La inmersión en la escuela, el símbolo de la lucha por la igualdad |
Servicios Públicos - Enseñanza Pública |
Escrito por Neus Tomás |
Sábado, 17 de Febrero de 2018 06:46 |
La inmersión es fruto del esfuerzo de miles de padres y madres que no nacieron en Catalunya pero pelearon para que sus hijos fuesen bilingües Este es un artículo a favor de la inmersión lingüística. A favor de un modelo pensado para cohesionar y no para dividir, que a diferencia de otros sistemas evita separar a los alumnos en función de la lengua, y cuyo mejor aval son los resultados en las pruebas de competencia lingüística, que demuestran que el conocimiento de catalán y castellano es el mismo durante toda la trayectoria escolar. Este es un modelo fruto de un esfuerzo colectivo, empezando por el de pedagogos como la socialista Marta Mata que en la Transición lucharon para evitar la segregación en las aulas. La inmersión es el esfuerzo de miles de padres y madres que no nacieron en Catalunya pero pelearon para que sus hijos fuesen bilingües. La primera aplicación de esta fórmula se realizó en 19 escuelas de Santa Coloma de Gramenet. Era el curso 1983-1984 y la prueba se hizo en unos centros donde la mayoría de los alumnos eran castellanoparlantes. Fue posible gracias al empeño de un grupo de padres que querían que sus hijos aprendiesen la otra lengua que se hablaba en Catalunya. Esos padres y sus hijos simbolizan la lucha por la igualdad. Eso es la inmersión. La escuela catalana es también (o sobre todo) el esfuerzo de varias generaciones de maestros cuya contribución al progreso individual de muchos catalanes y al del país en su conjunto no siempre ha sido reconocido como se merece. Son esos profesores que se han indignado contra los recortes en la educación pública y que ahora defienden las aulas de acogida para evitar que haya alumnos de primera y de segunda en función de su lugar de nacimiento. La inmersión también va de la dignidad de un colectivo que, a diferencia de muchos políticos, piensa en el futuro de los hijos y no en el voto de sus padres. Tras la amenaza del Gobierno central de acabar con la inmersión vale la pena hacer un repaso a toda la prensa editada en Catalunya, en papel o digital. Sirve para comprobar que este debate no va de izquierdas y derechas, no va de independentismo. Se trata de respeto y de convivencia, dos conceptos que algunos gobernantes o aspirantes a serlo son capaces de menospreciar hasta unos límites tan preocupantes como indignantes. La mejor manera de combatir la política gallinácea que el PP y Ciudadanos hace años que practican con el catalán es aportar datos que la rebaten. Aquí van algunos:
Conclusión: El problema de la educación en Catalunya es el mismo que en el resto de España. Es el fracaso y la falta de competencia en inglés. El abandono escolar prematuro está situado en casi el 18%, muy por encima de Euskadi (7'3%) y por detrás de comunidades como Baleares (27%) o Murcia (26'5%), según datos referentes al 2017. Esta debería ser la prioridad de los gobernantes. Sean los que aprovechan el 155 para impulsar unas medidas que no cuentan con el apoyo mayoritario ni del Parlament ni de la sociedad o los que aspiran a regresar a la Generalitat pero son incapaces de ponerse de acuerdo.
En la imagen superior, portada de la revista Cavall Fort publicada en 1970 ________ |