Argentina y el aborto legal |
Imperio - Latinoamérica |
Escrito por José Steinsleger |
Jueves, 28 de Junio de 2018 04:51 |
Intenso silencio de los medios de comunicación concentrados, frente a la media sanción del proyecto de Ahora sólo falta que el Senado apruebe el proyecto de ley. O que en tal caso, el presidente Mauricio Macri lo vete. Ambas cosas son posibles. Pero desde ya, el debate traerá lo suyo, pues según el segundo artículo de la Constitución argentina, “[…] el gobierno federal sostiene el culto católico, apostólico y romano”.
El debate parlamentario resultó más interesante que el frívolo oscurantismo de los que aterrorizan a las Leyes de cuño patriarcal, y sostenidas en la idea de que somos persona a partir de la fecundación del óvulo ( La Los diputados en favor de la despenalización sintonizaron con el grito del millón de mujeres que permanecieron en las calles vigilantes, soportando una cruda noche invernal: La discusión duró más de 23 horas, y fue más allá de ideologías, partidismos políticos y credos religiosos. De igual edad (40), las diputadas Victoria Donda y Silvia Lopenatto expusieron sus ideas con alegatos brillantes. Silvia integra el bloque que apoya al derechista Macri. Y Victoria, militante de izquierda, nació de padres Con firmeza y conocimiento de causa, Victoria descolocó a los diputados contrarios a la despenalización. ¿Por qué –se preguntó– es tan difícil aprobar esta ley cuando nos hemos puesto de acuerdo con la del matrimonio igualitario, la de fertilidad asistida, la de trasplante de órganos, o cuando en el caso del trasplante de un corazón que sigue latiendo, y frente a la ausencia de actividad cerebral convenimos que hay muerte?” “A los que hablan de aborto clandestino –añadió– yo les puedo decir qué es la clandestinidad. De cualquier clase social, sean o no pudientes, las mujeres que abortan llevan la clandestinidad en el cuerpo. La clandestinidad te pasa por el cuerpo y te sentís sola, aunque tengás plata para pagarlo. ¿Qué proyecto más perverso nos obligó a argentinos y argentinas a tener mujeres secuestradas y obligadas a parir, como si ese útero fuera un botín de guerra, y el resultado de ese útero, que eran los bebés que nacían vivos, también éramos un botín de guerra?” En su alegato, Victoria Donda preguntó a los diputados Previsiblemente, la jerarquía católica y la Comisión Episcopal de Laicos y Familia de la Conferencia Episcopal, han puesto el grito en el cielo: ___________ Fuente: La Jornada |