Mi admirado presidente Imprimir
Nuestra Memoria - I República
Escrito por Antonio Juan Romero Losana   
Martes, 28 de Septiembre de 2010 17:48

NicolásSalmerón

 Hoy me saltan las alarmas al ver como la reconversión social se consolida en España. Una sociedad en general, idiotizada con el pensamiento único, lo rosa y lo banal. Creída en que estamos en una democracia y que ya todo se ha ganado y conquistado. Asentada en la sumisión y en gran medida en lo mísero de ella misma. Los valores no existen, la dignidad y la honradez se vende, los traidores y chorizos son los que mejor viven, el defraudar al estado se aplaude. Una sociedad indolente instalada y complaciente en el status quo. Todo ello potenciado y vociferado por los gobiernos y prensa afines que lo llamaron estado del bienestar.

La solución que nos dan algunos, es la resignación y el conformismo.  ¿Alguien se puede imaginar que los atentados que está sufriendo esta sociedad, tanto en sus derechos laborales y sociales los podía haber perpetrado hace treinta años el gobierno de turno?.
¿Cómo es posible que la sociedad lo permita y no diga nada, si supuestamente esta mejor informada, es mas culta y esta mejor preparada y capacitada?. Al menos eso nos dicen las estadísticas de las respectivas Consejerías de educación y cultura.

Al respecto, posiblemente la educación de la sociedad no es como nos la pintan en los gráficos de las estadísticas. Además de haberse desmantelado los valores educativos cívicos, siendo sustituidos y suplantados por la supuesta preparación laboral. La persona en su conjunto es anulada, para reconvertirla en un número para las empresas. Un androide manejable.

 Si esto lo permitimos, la reconversión social habrá triunfado, ya no habrá marcha atrás.  

Por poner un ejemplo. ¿Para qué, se preguntaran muchos, un grado o un master en química necesita saber de valores cívicos como la honradez, la austeridad, la lealtad, o de tener conocimientos amplios en filosofía, historia o geografía; si eso supuestamente no lo va a usar en el desarrollo de su trabajo o vida laboral como químico?.

Posiblemente y de igual manera, en la historia que no le han enseñado, esté la solución.

 El 20 de Septiembre se cumplen 102 años de la muerte de D. Nicolás. Y no me refiero a algún cacique de entonces; sino al tercer Presidente de la I República Española.

Este digno personaje, mantenía y explicó muchas tesis en materia de humanismo,- que sería así como el compendio de todos esos valores de la persona y que hoy se están perdiendo-. Una de ellas era su teoría unitaria, que de manera muy resumida consistía en que existían en aquellos años partes o clases de la sociedad que no estaban preparadas en esos valores cívicos, y por lo tanto había que enseñarlos. Casi cien años después, ya vemos como estamos.

También él teorizaba como persona krausista en su concepción. Filosofía humanística que enseñaba y practicaba. La praxis.

Como político profundamente democrático, sembró y laboró los valores y las virtudes cívicas. Ya que él estaba convencido que adquiriendo el pueblo esos valores, se formaría una sociedad, una ciudadanía en España capaz de sostener y llevar  hacia delante las instituciones de un país libre. Pretendió que el pueblo a través de la reflexión, el conocimiento, la educación, el juicio y la acción ejercieran su responsabilidad individual ante el Estado.

Con una sociedad atrasada, con el control de la misma ejercido por la iglesia, y además analfabeta; pedía desesperadamente una acción educativa, pues era muy difícil de convencer a la misma de las bondades y necesidad de practicar ese civismo democrático. Por ello, la educación fue el eje de su política, su primer y principal proyecto. Generalizó la enseñanza primaria y gratuita a cargo del Estado, con escuelas laicas y neutras que incluyeran a las mujeres, que hasta entonces estaban apartadas de la educación; e implantó la libertad de cátedra.

La educación para éste insigne político era perentoria, una educación de orden moral además de un deber político. El que más conocía tenía el deber moral de enseñar a los menos preparados. Era el poso para ir construyendo una sociedad solidaria republicana.

En un acto en Almería dijo que “El político, si tal nombre merece, ha de empezar por ser un pedagogo educador de su pueblo. El político que no sabe educar un pueblo, merced a la pedagogía, es no más que un farsante”.

 ¡Cuantos farsantes hay hoy día!.

Esta persona integra, honrada y austera; tiene que estar cada vez más cerca de nosotros. No solo para recordarla, sino para aplicar sus teorías y prácticas a una sociedad domesticada y dócil, cuyo horizonte no muy lejano viene cargado de nubarrones. Un pueblo al que el tanto ayudó.
 Como dije en la conmemoración de su centenario; “las buenas personas no se mueren, duermen en la eternidad para siempre”. Porque los pensamientos reflejados en sus discursos, sus ideas y su praxis, se necesitan hoy mas que nunca.

Eres D. Nicolás,... “la sombra de la República que un día habrá de llegar”.

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Antonio Juan Romero Losana es Presidente UCAR Almería

Última actualización el Martes, 30 de Noviembre de 2010 09:01