Como una nueva y heroica Juana de Arco, católica hasta la médula, fanática hasta el refajo, que junto con el cinturón de la castidad ella sigue vistiendo, franquista hasta la náusea y defensora del liberalismo que para ella es sólo económico, freetraders según confiesa en la intimidad a su confesor, y lo condensa en la frase "enriqueceos los ricos y conformaros los pobres por pecadores", Esperanza Aguirre, en fiel y puritana aplicación de la encíclica "Rerum novarum" del papa, ideólogo y promotor del totalitarismo fascista y del "Fuero del Trabajo", León XIII, ha decidió poner fin a la coexistencia de clases garantizada por el Estado de bienestar, provocando, cual cruzada de la Iglesia, una nueva edición de la lucha de clases a fin de poner a los trabajadores en su sitio: deben volver a trabajar sin descanso y sin placeres que enturbien sus mentes, privados de salud y analfabetos para mayor gloria de su dios Católico y de su homónimo el Capital. Su Capital.
No hace ni un año que en la eterna pugna entre Alberto Ruiz Gallardón y Esperanza Aguirre, el entonces alcalde de Madrid era tachado de asqueroso rojo infiltrado en las filas del PP. Todos los medios de la caverna coincidían en destacar los valores liberales y de derecha democrática de Espe, la auténtica lideresa, que lo mismo sale viva de un accidente de helicóptero y se monta en otro, que escapa de un bombardeo con vuelo expres de regreso o supera su grave enfermedad sin apenas estar de baja.
Si Juan Sánchez ha aceptado sobornos estamos perdidos. Aunque no lo parezca, la corrupción de un modesto comunista de la periferia municipal de Andalucía sería en cierto sentido un hecho mucho más alarmante que la corrupción del tesorero del primer partido de España, más que la del presidente de una próspera autonomía, más que la del yerno del mismísimo rey y hasta más incluso que la del presidente de todo un Tribunal Supremo.
El martes 15 de mayo se “ estrenó” el nuevo gobierno andaluz. Lo hizo a lo grande, cara de “no me gusta esto” ( la misma que pone Soraya Sáenz de Santamaría ), rictus de “ me duele más que a vosotros” ( clavadito a los de Esperanza Aguirre) y anuncio de que son medidas transitorias y revertibles (también lo dicen Montoro, Mas o De Guindos), dentro de un enunciado lleno de palabrería huera en la que a cada frase la acompañaba el concepto “solidaridad” con los parados (¿ la misma que hasta el momento han demostrado la oligarquía dirigente causante de la crisis?).
¡Menos monsergas, fotocopie sus justificantes de gastos y múestrelos!
Tras la denuncia contra el presidente del Tribunal Supremo, Carlos Dívar, presentada Manuel Gómez Benítez, vocal del Consejo del Poder Judicial y catedrático de derecho penal por malversar, supuestamente, fondos públicos, conviene recordar su nómima: es presidente del Tribunal Supremo y también presidente del Consejo General del Poder Judicial. Cobra como Presidente del Tribunal Supremo: 130.152. O como leí en otra parte: con 11.864€ al mes una de las mejores nóminas del Estado.