Josep Bartolí, el dibujante olvidado que retrató el horror del exilio republicano en Francia Imprimir
Nuestra Memoria - El exilio republicano
Escrito por Astrid Meseguer   
Lunes, 14 de Diciembre de 2020 13:05

La ópera prima de Aurel rinde homenaje a un hombre que plasmó con su trazo la dura realidad que vivían los prisioneros en campos de concentración.

Entre enero y febrero de 1939, miles de refugiados republicanos cruzaron los Pirineos mientras las tropas franquistas ocupaban el territorio catalán hasta la frontera francesa. Josep Bartolí, dibujante, sindicalista, escritor y militante del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), era uno de ellos. El ilustrador catalán sobrevivió en varios campos de concentración franceses durante la Guerra Civil y retrató el horror que veía ante sus ojos en forma de dibujos de gran carga dramática, con un trazo “semi-realista, rápido, limpio, directo, justo y muy sensible”. Rodeados de alambres.

El dibujante de prensa francés Aurel se ha propuesto recuperar su figura en su brillante ópera prima titulada simplemente Josep, que llega a los cines este viernes con distribución de Filmin y tras su paso por la Seminci e inaugurar el festival REC. Una historia conmovedora dibujada, no de animación, que sigue las huellas de un hombre que sobrevivió a la tragedia y logró escapar de los campos de exterminio para acabar estableciéndose en México, donde entabló amistad con Frida Kahlo, y pintar decorados para películas históricas en Hollywood en Estados Unidos.

La película cuenta con producción española, tiene el prestigioso sello del festival de Cannes y se centra exclusivamente en el tiempo que el dibujante pasó exiliado en Francia. Aurel descubrió el dibujo de Bartolí gracias al libro escrito por su sobrino, La retirada, que “trata del exilio de su familia y de los españoles en general”, ilustrado con dibujos de Josep en los campos de concentración. “Estaba dirigiendo mi primer corto de animación y vi en esta historia un tema maravilloso para un nuevo proyecto de animación que juntaba dos pasiones mías: la guerra civil española y el dibujo”, explica a La Vanguardia.

El francés traslada a la pantalla las pésimas condiciones de vida de los presos, a los que pegaban y humillaban constantemente. Josep, libreta y lápiz siempre en mano, dibuja hasta en el suelo, mientras los gendarmes orinan sobre él. “Solo es un español de mierda”, vociferan. De vez en cuando recibe algún gesto amable por parte de un vigilante. Él espera dar pronto con el paradero de su prometida, que huyó a Francia en un tren embarazada. Mientras, captura la angustia del hambre y la desesperación en dibujos descarnados realizados a carboncillo.

Resulta extraño que la fascinante historia de Bartolí no sea más conocida en España. Aurel cree que es “porque huyó del franquismo y no volvió nunca a vivir en España. Hizo su carrera en México y sobre todo en Nueva York. Pero creo también que no interesaba a mucha gente su historia ni tampoco su arte. Su viuda Bernice propuso un par de veces a varias instituciones artísticas o memoriales españolas y catalanas hacer una donación de las obras de Josep... pero nunca lo logró. Aunque unas están en los archivos de Barcelona, ofrecidas por Josep y otras al memorial republicano que es una donación de la familia del hombre de confianza de Josep, Jaume Canyameras”.

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FUENTE: La Vanguardia