Pacto PP-C's contra la Educación Pública Imprimir
Servicios Públicos - Enseñanza Pública
Escrito por Agustín Moreno y Enrique Javier Díez Gutiérrez   
Lunes, 30 de Abril de 2018 00:00
Un “Pacto Educativo” sólo puede asentarse, primero, blindando constitucionalmente al menos el 7% del PIB en la educación de las futuras generaciones, en vez de rescatar bancos y autopistas, para que cualquier gobierno no pueda recortarlo ni rebajarlo.
Segundo, asegurando el respeto a la libertad de conciencia mediante una educación laica que respete tanto a quienes profesan alguna religión como a quienes no lo hacen. Esto significa sacar toda religión y sus manifestaciones fuera de los centros de enseñanza, eliminando los dogmas y el adoctrinamiento.


Y, en tercer lugar, es imprescindible garantizar el bien común. Es decir, suprimir los centros concertados que segregan y excluyen detrayendo financiación que debería estar destinada a una red pública única que es la única que asegura ese derecho universal en condiciones de igualdad y convivencia, sin discriminación de clase social, o por razones de creencias, de sexo, de orientación sexual o de cualquier tipo.

Sin estos tres pilares no tiene sentido ningún pacto educativo. Es más, estas son demandas básicas que ha consensuado la comunidad educativa en el Documento de bases para una nueva Ley de Educación. Acuerdo social y político (NOTA 1). Sería una estafa un pacto sin que recoja el acuerdo de los sectores más representativos de la comunidad educativa.

Hay actualmente dos modelos de educación en disputa. Uno que la considera un derecho y un bien común público, que debe ser garantizado y promovido por los representantes de la comunidad social democráticamente elegidos, los Estados, para asegurar la mejor educación para todos los niños y niñas y la equidad en el desarrollo de toda la población (educación pública gratuita). El otro modelo considera la educación una oportunidad de negocio para avispados emprendedores (se mueven 4 billones de dólares anuales), y a la vez una inversión individual de las familias para asegurarse cada uno, competitivamente, las mejores oportunidades en el futuro mercado laboral. La derecha en este país, representada políticamente por el PP en su versión conservadora y por Ciudadanos en su versión neoliberal, con el apoyo de los sectores económicos vinculados al IBEX35 y los sectores católicos ligados a la jerarquía episcopal, ha optado claramente por este segundo modelo y pretenden un Pacto Neoliberal por la Educación.

Los procesos para alcanzar pactos educativos han estado marcados por permanentes concesiones a la derecha político-social, que no está dispuesta a retroceder ni un milímetro en su ideología y su modelo. El ministro de educación del PSOE, Gabilondo, pretendía incluir en el anterior pacto educativo que promovía, a los centros concertados como parte de la red pública, con el falaz argumento de todo lo financiado públicamente es?servicio “público”. Equiparando así la escuela privada concertada, mayoritariamente confesional y selectiva, con la de titularidad pública.

Por eso nos tememos que el único “pacto educativo” que puede salir actualmente es una "contrarreforma educativa encubierta" acordada por PP y Ciudadanos, manteniendo lo esencial de la LOMCE y los recortes educativos. Que puede ser todavía “blanqueada” por el PSOE cuyo único papel suele reducirse a ceder ante las exigencias del sector conservador, aunque haya escenificado una “salida” ensayada de la subcomisión poco creíble, cuando tuvo en su mano generar mayorías alternativas y blindar la financiación o no extender los conciertos en la etapa infantil. Lo cierto es que parece que una parte de la ideología neoliberal educativa ha sido asumida por dirigentes y responsables políticos del PSOE, especialmente en relación a los conciertos. Por eso el grupo político Unidos Podemos ha decidido salirse del actual “paripé” de la subcomisión para un pacto educativo (posteriormente también lo han hecho ERC y el PdeCat), que se ha convertido en un fraude a puerta cerrada, respondiendo así a la demanda de la comunidad educativa en ese sentido, y ha apostado por trabajar en medidas legislativas que derriben la LOMCE y, junto con la Comunidad Educativa, llamar a que se movilicen todos los sectores y salgan a la calle en defensa de una educación pública, laica, democrática e inclusiva. Por eso ha iniciado una ruta por todo el país denominada “Orgullosas de la pública. El Pacto de Estado sale a la calle”, para explicar que un pacto educativo real solo será posible si cuenta con la comunidad educativa y se piensa en el bien común, no en el mercado; si se organizan movilizaciones de la comunidad educativa y las fuerzas progresistas; y se hace valer en el Parlamento la mayoría política existente.

NOTA:
1. https://goo.gl/H8w9wh
__________
Fuente: Mundo Obrero