Somos vasallos, no imbéciles

Arturo del Villar / UCR

    El compañero Rodríguez, el increíble jefe del Gobierno de este reino de las maravillas, ha reunido a los medios de comunicación para encargarles que nos transmitan sus tradicionales mentiras de fin de año. Sus discursos o ruedas de Prensa continúan siendo interminables, porque es incapaz de pronunciar dos palabras seguidas, y de acentuarlas debidamente. Y eso que nació en Valladolid, en donde se habla el castellano más perfecto. ¿Es que no existe un logopeda en este reino que le pueda enseñar a hablar correcta y fluidamente? Aunque es posible que lo hayan intentado, con el mismo resultado obtenido por Jordi Sevilla cuando pretendió instruirle en economía.

   Vamos a recordar lo que comentó y anunció hace justamente un año, para comprobar el caso que debe hacerse a sus palabras. En un rasgo insólito de humildad, inesperado en él, que nos tiene acostumbrados a sus presunciones contra toda evidencia, admitió el 30 de diciembre de 2009: "No estuve muy acertado cuando a mediados de 2008 tuvimos aquel debate sobre si estábamos en crisis o desaceleración." No estuvo acertado en nada, ni de lo hecho ni de lo prometido, como es fácil comprobar.

 Obsesionado por el paro

    Vaticinó para el primer semestre de 2010 "una moderada pérdida de empleo", pero "un empleo neto en el último tramo", y declaró que "mi única obsesión es la vuelta al trabajo de los casi cuatro millones de parados". Según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, que como su propio nombre indica es un organismo estatal, en el tercer trimestre de 2010 el número de desempleados en el reino ascendía a 4.574.700 personas, con un incremento sobre el mismo período del año anterior del 10,95 por ciento. Le rogamos que deje de obsesionarse por estos asuntos, para que no los empeore más todavía.

   Aseguró que en el mes de junio el Congreso aprobaría la Ley de Economía Sostenible, pero termina el año y el reino sigue sin ley, cosa que parece satisfactoria, porque la legislación promulgada por el compañero Rodríguez es la más antisocial y antisocialista que ha habido en toda la historia contemporánea de España. "Debemos recuperar la confianza, porque hay motivos para ello", manifestó, y los resultados los estamos padeciendo. Solamente tenemos motivos para desconfiar de sus palabras.

   En el tono enfático que suele aplicar a su oratoria tartajeante, sintió la ocurrencia de profetizar: "España es hoy más fuerte en el mundo, fortalecimiento que alcanzará su cota más alta el uno de enero, al ocupar la presidencia semestral de la Unión Europea." Estuvo casi tan ridículo como la hija de tránsfuga Leire Pajín, al anunciar que en ese momento se iba a producir una conjunción planetaria por coincidir con el mandato del emperador Obama I, motivo suficiente para ser declarada sociatonta mayor del reino, y aceptarse el neologismo pajinez como sinónimo de estupidez mayúscula. No le hizo caso ninguno de los restantes veintiséis jefes de Estado, y al emperador Obama no le dio la gana de venir a mantener una reunión con ellos, a pesar de todas las solicitudes imploradas por los edecanes del compañero Rodríguez.

   Prometió que dedicaría esos seis meses de presidencia a luchar contra la crisis económica y a crear empleo. Que se lo digan a los griegos, y a los irlandeses, y a los portugueses, y a los demás ciudadanos de la Unión. Y menos mal que los verdaderos dirigentes no le permitieron tomar decisiones, porque de haberlo hecho ya no habría Unión Europea.

   Confesó que "el Gobierno ha optado por mantener la paz social y garantizar el poder adquisitivo de las economías más débiles, en especial los parados". Por eso el 12 de mayo anunció en el Congreso las más drásticas medidas de ajuste económico. Por eso el 16 de junio su Gobierno antisocialista aprobó un decreto ley para la reforma del mercado laboral, con lo que se convirtió en el enemigo público número uno de los trabajadores. Por eso hubo una huelga general el 29 de setiembre, más las parciales a lo largo del año. Por eso ha suprimido las ayudas por nacimiento y por desempleo sin prestación. Por eso ha hundido al reino en un estado de malestar social del que tardará quinquenios en lograr salir. Y eso que el 2010 ha sido un año bisanto, en Santiago y en Caravaca, y eso que en febrero el compañero Rodríguez se trasladó a los Estados Unidos nada más que para tomar parte en un desayuno de oración nacional, y eso que en noviembre vino el obispo de Roma a bendecir al reino.

 Todas las predicciones fallidas

   Especial interés tuvo el 30 de enero de 2009 la defensa cerrada de su ministro del Interior, el compañero Pérez, muy criticado en esos momentos por haber anunciado "una próxima ofensiva de ETA". Ahora, un año después, lo que hace Pérez es presumir de la falta de atentados de ETA en todo el año. Por lo tanto, metió la pata como profeta. Pese a ello, el compañero Rodríguez le ascendió a vicepresidente primero del Gobierno que él llama Socialista, cuando se vio obligado a remodelarlo el 20 de octubre porque su desprestigio era tan inmenso que no se sostenía.

   Con el ascenso del compañero Pérez, presente ahora permanentemente en todos los medios de comunicación escritos y audiovisuales, se propalan especulaciones sobre la posibilidad de que sea el candidato del partido que se autoproclama indebidamente Socialista en las elecciones generales en 2012. Sin embargo, en su discurso de fin de año en 2009 el compañero Rodríguez manifestó que "mi posible candidatura en 2012 no será tema de debate en el partido". Pues no se habla de otra cosa en el reino, un método ideal para que el Gobierno intente distraer la atención de los vasallos.

   Las cualidades proféticas del compañero Rodríguez quedan por el suelo al recordar su vaticinio hecho el 30 de diciembre de 2009, cuando anunció que "el resultado de las elecciones catalanas será mejor de lo que parece para el Partido Socialista de Cataluña, y peor de lo previsto para Convergència i Unió", debido a que "en el panorama catalán, siempre tan animado, quien ha demostrado seriedad, coherencia y un proyecto previsible es José Montilla". Pues el 28 de noviembre triunfó CiU, mientras los socialistas sufrían un descalabro descomunal, así que el presidente de la Generalitat es Artur Mas, y el xarnego Montilla ha anunciado su retirada. No hay cosa que le salga bien al compañero Rodríguez. Algunos dicen que es gafe.

   Con este precedente inmediato, se entiende que los vasallos no tengamos ningún interés en conocer las baladronadas presentadas este año. Nada de lo que anuncie se cumplirá, ni por casualidad, y aquel a quien promocione se estrellará fatalmente.

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Arturo del Villar es Pesidente del Colectivo Republicano Tercer Milenio