Entrevistas a Antonio García-Trevijano Imprimir
Monarquía - Juan Carlos y el 23-F
Escrito por Isabel Bugallal / La Opinión de La Coruña /Daniel Prieto / Xornal   
Miércoles, 23 de Febrero de 2011 00:00

Antonio García-TrevijanoTuvo un papel político central en las postrimerías del franquismo pero hoy se siente en el más absoluto ostracismo. Antonio García-Trevijano (Granada, 1927) fue el artífice de la Junta Democrática en 1974 pero no se plegó después al pactismo de la transición. Hoy presentará en A Coruña el libro ´Teoría pura de la república´ (El buey mudo), la última secuela de la "república constitucional" que pregona.  

 

Cómo sería España ahora si hubiera triunfado la ruptura democrática que usted defendía?
–Sin duda, sería una república constitucional ¿Porqué se hizo la transición? Para evitar que se produjera la ruptura del franquismo. 


–¿Sería la panacea?
–Solucionaría todos los problemas políticos, incluso la crisis económica. Volver a la II República no resolvería nada, pero sí la ruptura de este régimen partitocrático de corrupción. Si se instaurase la república constitucional, en 24 horas se ahorraría más del 10% del PIB: se habría resuelto el problema de la crisis financiera y del déficit presupuestario de España.  


–¿Qué gastos se suprimirían?
–De un plumazo, las subvenciones a los partidos, sindicatos, ONG, a la cultura, a las diputaciones... Se suprimirían las pensiones de los presidentes y ministros, ¿por qué han de cobrar toda la vida? Es una monstruosidad moral.  


–¿Cómo se tendrían que financiar partidos y sindicatos? ¿o no tendría que haber partidos?
–¡Qué locura insinúa, por Dios! Yo soy defensor de los partidos políticos, como lo demostré con la fundación de la Junta Democrática, que unió a los partidos contra el franquismo, pero una cosa son los partidos que pertenecen a la sociedad civil y otra los que pertenecen al Estado. Los partidos y los sindicatos deben estar financiados exclusivamente por sus militantes. ¿Cómo voy a estar en contra de los partidos si he sido su primer defensor cuando nadie los defendía? Está hablando con una persona coherente desde hace 60 años.  


–¿Diría neofranquismo?
–Es una oligarquía neofranquista absoluta, no hay libertad política. La libertad es colectiva o no hay libertad, ¿cómo van a tener los partidos privilegios? Todo lo que se hizo en España es horroroso, falso y de catetos.  


–¿Y en los otros países?
–Salvo Suiza, tampoco son democráticos porque no tienen separación de poderes. Por lo menos, los sistemas de Francia y Gran Bretaña son representativos, pero Montesquieu es un desconocido: la Revolución Francesa prefirió a Rousseau, un utópico, defensor de la igualdad a costa de la libertad.

 
–Naturalmente, usted no vota.

–¿Cómo voy a votar? No he votado nunca. No sólo no voto sino que en todas las elecciones pido la abstención, la única forma inteligente contra este sistema. 


–¿Es antisistema?
–No, no soy antisistema; aquí no hay un sistema político, es un puro régimen de poder. Soy antirégimen, soy un radical revolucionario que quiere acabar con esta Monarquía y poner en su lugar una república constitucional.  


–Sin embargo, usted ha prestado algún servicio a la Corona.
–Jamás. Fui amigo del conde de Barcelona [don Juan de Borbón], como republicano, y llegamos al acuerdo de que si él triunfara en un golpe de Estado contra Franco, convocaría un referéndum para que los españoles eligieran entre monarquía y república. Siempre fui fiel a la república y claro que ayudé al conde de Barcelona. Como fui amigo del Príncipe [don Juan Carlos] cuando era cadete en [la escuela militar de] Zaragoza, pero eso no supone nada políticamente.  


–¿Volvió a ver al Rey?
–La última vez fue en el Club 31: estaba con Sofía, su mujer, la que es reina, y con el marqués de Mondéjar. Me llevó allí, engañado, el periodista de ABC Salvador López de la Torres a los pocos días de que Franco lo designase sucesor de la Corona. Al llegar allí, Salvador me indicó que mirara a mi derecha, que me estaban saludando. Yo no los saludé pero, al salir, él [el Rey] se dirigió a mi y me dijo ´Tono, ¿no quieres saludarme?´ En voz alta para que todos lo oyeran, le dije: ´Al amigo, siempre; al sucesor, jamás´.  


–¿Ahí acabó su relación?
–Cuando fui encarcelado por Fraga, me mandó un mensaje de pesar diciéndome que no podía hacer nada. Le respondí lo que le había dicho en Zaragoza veinte años antes cuando salíamos en coche con las chicas a divertirnos los fines de semana.  


–¿Tan amigos eran?
–Yo tenía un coche de carreras, era casi verano, llevaba un sombrero de paja y él se acercó a mi. Me preguntó si era mexicano y corredor de coches, le dije que sí y a partir de ahí venía todos los fines de semana conmigo a divertirse. Y cuando, de vacaciones en Estoril, presumió ante su padre del amigo tan extraordinario que tenía, un mexicano con mucho dinero y un Pegaso gris, su padre le dijo: ´panoli, te están engañando, ese es Trevijano´.

 
–¡Anda!

–Y, cuando volvió de vacaciones a Zaragoza, quiso comer conmigo con una impaciencia enorme: ´Ya que sé quién eres, me ha dicho mi padre que eres quien mejor conoce la política española: ¿voy a ser rey?´. ´Desde luego´, le respondí. ´¿Y qué tendría que hacer?´. ´Lo primero, meterme a mi en la cárcel, porque si no me metes seré yo quien te meta a ti´, le dije. Esa es la realidad de España que no conoce nadie, ¿pero no ve usted que yo estoy apartado de todos los medios de comunicación porque les da pavor que diga la verdad? 


–¿Es un proscrito?
–Estoy en el ostracismo total.  


–Ausente de la política y de la universidad.
–Pues claro. Si yo tuviera presencia en la televisión, ni un catedrático podría enseñar Derecho político como se enseña.

  


–¿De ahí aquellas campañas para desacreditarlo?

  

–Es evidente, la campaña de Guinea...

 
–¿Se forró en Guinea?

–Ni una peseta, no hice un solo negocio en Guinea en mi vida. 


–¿Le costó dinero?
–Me costó dinero la independencia [de Guinea] porque yo pagué facturas del grupo independiente, que no subvencionaba Carrero Blanco ni Castiella. Finalmente, el Gobierno impuso la Constitución para la independencia que había hecho Herrero de Miñón y rechazó la que yo asesoré  


–En su despacho de la Castellana se firmó la Platajunta.
–Sí, y por eso fui a la cárcel cuatro meses, mientras que al granuja de Javier Solana y a Raúl Morodo los soltaron inmediatamente.  


–Prometía una carrera política rutilante.
–Yo era el jefe de toda la oposición y triunfé porque logré reunir a todos los partidos sin excepción, y otros habían fracasado con el pacto de Munich.

  


–Se debió gastar una fortuna.
–No sólo en Guinea; en París financié una sede muy digna, y costosa, de la Junta Democrática; alquilé un avión para llevar, entre otros, a Tierno Galván, a Estrasburgo, para presentar allí a la Junta Democrática. Tierno tenía miedo y no quería ir, ni viajar en vuelo regular, así que tuve que fletar un avión y me hizo firmar que si le quitaban el pasaporte yo le pagaría 300.000 pesetas al mes. Ese era Tierno, esa era la oposición que pactó con el franquismo: no tenían moralidad.

  


–¿De dónde sacaba el dinero?
–De mi despacho de abogados de Madrid. No había heredado nada pero no me dolía gastarme todo lo que ganaba en la libertad.

 


–Un despacho muy boyante.
–Además de notario, era muy competente y llevaba grandes pleitos en el extranjero. Tuve clientes muy importantes y gané mucho.


–¿De izquierda o de derecha?
–Esa pregunta no tiene sentido ante un revolucionario. Todo en España es de ultraderecha. Hay izquierda social, pero no política.


–¿Hay monarquía para rato?
–Es muy débil pero a los pueblos les cuesta mucho despertarse de sus ilusiones. El pueblo español cree que democracia y corrupción son lo mismo y no lucha. Corrupción intelectual, que es la peor.

 

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Antonio García-Trevijano: “La diferencia entre Falange, PP, PSOE e IU es nula, son traidores”

Daniel Prieto / Xornal 

   El abogado y pensador republicano Antonio García-Trevijano (Granada, 1927), fundador de la Junta Democrática, fue uno de los más destacados opositores a la dictadura franquista. Trevijano, que hoy presenta en la Fundación Caixa Galicia de A Coruña su último libro, Teoría pura de la República, de la editorial El Buey Mudo, se define como "un revolucionario" y asegura que en España "no hay democracia". Este vehemente intelectual, cabeza visible del Movimiento de los Ciudadanos hacia la República Constitucional, que fue encarcelado por orden de Fraga por sus declaraciones sobre Franco en los estertores del régimen, sostiene que "los partidos políticos son tiránicos".

 

En su último libro trata la revolución francesa desde una nueva visión.

Defiendo una tesis contraria a la que han defendido los grandes historiadores de la revolución francesa del siglo XIX. No se escribió la historia de su pasado sino que los historiadores defendieron sus posiciones ideológicas, y yo he hecho un análisis objetivo. Casi todos los historiadores defendieron la mentira de que el rey no había huido sino que había sido secuestrado. La muerte de Robespierre dio paso a modernidad, a un pacto del poder con las finanzas para establecer la corrupción como sistema de gobierno, y en eso estamos.

 

Asegura que los partidos actúan como aliados de las oligarquías.

Muchísimo más grave que eso. Todos los partidos actuales son dictatoriales y tiránicos. Franco tenía un partido único, como Mussolini y Hitler, y la monarquía española tiene, en vez de un partido único estatal, varios. La diferencia entre la Falange, el PP, el PSOE e IU es nula, son partidos estatales y traidores a la sociedad civil, enemigos de los electores, que los votan porque son incautos y no saben que están votando al Estado, enemigo de la sociedad civil. Los partidos estatales son una monstruosidad jurídica y política, un circuito cerrado de intereses. Que esto sea aceptado por los españoles significa que los medios de comunicación y las universidades están al servicio de la oligarquía que controla el Estado. Los que votan están en servidumbre voluntaria a los partidos estatales. Es un término de Étienne de la Boétie, amigo de Montaigne. Se refiere a que tenemos tiranos porque los sostenemos.

 

Afirma que en España no existe democracia.

¿Cómo va a existir si el sistema electoral prohíbe que la sociedad civil y los electores estén representados en el Parlamento? Ahí solo están los partidos y las listas las hacen los jefes de partido. El sistema ni siquiera es representativo y tendría que haber separación de poderes, que no la hay. Así que no existe democracia. Hace 35 años era yo solo, desde la Junta Democrática, el único que se opuso al Pacto de la Moncloa, al acuerdo de los partidos, con Suárez y con la Falange, y fui el único que atacó a la constitución diciendo que era fruto de la oligarquía. Es un escándalo que se tolere que los partidos y los sindicatos estén pagados por el Estado.

 

Presume de no haber cambiado de opinión desde hace más de 30 años.

Soy un revolucionario, quiero cambiar de verdad el régimen de partidos por un sistema democrático, y abogo por la acción colectiva. El Movimiento de los Ciudadanos hacia la República Constitucional, que he fundado, postula esto. No hay izquierda política, solo hay pobres e izquierda social porque IU forma parte de la oligarquía, al estar subvencionada por el estado monárquico. Es una vergüenza que tengan la osadía de llamarse republicanos. En el franquismo mi voz era la más escuchada, pero los partidos pactaron con la corrupción y fui relegado al ostracismo.

 ¿Sigue siendo un tema tabú el 23-F?

Se sigue ocultando que el promotor del 23-F fue el Rey Juan Carlos I. Esto lo dije entonces. Al poco de haber publicado esta opinión mía en un periódico, Sabino Fernández Campos –Secretario General de la Casa Real española– me dijo que yo había sido el único que había dicho la verdad sobre aquellos hechos. Además, me confirmó que mi interpretación había sido exacta y que el Rey había sido el responsable de todo. En vida, Sabino jamás lo desmintió.

 ¿Qué opina de la Transición?

La Transición ha sido una permanencia en lo mismo a través de una transacción, a la renuncia al esencial por parte de los partidos para llegar a un consenso. La dictadura de un partido dejó paso a la dictadura de varios partidos. El partido Comunista renunció a ser comunista, el Partido Socialista renunció a ser socialista y el Partido Popular no tuvo que renunciar a nada, porque procedía del franquismo de Fraga y siguió siendo fiel a sí mismo. Y ese pacto horrible y ese engaño al pueblo es la Transición. Además, el pueblo no pudo manifestar su opinión sobre la Constitución, ¿como va a ser democrática si no se aprobó en referéndum?

 Fraga podría ser juzgado si prospera la querella argentina para juzgar el genocidio franquista. ¿Qué le parece?

Fraga es responsable de muertes y secuestros. Es el símbolo del crimen y de la vergüenza de Galicia, y no porque me metiera en la cárcel, sino porque ha sido el icono de la represión