El miedo a las urnas dispara las detenciones en Euskadi Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Carlos Tena / inSurGente   

Euskadi La escalada de detenciones arbitrarias y sin pruebas, realizadas por las diversas Fuerzas de Desorden Público que ocupan Euskadi, siguiendo las órdenes de jueces sin recato y deontología, como Grande Marlaska (que a su vez obedece al poder político en detrimento del judicial), pone en solfa de nuevo a quienes se llenan la boca con la palabra democracia.

La Audiencia Nacional se ha plegado a una meta esquizofrénica: lograr el objetivo de la criminalización de centenares de ciudadanos vascos, independentistas y abertzales, para que no les permita ser incluidos en las listas electorales de los próximos comicios de primavera. 

 

El miedo a las urnas del PPSOE (y del PNV) es tal, que hasta el 29 de mayo de 2011 vamos a asistir a una estrategia furibunda y desmedida, en la que cabe todo, hasta la detención de Pello Urízar (Eusko Alkartasuna) si Rubalcaba continúa su andadura por el terreno de la paranoia y la esquizofrenia política. Las encuestas secretas que maneja el Centro de Investigaciones Sociológicas no admiten duda alguna: de presentarse una lista abertzale, lograría más del 25% de votos a nivel nacional, con cotas del 80% en determinadas poblaciones donostiarras.

No se trata pues de acabar con ETA, sino con todo un sector importantísimo de la sociedad vasca que apuesta, bajo sangre y amenazas, tortura y maltrato, por la autodeterminación de su patria.

Las recientes detenciones, insisto, arbitrarias y sin más pruebas que las simples sospechas de un juez del Tribunal de Orden Público, son la demostración palpable del pánico a las urnas. La justicia española es lo más parecido al fútbol esquimal. Ni existe, ni se cree en su futuro.

Zapatero, Ares, Borbón, López, Rajoy y toda esa caterva de catedráticos de la Palabrería, con poderes absolutos para condenar y encerrar ciudadanos "por convicción moral", saben que esa huída hacia adelante solo va a traer como respuesta la firmeza de la izquierda abertzale en su compromiso con la sociedad, por un país libre y sin violencia de ningún género. Se admiten apuestas.

Pero lo que el gobierno español parece buscar es que ETA retome las armas de nuevo, que regrese un escenario de sangre y bombas, que se sigan buscando zulos tan abandonados como las víctimas del terror franquista, para continuar con la infame vesania que supone la detención arbitraria de jóvenes inocentes y las correspondientes palizas en los cuartelillos.

El gobierno de su tragicómica majestad se ha metido en un cul de sac donde los hedores del miedo ahogarán a los propios verdugos de hoy.

No tenéis salida, Rubalcaba. No hay otra solución que dejar en libertad a la democracia, para que se respire un aire limpio en las calles, en los parques y las ikastolas. La violencia del estado no va a impedir que los anhelos de una Euskadi en paz y en libertad plenas se frustren y se pudran en prisión.

No podéis engañar tanto tiempo a tantas personas