La izquierda siempre contra el fascismo |
Opinión / Actualidad - Política |
Escrito por Benito Sacaluga |
Martes, 19 de Marzo de 2019 00:00 |
El pasado año 2018 la extrema derecha volvió a conseguir representación parlamentaria, concretamente en la Junta de Andalucía. Los partidos representantes de la derecha, Partido Popular y C's, se apresuraron a firmar pactos con la extrema derecha de Vox, unos pactos que garantizaron el acceso a la presidencia del gobierno de Andalucía del partido más corrupto de la historia de este país, del Partido Popular, de un partido que tiene sus raíces en el franquismo. Los tres partidos han sacado tajada, se han repartido Presidencia, Vicepresidencia, Consejerías y Comisiones Parlamentarias. Muy llamativo, y vergonzoso además de una provocación, resulta que Vox presida la comisión del Parlamento andaluz que se ocupa de la Memoria Histórica.
En vísperas de unas próximas elecciones generales, tanto PP como C's, han adoptado estrategias parecidas, ambas encaminadas a no perder votos frente a Vox. Hacerlo no les ha costado ningún trabajo, esa ideología está latente en sus genes. Para ello el PP se ha desprovisto de su careta y muestra su versión más extrema, acercándose a los postulados de los fundadores del partido. C's acude a la radicalización de su discurso patrio, a su particular defensa de la permanencia de Cataluña en el estado español, a esa "Una, Grande y Libre" que el franquismo utilizaba como expresión de sus deseos para España. Con estos actores poco cuesta aventurar que estamos peligrosamente cerca de un nuevo Gobierno central compuesto por un tripartito de derechas radicales, de un gobierno que ya sufrió España. En 1933 los republicanos de izquierda y los socialistas fueron derrotados en las urnas por una colación de las derechas (CEDA), lo que vino a continuación fue el Bienio Negro, dos años de contrarreformas destinadas a aniquilar los avances sociales llevados a cabo por los gobiernos de la II República desde 1931 hasta 1933. Añadamos la Revolución de 1934, añadamos que durante ese bienio se formaron ocho gobiernos con cuatro presidente distintos, el último de ellos presidido por un "centrista". Artículo publicado en el semanario La Armada el 19 de marzo de 1937. Al escribir estas líneas no pretendo hacer un bello artículo, pero sí llevaros al convencimiento de la necesidad de seguir una política antifascista. Política antifascista en la Marina no quiere decir que olvidemos nuestros ideales políticos, pues esos sentimientos han echado profundas raíces en nosotros y no se pueden arrancar ni nadie debe pretenderlo. Nosotros los militares también somos hombres, y como tales, tenemos un cerebro que nos permite pensar y elegir la política que nos parezca más justa y hasta incluso exponerla libremente. Los militares tenemos el deber, como antifascistas que somos, de ser POLÍTICOS, y quien crea lo contrario comete un gran error que puede costar caro a la República que defendemos, pues si los gobernantes anteriores hubieran permitido a los soldados y marinos la libertad de pensar, no hubiera sido posible la traición tan grande de que ha sido víctima nuestra República. Pero hoy, debido al doloroso drama que asola a nuestra Patria, tenemos que luchar todos unidos en un solo ideal, sin que esto signifique cambiar el rumbo que políticamente nos habíamos trazado. Nuestra política actual debe ser la antifascista; es decir, la misma del Gobierno del Frente Popular, teniendo en cuenta de que forman parte del Gobierno elementos republicanos, anarquistas, socialistas y comunistas, que son hombres que nos están enseñando cuál es el camino de la victoria. Y este camino tenemos que recorrerlo unidos en un solo pensamiento: GANAR LA GUERRA, APLASTAR AL FASCISMO. Esta política antifascista tiene sus consignas y todos debemos acogerlas con agrado, porque nos las dan nuestros dirigentes desde los más altos puestos del Estado y todas van encaminadas a señalarnos el camino más corto hacia la victoria. No nos deben parecer duras, porque somos jóvenes y nos sonríe un porvenir lleno de felicidad, si sabemos seguir las normas que nos señalan estos hombres desde el Gobierno. El pueblo nos ha confiado unas máquinas de guerra que se llaman barcos, y debemos hacer todo lo posible para que estas armas den el mayor rendimiento a la causa del pueblo, que es la nuestra propia. ¿De qué forma se consigue esto?: Trabajando más y mejor, siendo disciplinados. Esta disciplina no nos debe parecer humillante y tenemos que observarla de una forma rigurosa, sin regateos y con el mayor agrado, porque es en nuestro propio provecho, ya que estamos firmemente convencidos de que las guerras se ganan a costa de este sacrificio. Una vez conseguida la tan deseada como merecida victoria, entonces el pueblo soberano elegirá libremente la política por que se ha de seguir. Mientras tanto, nosotros, fieles al compromiso contraído con el pueblo, seguiremos luchando unidos como un solo hombre contra LOS ENEMIGOS DE LA CLASE TRABAJADORA, CONTRA LOS ENEMIGOS DE LA VERDADERA ESPAÑA. Republicanos, anarquistas, comunistas y socialistas, todos luchamos por la República democrática, y una prueba de ello nos la da el que todos hacemos la guerra al fascismo bajo una misma bandera, bajo la BANDERA DEL FRENTE POPULAR, por la cual han derramado su sangre los mejores hijos de España. Cartagena, l9-3-1937. José Moreno Mesa.
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