Agradecimiento envenenado Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por José Juan Hdez /UCR   
Domingo, 04 de Agosto de 2019 06:39

Pedro Sánchez en el reciente debate de investidura celebrado a finales de julio, dirigiéndose a Gabriel Rufián, agradeció lo siguiente: “la voluntad manifiesta de ERC, con su abstención a cambio de nada, de facilitar la investidura”.

La vida son contextos. Sé que en el plano personal y cotidiano está muy bien visto cuando ayudamos a otra persona sin esperar recompensa alguna. Aunque tampoco es completamente cierto el altruismo total. En el fondo casi todos deseamos obtener la recompensa de la reciprocidad, aunque sea por vía de otra persona o incluso, si somos creyentes, por acción divina, cuando la circunstancia torcida e imprevista se nos presente a nosotros.

 

Sin embargo, en el campo de la política creo que pocas veces en mi vida he visto un agradecimiento más venenoso. Fíjense. El “a cambio de nada”, que para mí casi roza la mala educación, era absolutamente prescindible, salvo que la pretensión de humillar fuera bastante mayor que la de agradecer. El término “a cambio de nada” podía, si lo que Pedro Sánchez quería era visibilizar ante los poderes realmente existentes su férreo cordón sanitario respecto a los independentistas, ser sustituido por una frase más inocua como, por ejemplo, “sin compromiso alguno”. Esta formula, expresando algo bastante parecido, por no decir igual, resulta bastante más cortés, no contiene el desprecio que implica el "a cambio de nada", incluso ante los electores de ERC que probablemente se sentirían ninguneados y enfadados.

Cortesía, pienso, es lo mínimo que se merece por parte del líder socialista quién para muchos opinadores ha transitado del gamberrismo político y el desafío a la honorable antesala de los “prehombres” de estado.

Desde el estrado, Rufián, quizás olvidando el tradicional menosprecio que él ha manifestado en diversas ocasiones por la “equidistancia” de los Comunes en el conflicto catalán, repartió culpas entre el PSOE y Unidas Podemos por el desacuerdo en la investidura. En concreto me llamó la atención que le espetara a Pablo Iglesias que, siendo una fuerza muy joven, de apenas cinco años, inexperta, era un gran logro obtener una vicepresidencia y tres ministerios. Desconocía yo que cotizará la antigüedad a la hora de enfrentarte a una contienda electoral. Además, me pregunto que experiencia tenía, por ejemplo, el centenario y renovado PSOE de 1982 después de más de 40 años alejado de la acción gubernamental y su sumisión en un cierto letargo por mor de la dictadura fascista de Franco.

El afán casi imperioso de Rufián por el acuerdo no dejó de ser sorprendente. Al menos si damos crédito a la aseveración ninguneadora de Sánchez.

La justificación de ERC se centró en cerrar el paso a las derechas. Creo que sobre la piedra trifachita está reedificando Pedro Sánchez su vetusta iglesia social liberal. Si el 40% que pronostica el CIS para el PSOE es verdad, el que según Susana les valía aunque no valiera, está, probablemente vía asesores, rondando la mayoría absoluta.

Lo tengo claro: el PSOE a la hora de defender la unidad del estado español va ser igual de contundente o tal vez más que las tres derechas. Por una razón muy simple: contara con el beneplácito de las derechas oficiales (el PSOE a pesar de sus políticas sigue siendo para la mayoría de la población izquierda) y, aunque arruguen un poquito la nariz, no les faltara la aquiescencia de buena parte de la progresía. Esto lo demuestra el hecho de que son contados los intelectuales de españoles autodenominados de izquierdas que llaman a los líderes catalanes encarcelados por su nombre: presos políticos. Pues eso es lo que eres cuando a la cárcel te lleva tu acción política, circunstancia que reconoció, olvidándose de los votos y acordándose de la honra, en una de sus intervenciones ante la Cámara Pablo Iglesias.

En estos tiempos de cierta zozobra para el régimen del 78 (irrupción de Podemos, reorganización de la derecha) los poderes fácticos del estado tienen una buenísima noticia: el PSOE, ese pilar básico del estado al que me he referido en otras ocasiones, ha vuelto y parece en pleno proceso de reasentamiento a costa (la feroz lucha mediática da sus frutos) del arrinconamiento de Unidas Podemos.

Y esto que acabo de exponer lo sabe Rufián. Por lo tanto pienso que la clave, el acuerdo soterrado, sé que no soy el primero que lo piensa y lo expone, puede estar en los presos o en parte de los presos.

Me refiero al hipotético indulto, por supuesto. Con las tres derechas en el poder tras una repetición electoral en noviembre esa posibilidad se presentaría como muy remota o imposible por su esencia cavernaria y filofranquista y porque además ya han rechazado de plano esa posibilidad que incluso utilizan como una herramienta de escarceo político cotidiano contra el PSOE. Con el PSOE quizás se haya andado ya, siempre muy discretamente, cierto camino. No olvidemos que si ERC, como parece, deja “aparcado” el tema de la independencia (un amplio malestar existe entre los sectores más movilizados del independentismo), por cercanía ideológica su aliado natural es el PSC, amén de los Comunes.

Hago el matiz de parte de los presos porque creo que no está claro que tengan una posición unánime respecto a la posibilidad del indulto. Jordi Cuixart en diferentes ocasiones ha descartado solicitarlo (ojo, si la condena es dura entendería humanamente un cambio en su posición, más aún si una parte significativa del independentismo arría, aunque sea temporalmente, la bandera).

Una última reflexión. Rufián, la posición política de los presos no tiene porqué ser unánime, pero si debe ser unánime e igualitaria la reivindicación conjunta de ellos como luchadores de la causa. Me refiero a que utilizar en un momento de tu discurso la expresión “Junqueras y compañía” o hacer énfasis en los hijos pequeños de Junqueras (no es el único que los tiene) es establecer categorías o partidismos que, ante la represión del estado, me parecen humanamente indeseables y políticamente, desde la perspectiva independentista, un pasito más hacia la derrota.

 

Artículo también publicado en la página personal del autor. Blog de José Juan Hdez