Educación de primera y de segunda Imprimir
Servicios Públicos - Enseñanza Pública
Escrito por Óscar Celador Angón en Público   
Sábado, 09 de Abril de 2011 05:52

Escuela Pública Sin EsperanzaLa presidenta de la Comunidad de Madrid ha prometido que si gana las elecciones autonómicas, creará un Bachillerato de Excelencia, donde podrán escolarizarse los alumnos que finalicen la Educación Secundaria Obligatoria con mejores calificaciones. A priori, estamos ante una mera promesa electoral, y ya sabemos lo propensa que es la mediocre clase política española a realizar promesas de todo tipo cuando se aproximan las citas electorales. Sin embargo, la promesa de Esperanza Aguirre tiene cierta credibilidad, pues tradicionalmente se ha alineado dentro de las filas del Partido Popular con aquellos que proponen la creación de un sistema escolar en el cual la libertad de enseñanza (escuela privada) prime sobre el derecho a la educación (escuela pública), tal y como dejó claro cuando fue la titular del Ministerio de Educación en el periodo 1996-1999.

 

Podría pensarse que el PP madrileño ha cometido un grave error al realizar una propuesta de esta naturaleza cuando falta tan poco para celebrar los comicios autonómicos, ya que no propone incrementar la calidad del sistema educativo sino mejorar la educación de un pequeño porcentaje de la población escolar a costa de marginar al resto. En otras palabras, mientras que los mejores alumnos (la minoría) disfrutarían de los principales recursos pedagógicos y un profesorado altamente especializado; los alumnos que no sean académicamente excelentes (la mayoría) serían educados en un contexto escolar con menos medios y profesorado, e indirectamente condenados a la marginación académica.

Ahora bien, pese a que la propuesta de Esperanza Aguirre encaja milimétricamente con su trayectoria política, probablemente estemos ante una auténtica cortina de humo con la que intenta evitar que la sociedad madrileña debata sobre lo que realmente es importante en este terreno; es decir, sobre cuál es el estado real de la educación pública madrileña, y que en consecuencia el electorado sea consciente del elevado índice de fracaso escolar, la precariedad laboral en la que se encuentran cientos de profesores, y los constantes recortes presupuestarios que han experimentado los programas de becas y de refuerzo escolar de los alumnos con peores calificaciones.

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Óscar Celador Angón. Profesor de Derecho Eclesiástico del Estado y de Libertades Públicas.