Madrid rebelde o Madrid de magdalenas Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Alberto Mena   
Lunes, 03 de Junio de 2019 04:34

"En el transcurso de los cuatro años de legislatura el Ayuntamiento de Madrid ha cedido a la presión de la derecha mediática económica y política madrileña", asegura el autor.

Cuatro años después de que Ahora Madrid se hiciese con el Ayuntamiento de Madrid gracias a una campaña empujada desde la calle y coincidiendo con una fase de movilización, toca replantearse en qué situación estamos, qué fuerzas transformadoras hay dentro y fuera de las instituciones y quiénes son los aliados de estas fuerzas.

En el transcurso de los cuatro años de legislatura, el Ayuntamiento de Madrid ha cedido a la presión de la derecha mediática económica y política madrileña en todas las cuestiones que atañen a la clase dominante madrileña, su clase. Para no ganarse enemistades con los grandes tenedores de vivienda (bancos y fondos de inversión) y porque quizá Carmena se siente más cercana a Begoña Villacís y sus 2,5 millones de euros en inmuebles, no ha intervenido en el precio de la  vivienda (ni siquiera ha llegado al 30% de vivienda protegida en los nuevos desarrollos urbanísticos que permite la ley ya que la Operación Chamartín plantea un 11% y supeditadas a que se termine el proyecto). Lejos de posicionarse con los más desfavorecidos de esta crisis perpetua, ha intentado anular las luchas de las plataformas por la vivienda creando oficinas de mediación que se saltaban a la PAH e incluso ejecutando desahucios desde la Empresa Municipal de la Vivienda.

Recientemente se ha escuchado a Carmena decir que “los bancos no son los responsables de los desahucios en Madrid”. Con estos comentarios, trata de silenciar uno de los focos de conflicto social más claros que hay y que tiene como protagonistas, por un lado, a la mayoría social que trata de vivir en una vivienda digna, que es expulsada de sus casas y barrios, y por otro, a los grandes fondos de inversión y banca que siguen haciendo negocio a costa de un bien de primera necesidad que nunca debió ser negocio. En el conflicto por el derecho a la vivienda, la señora Carmena ha elegido bando y tratará de tapar su posicionamiento de clase con una idea manipulada de la transversalidad, ya que la única forma de afrontar con realismo un problema es reconocer que existe y quiénes son los culpables.

Llegados a este punto, ¿qué posibilidades hay de que el espíritu que impulsó esta candidatura, reflejado en el programa electoral que no se cumple, pueda preservarse y seguir impulsando para conseguir transformaciones reales en la sociedad y revertir la desigualdad creciente de la ciudad? Según lo expuesto, no parece que Carmena y sus secuaces tengan no ya la capacidad sino el interés en atacar el foco principal de la desigualdad, que en Madrid pasa por confrontar los intereses de los Florentino Perez o Villar Mir en favor de lo público, lo de todos. ¿Cómo se va a revertir la desigualdad si se entrega una superficie pública inmensa (Operación Chamartín) a intereses privados (BBVA)? ¿Cómo se va a revertir si se realizan nuevos contratos de limpieza a empresas privadas en vez de municipalizar el servicio lo que permitirá contratar a más personal y con contratos de más calidad?

Las posibilidades de revertir la desigualdad son limitadas pero pasan por estar con los que han estado siempre de pie defendiendo en la calle a la gente que se quedaba sin sitio donde vivir, los que en sus barrios, centros de trabajo, parroquias o donde sea, se han puesto de frente ante los poderosos. Las opciones en definitiva pasan por un Madrid rebelde que esté batallando contra los grandes fondos de inversión y no le tiemble el pulso ni la voz al ejecutar expropiaciones de vivienda a fondos especuladores para que pasen al parque público de viviendas.

Alberto Mena es socio cooperativista de ‘La Marea’.

 

En la imagen superior, Manuela Carmena y Florentino Pérez durante la presentación del proyecto de modernización del Estadio Santiago Bernabéu.