Rajoy, el bombero pirómano que echa gasolina al tren independentista Imprimir
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Paco Arenas/UCR   
Sábado, 30 de Septiembre de 2017 00:00

Los independentistas catalanes deberían estar muy agradecidos al primer ministro Mariano Rajoy, ninguno de ellos está trabajando con tanto ahínco como el jefe del ejecutivo español para lograr la independencia de Cataluña.

Hace unos meses hablaba con el director de este diario, Pedro Solans, sobre las razones que dieron lugar al movimiento de emancipación de los pueblos iberoamericanos. Comentamos que muchos de los que luego serían líderes independentistas, lucharon antes en la guerra de independencia española contra el invasor francés, como, sin ir más lejos el mismo José de San Martín, futuro líder de la independencia de Argentina, Chile y Perú. Pedro me hizo una pregunta sabiendo la respuesta de antemano:

—¿Y eso a qué fue debido?

—A la torpeza del rey y sus secuaces, que en lugar de agradecer los servicios prestados fue a eliminarlos, no solo a ellos, sino también sus aspiraciones de libertad.

Y así fue, si en lugar de estar el rey felón, Fernando VII, hubiese habido al frente de España una persona inteligente, hoy en día, la comunidad iberoamericana sería una realidad, al estilo de la Mancomunidad de Naciones. Tal y conforme es Isabel II de Inglaterrra, reina en 16 países y como cabeza la Mancomunidad de Naciones, de otros 53. Pero España siempre ha tenido los peores y más ineptos gobernantes, más propensos a llenarse los bolsillos, que a engrandecer España como nación.

Poco o nada ha cambiado la situación desde entonces. El partido del gobierno ha utilizado la bandera del “patriotismo” como si fuese una alfombra donde meter todas sus corruptelas. Esa es, además de la torpeza política, la razón por la cual está pasando lo que está pasando en Cataluña. Porque mientras miramos a Cataluña, no nos enteramos de los múltiples casos de dirigentes del Partido Popular que están en los tribunales por corruptos, casi mil, y el mismo Partido Popular está como implicado, tampoco cuestionamos una serie de muertes misteriosas, que suceden cuando algunos de los implicados deben pasar por los tribunales, no digo que sean provocadas, pero…Y hablando de tribunales, más misterios, robos de archivos en las fiscalías, perdidas de documentos importantes, incluso se prende fuego a las dependencias judiciales donde se custodian los expedientes de corrupción del PP...

Todo muy misterioso.

Misterioso también, que los corruptos catalanes, estén libres. La razón bien sencilla, la amenaza del mayor de ellos, Jordi Pujol:

“Si se toca la rama de un árbol caerán todas —amenazó.

El poco honorable presidente de la Generalitat de Cataluña tiene dosier que según él, harían caer la “democracia española”. Y el gobierno tiene pánico de que Jordi Pujol filtre esos dossiers elaborados durante años, en los cuales están reflejados las corruptelas de las más altas instituciones del Estado.

Por todas estas razones, es por las que, en contra de toda lógica, un problema que se debería haber resuelto hace años, no se ha resuelto, porque mientras que se habla de Cataluña, no hablamos de lo que nos están robando.

Ahora la situación se les ha ido de las manos, o tal vez no, ha habido tiempo de negociar, y no se ha querido. Hubo tiempo, y tendrá que haber después del 1 de octubre, y no se querrá, buscaran la solución judicial en lugar de la solución democrática.

Es cierto, que el presunto referéndum es ilegal. No me cabe duda ninguna. Argumentan los nacionalistas españoles que en España está permitido ser independentista, pero siempre que no se pretenda realmente la independencia, porque no se desarrollan, ni se desarrollaran, mientras no exista un gobierno realmente democrático, el actual, hasta los discursos los plagian de sus ancestros ideológicos de la dictadura franquista.

También es cierto, que la actuación de los independentistas en el Parlamento de Cataluña el pasado 8 de septiembre, de democrática no tuvo nada. Alteraron el orden del día para aprobar por mayoría simple, leyes transcendentales que son precisos dos tercios del parlamento, todo esto sin previo aviso a los grupos parlamentarios, dándoles una hora para que presentasen enmiendas. Los independentistas representan el 47% del parlamento de Cataluña, pero el sistema electoral español les ha dado la mayoría absoluta, por mínimos, 62 escaños, a los que hay que sumar los diez de la CUP, contra 64 escaños de la oposición, que representa; no obstante, un 53% de los votos.

No, los independentistas tampoco juegan limpio, y su principal partido ha tenido que cambiar hasta de nombre por estar, al igual que el Partido Popular, hasta las cejas de corrupción, que siempre ha votado al lado del Partido Popular las leyes necesarias para aplicar criminales reformas laborales, para recortar en servicios sociales para regalar el dinero a la banca o a las grandes oligarquías financieras, para restringir derechos y libertados o para apoyar a la innecesaria e inútil monarquía impuesta por el dictador Francisco Franco, dos partidos muy similares, unos que cobran comisiones ilegales en el ámbito de Cataluña, y otros en todo el resto de España, incluida Cataluña, los corruptores las mismas empresas. Lo único que cambian a la hora de negociar las comisiones a robar, es la lengua en que las pactan. Algunos de los dirigentes de PDECAT (Partit Demòcrata Europeu Catalàt), ven en la independencia la solución para escapar de la cárcel de manera “honorable”.

También hay independentistas honrados, ERC (Esquerra Republicana de Cataluña), prácticamente no ha tenido casos de corrupción mientras que la CUP (Candidatura de Unitat Popular), tampoco; aunque algunos de sus discursos, a casi cualquier persona de izquierda con sensibilidad mínimamente democrática, se nos pondrían los pelos de punta. No cuadra mucho el ultranacionalismo con la sensibilidad internacionalista de la Izquierda.

¿Y ahora qué?

Complicado, en principio, dudo que llegue a haber referéndum a corto plazo, ni mucho menos declaración unilateral de independencia, aunque se convocase. Mas cuando los no independentistas, que de acuerdo a las últimas elecciones, representan más de la mitad de la población catalana, aunque al paso que va el bombero pirómano de Rajoy echando gasolina, posiblemente cambie el fiel de la balanza.

Cataluña está tomada por la policía, la operación será un gran “éxito policial”, pero un gran fracaso democrático. Se están abriendo profundas heridas que va a ser muy difícil que cicatricen, y tarde o temprano habrá referéndum, y no me cabe duda, que de no haber echado el gobierno español gasolina a la llama independentista, el resultado sería permanecer unidos, buscando fórmulas de convivencia pacífica y democrática. Así, muchos contrarios a la independencia hace unos meses, ahora con tal de librarse del inepto tirano de Rajoy, y al mismo tiempo de una institución parasitaria como es la monarquía, votarán por la independencia de manera clara; aunque luego se arrepientan y no exista marcha atrás.

Es preciso, después del 1 de octubre abrir vías de dialogo, si toda la acción del gobierno español se basa en judicializar la política y en la represión policial, el problema se agravará mucho más, y no habrá posibilidades de dar marcha atrás.

Los independentistas fuerzan la maquinaria, para que la represión sea la mayor posible, y Mariano Rajoy, se cree caudillo de España, como su paisano, Franco, hasta imita al dictador en alguna de sus frases.

¿Y el rey, qué piensa?

Ese es otro de los grandes misterios de España, según sus acólitos, se supone que está altamente preparado y que es el “garante” de la unidad de España. Pero esa preparación, es como el valor del soldado, se le supone, porque de momento no ha dicho nada, salvo que debemos respetar las reglas del juego democráticas, él, que es rey porque un sanguinario dictador así lo quiso.

Concluyendo: solo el dialogo político y el tender puentes, sin intolerancias y con actitudes democráticas, se puede y se debe encontrar la solución, de momento, tanto Carles Puigdemont como Mariano Rajoy, actúan como auténticos fascistas, aunque a ambos se les llene la boca de democracia. La democracia se defiende y se demuestra en las urnas ejerciendo el derecho ciudadano a decidir sobre su futuro. Me temo, que, como aquel rey felón y sus ineptos e absolutistas gobernantes, de los que hablamos Pedro Solans y yo en el mes de mayo, ahora, se propiciará la independencia de Cataluña, por las mismas o parecidas razones. Rajoy, ahora mismo es el bombero pirómano que echa gasolina al tren independentista, a pesar de saber que los trenes no van con gasolina, el echa con la cerilla en la mano, porque sabe que eso despertará lo más rancio del nacionalismo español, que le perdonará a su partido el ser el partido más corrupto de la historia de España.