Muere Adolfo Sánchez Vázquez ¿Por qué ser marxista hoy? Imprimir
Información - Opinión / actualidad
Escrito por La Jorrnada / Atilio Borón   
Domingo, 10 de Julio de 2011 08:22
La Jornada
Profesor emérito de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, el también poeta español se vio obligado a exiliarse en México en 1939 ante la derrota de las fuerzas republicanas por Francisco Franco

El pensador y profesor emérito de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Adolfo Sánchez Vázquez, falleció este viernes a los 95 años a causa de una neumonía y su cuerpo es velado en una agencia de la calle Félix Cuevas, en el sur de esta ciudad.

Sánchez Vázquez, quien pereció en su casa a las 10:20 horas de este viernes, era considerado uno de los pensadores iberoamericanos más importantes del siglo XX y lo que va del XXI, por sustentar una visión renovadora, abierta y no dogmática del marxismo.

Nació en Algeciras, Cádiz en 1915. En los años 30, en Málaga, inició su interés por la poesía, animado por Emilio Prados. Ahí se afilió a la juventud comunista.

 

En septiembre de 1936 se incorporó a las fuerzas republicanas y en febrero de 1939, ante la derrota, se vio obligado al exilio. Sánchez Vázquez se acogió a la protección ofrecida por el presidente Lázaro Cárdenas y se embarcó a México en el buque Sinaia.

A lo largo de su vida sostuvo la congruencia con principios ideológicos orientados hacia una sociedad más justa, más igualitaria, más libre y más digna.

Durante un par de entrevistas sostenidas con La Jornada, acaso entre las más recientes que ha concedido a algún medio de información, el catedrático aseveró que en caso de que el mundo desdeñe aquella opción, corremos el riesgo hoy, más perfectible que en otros tiempos, de que lleguemos a una nueva barbarie.

Docente durante más de 50 años en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, el filósofo fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2002, reconocido con varios doctorados honoris causa por universidades mexicanas y extranjeras, así como autor de más de 25 libros.


Atilio Borón
Una triste noticia conocimos hace pocas horas: a los 95 años de edad murió don Adolfo Sánchez Vázquez, quien sin exageración podría ser caracterizado como uno de los más grandes filósofos marxistas de la segunda mitad del siglo veinte y cuya influencia se dejara sentir hasta nuestros días. Falleció ayer, 8 de Julio, en México, país que lo acogiera con su proverbial hospitalidad, al finalizar la Guerra Civil española en 1939.Tal como lo escribí en Facebook ni bien me enteré de lo ocurrido, el fallecimiento de Don Adolfo Sánchez Vázquez me llegó a lo más profundo del alma. Fue él quien me invitó a introducirme a fondo en el campo de la filosofía política, instándome a combinar mis análisis sociopolíticos y económicos del capitalismo con una mirada más filosófica que me abriera las puertas a una reflexión más integral, totalizadora y dialéctica de las sociedades contemporáneas. Eso ocurrió en México, en 1976, cuando en la FLACSO -por ese entonces todavía un foco de pensamiento crítico- lo invitaron a dictar un curso de Filosofía Política en la Maestría de Ciencia Política que se dictaba en esa institución. Al aceptarlo me solicitó que fuera su asistente de cátedra y desde ese momento su obra y su persona se convirtieron en una fuente constante de estímulo para mi pensamiento. Como diría otro español excepcional, Alfonso Sastre, don Adolfo se convirtió en mi sombra con la cual a lo largo de más de tres décadas mantuve un diálogo permanente. Por eso no exagero un ápice si digo que aquella experiencia de trabajo con él me cambió la vida y mi visión del mundo. Cuando gran parte de lo que pasaba por marxismo en aquel entonces era una indigesta colección de "manuales estalinistas" o de confusos desvaríos estructuralistas o postestructuralistas -porque Gramsci todavía estaba a la espera de su relectura en clave comunista y no socialdemócrata y porque Mariátegui, Fidel y el Che no habían logrado horadar el europeísmo y la colonialidad que aún prevalecía en las filas del marxismo- Sánchez Vázquez me enseñó a descartar tanto las imposiciones teóricas de una burocracia pseudo revolucionaria como a desconfiar de las modas intelectuales de la época, por más seductoras que fueran. La obra de don Adolfo era un marxismo abierto, anti-dogmático, fresco y, por lo tanto, en  permanente renovación, sintonizado constantemente con el desenvolvimiento de las contradicciones del capitalismo en cuyos entresijos se internaba para descubrir, desde allí, la ruta hacia la nueva sociedad. En esta empresa su sabiduría le permitía distinguir muy cuidadosamente entre la necesidad de una continua reactualización de la gran herencia de la tradición marxista del "liquidacionismo" posmoderno en virtud del cual los supuestos "renovadores" del marxismo lo "renovaron" con tanto entusiasmo que terminaron pasándose a las filas del pensamiento burgués. En fin, con su muerte se nos fue un grande de la filosofía política marxista y alguien que jamás pagó tributo a las modas teóricas e ideológicas de su tiempo. Intelectual de una sabiduría y erudición deslumbrantes enalteció como pocos la palabra "maestro". Jamás abjuró de sus convicciones revolucionarias ni le hizo concesión alguna al capitalismo, al cual nunca se cansó de denunciar por su incorregible esencia predatoria, explotadora y antihumana. Sus enseñanzas, recogida en más de veinte libros e infinidad de artículos, seguirán viviendo entre nosotros. ¡Hasta la victoria siempre, don Adolfo!
Última actualización el Domingo, 10 de Julio de 2011 15:02