El parto constitucional o por qué el centro político está a la derecha Imprimir
Nuestra Memoria - La Transición
Escrito por Emilio Silva en su blog   
Lunes, 12 de Diciembre de 2011 05:21

Santiago CarrilloLa serie documental sobre la transición realizada por la periodista y subdirectora de El Mundo, Victoria Prego, es la versión oficial de los años en los que recuperamos la democracia. Se trata de un momento histórico que sus padres han convertido en "espíritu", algo así como una llama magna incombustible que flota sobre nuestras cabezas.

Cuando la serie que produjo TVE alcanzó el relato de la Constitución del primer parlamento tras las elecciones de 1977 el relato de la periodista aseguraba que por fin "todas las ideas" habían llegado al Congreso de los Diputados. De ese modo se creaba el espejismo de que la democracia fue plena desde que dio sus primeros pasos.

 

La misma periodista que mostraba a un rey Juan Carlos leyendo cada mañana periódicos tabloides europeos había alejado su relato de la verdad para convertirlo en marketing político. A las elecciones de junio de 1977 no pudieron presentarse numerosos partidos políticos que no fueron legalizados. Ninguna de las 82 fuerzas políticas que concurrieron a los comicios llevaba en sus siglas alguna alusión a la república. Diferentes partidos republicanos que tramitaron su legalización recibieron como respuesta del Ministerio de la Gobernación "ser contrarios a la forma de Estado". ¿Qué forma de Estado era esa si aún no se había aprobado la Constitución?El resto de partidos que no fueron legalizados fueron los considerados a la izquierda del PCE: troskistas, maoistas, marxistas leninistas, etc... Mientras tanto, por la extrema derecha, pudieron concurrir a las elecciones grupos políticos como: Alianza Nacional 18 de Julio (que obtuvo 67.336) o la Asociación Política Fuerza Nueva (5.541 votos).

El PSOE y el PCE aceptaron las reglas del juego; esas dos fuerzas políticas votaron a favor de la Ley de Amnistía (la que ha garantizado la impunidad para los franquistas) y participaron en la redacción de la constitución monárquica, ayudando a consolidar la nueva forma de Estado con sus numerosos límites. Así la izquierda parlamentaria comenzó a jugar en la recuperada democracia en terreno ajeno, algo que ha marcado su devenir en estos años.

Ese es el punto de partida de nuestra recuperada democracia, el nido primario al que ahora las élites han convertido en espíritu al servicio de quienes han disfrutado de un buen estatus en estos años, fundamentalmente todos los que han conservado los privilegios adquiridos en la dictadura .

El eje político había sido desplazado por el golpe de Estado del 18 de julio de 1936 y los cuarenta años de dictadura. La transición, con su estrecho punto de partida, dejó el centro a la derecha y ese es uno de los grandes lastres arrastrados desde la dictadura. Nuestra democracia tiene demasiados márgenes; cunetas llenas de hombres, mujeres, el pasado democrático de la Segunda Repúblicas y buenas e interesantes ideas que han permanecido ajenas a la vida pública. La indignación con esas estrecheces debe servir para ensanchar el ámbito público de la política y terminar con las culturas que utilizan la democracia como un territorio conquistado que no quieren compartir

Fuente: emiliosilva.org