Casi cuatro millones de votos no se rompen Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Félix Población   
Martes, 04 de Junio de 2019 04:55
Sorprendería, si no fuera porque llueve sobre mojado, el espacio de portada que eldiario.es concede hoy al artículo de Ramón Espinar sobre las cinco crisis de Podemos, con un titular tan llamativo como falaz: Ramón Espinar pide una Asamblea Ciudadana urgente para abordar "el fracaso" de Podemos, "que está roto en pedazos".

Quien afirma esto último, lo manifiesta en público y es un militante del partido morado que dejó ser dirigente en el momento en el que Errejón dió el primer paso para romper Podemos, ha dado pie de inmediato a que varios medios de comunicación, nada más leer su extenso artículo, concluyan y difundan que Espinar se ha postulado para enfrentarse a Pablo Iglesias en un Vistalegre 3. Antes esto último, don Ramón ha tenido que salir al paso de esas informaciones y negar a través de Twitter que el artículo esté proponiendo eso, puesto que se trata de un ánalisis y pide "sosiego y autocrítica" a la organización, aunque él haga la autocrítica exhibicionista propia de quienes son conscientes de sus efectos.

Lo que ha escrito Espinar, escrito está: es una crítica pública a la dirección de Podemos -una más desde dentro-, en la que reclama una Asamblea Ciudadana para un relevo en la cúpula, cuando ahora lo que está pendiente es un Consejo Ciudadano a celebrar el próximo fin de semana. En el último proceso asambleario de 2017 el grito de Unidad primó sobre todos, aunque muy pronto alguien la rompió con mucha más ambición que dignidad democrática. Su ambición fue muy bien acogida en los medios de comunicación, como no podía ser menos siempre que el afectado sea el partido morado.

Indigna que con casi cuatro millones de votos en los comicios de hace poco más de un mes, Ramón Espinar (tertuliano con Ferreras al poco de dimitir en Podemos) hable de un "partido roto en mil pedazos". ¿Alguien imagina semejante despropósito e insulto a sus votantes en cualquier otro partido político? ¿Sería imaginable esto en el Partido Popular, que perdió la mitad de sus escaños? Lo peor del caso es que Espinar, además, escribe esto siendo consciente de hasta qué punto han sido determinantes en la merma de la unidad del partido las disputas internas ventiladas en los medios de información, tan abiertos a este tipo de exhibiciones.

Habrá que añadir, por lo tanto, este último artículo a esa trayectoria, empeñada en hacer diana contra el líder de Podemos, cuyo papel al frente de la campaña electoral fue el bastión más resistente para que el partido siga contando como alternativa indispensable para un gobierno progresista. Hoy por hoy, casi cuatro millones de votos están en las urnas y los que hablan de un partido roto en mil pedazos deben tener al menos la dignidad de preservar su valor y respetar lo que representan.

PS. Titular de El Confidencial de hoy sobre el partido de Carmena y Errejón, con Tania Sanchez como secretaria general, claro: La hegemonía del denominado espacio del cambio está en juego y el nuevo proyecto político liderado por Errejón se constituirá formalmente entre los meses de octubre y noviembre. Al partido se le califica (muy originales) como nueva izquierda, al igual que el de los que, saliendo de Izquierda Unida, desembocarían despues en el PSOE. Según leemos en un artículo publicado hoy en Diario16, no es Podemos su objetivo sino Sánchez y jugando con sus mismas armas de progresía sin transformación social o política. Esta nueva izquierda, como todas las nuevas izquierdas que hubo antes a cientos, murió en 1968 (sesentayochismo), en 1979 (eurocomunismo), en 1996 (felipismo), en 2003 (Tercera Vía) o en 2008 (zapaterismo). Una nueva izquierda cansina e inane.

HM. No olvidemos. En abril de 2018 Carolina Bescansa filtró un pacto con Íñigo Errejón para desbancar a Pablo Iglesias. La Vanguardia.

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Fuente: Diario del Aire