Es la primera vez en muchos años que vemos un colectivo dispuesto a hacer una huelga indefinida. Y lo están consiguiendo. La huelga lleva ya más de dos semanas, con todo lo que esto implica de pérdida salarial por parte del profesorado. Los padres y madres apoyan la acción no llevando a sus hijos a la escuela; los estudiantes de secundaria también hacen huelga; la solidaridad de otros territorios, especialmente de Catalunya y Valencia, pero también de Andalucía, se expresa en actos y manifestaciones de apoyo; la caja de resistencia continua recibiendo la solidaridad económica de muchas personas, grupos y organizaciones; y la sociedad entera de las Illes salió a la calle en una manifestación nunca vista el pasado 29 de septiembre.

¿Cómo ha sido posible esta acumulación de valentía para plantar cara a un decreto?

La verdad es que el decreto de Tractament Integral de Llengües (TIL), que supone que una tercera parte de los contenidos curriculares debe impartirse en inglés, ha sido la gota que ha colmado el vaso. No sólo porque es un atentado a la realidad (no hay suficientes profesores para impartir tanto currículum en inglés, no es posible un experimento así con ratios tan elevadas, hay falta de formación, de materiales, etc.), sino porque, además, expresa la clara voluntad de excluir la lengua catalana como lengua vehicular de la enseñanza.

El gobierno del Sr Bauzá se ha envalentonado de forma incomprensible y antidemocrática y ha intentado imponer, por encima del cansancio y de las agresiones recibidas por parte del profesorado, una medida que ha hecho saltar todas las alarmas y todo el rechazo a los intentos de desmantelar la lengua catalana y, al mismo tiempo, la educación pública.

La convocatoria de la huelga indefinida se ha caracterizado por un intenso proceso de debate y decisión asamblearia y horizontal, con una participación importante del profesorado y de numerosas redes, plataformas y sindicatos para decidir cuáles eran las medidas más adecuadas para plantar cara a las políticas del gobierno balear, un gobierno que está aprobando de forma unilateral numerosas medidas que afectan negativamente a la escuela, al profesorado y a los alumnos. .Entre estas medidas están las que afectan los salarios, la jornada, las plantillas, las ratios, las jubilaciones, despidos,…También las que afectan a la concesión de becas o prestaciones al alumnado o a sus familias. Y evidentemente está el TIL, un programa que pretende impedir que el catalán sea la lengua vehicular del sistema educativo.

El PP, siguiendo con su obsesión catalanofóbica, continua la persecución y los ataques a la lengua y la cultura catalanas, no sólo en las Illes, sino en todos los territorios que comparten la misma lengua. En el País Valencià hace años que miles de alumnos no pueden estudiar en valenciano, y ahora quieren agravarlo con los programas multilingües. En Catalunya se intenta acabar con la inmersión lingüística por la vía judicial.

El conjunto de estas políticas ha hecho saltar todas las alarmas, ya que suponen un ataque sin precedentes a las condiciones laborales del profesorado, a la calidad de la enseñanza, a los derechos del alumnado y las familias, y a normalización y recuperación de la lengua propia. Con la excusa de la crisis y la aplicación de políticas neoliberales se pretende destruir el derecho de todas las personas a la educación, privatizándola, mercantilizándola y poniendo en marcha un genocidio lingüístico.

Frente a todo esto estamos asistiendo en las Illes a un claro y admirable ejemplo de resistencia y lucha en defensa de la educación pública, de la lengua catalana, de la democracia y de la dignidad. Tienen toda nuestra solidaridad

Rosa Cañadell es profesora; ex-portavoz del sindicato USTEC·STEs

Traducción y Fuente: VIENTO SUR