?) y una V dentro de la cual aparecen diez fotos de los resistentes con un pie en cada uno de ellos que explica “sus crímenes” y su filiación política o racial.

El 21 de febrero último François Hollande, presidente de la República francesa, rindió honores a este grupo en el lugar donde fueron asesinados con la retórica oficial habitual y donde también anunció que cuatro grandes personalidades de la Resistencia, dos hombres y dos mujeres, entrarán en el Panteón el año próximo, “lugar donde la patria expresa su reconocimiento a las figuras incontestables que han permitido a Francia ser Francia.”

Pierre Laurent, Secretario General del PCF, que estaba presente en el acto en el que se homenajeaba a veintitrés comunistas asesinados por luchar contra el nazismo vivió la paradoja de que ninguno de ellos había merecido ser elegido para descansar en tan ilustre Panteón, habiendo sido el comunismo la principal fuerza que combatió al nazismo en Francia. ¿Y si Mr Hollande hubiera tenido que presidir el cortejo de los restos fúnebres de Missak Manouchian al Panteón? En La conspiración de Paul Nizan, después de presenciar el cortejo fúnebre de Jean Jaurés, uno de sus personajes dijo suspirando: -No hay la menor discusión…Se sabe con quién hay que estar.

 

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Fuente: Mundo Obrero

http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=3645&fbclid=IwAR0_0RyCA3PLibkIPV-RS8bpb811DU9REmpPfNp3lm6OXEybRlbburXu1C4