ROTÁN PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Arturo del Villar / UCR   
Sábado, 08 de Octubre de 2011 05:14

Base de RotaParece ser que la mayor parte de los 29.125 habitantes del municipio gaditano de Rota, según consignaba la estadística al empezar este año, considera favorablemente la ampliación de la base naval para que sea refugio permanente de cuatro destructores, mil cien militares y un centenar de civiles gringos, dedicados al espionaje y la amenaza de la Organización Terrorista del Atlántico Norte (OTAN). Actualmente residen en su territorio 1.800 gringos, de modo que al añadírseles 1.200 más sumarán 3.000 ciudadanos gringos. A este paso pronto van a superar a los españoles, obligados a emigrar en busca de trabajo, y así Rota será una localidad gringa insertada en Andalucía. En ese momento se le deberá cambiar el nombre, y ya que está al servicio de la OTAN pasará a denominarse Rotán.

 

   La alcaldesa de la actual Rota es Eva Corrales, del partido que se dice Popular. Lleva ocho años en el cargo, sostenida por una de esas agrupaciones locales sin ideología definida, los Roteños Unidos. En las elecciones municipales del pasado 22 de mayo ambos grupos obtuvieron siete concejales cada uno, pero es sintomático que solamente votan en los diversos comicios dos tercios de los censados.

   La alcaldesa está muy contenta con la firma de ese acuerdo, por el que Rota pierde sus señas de identidad andaluza y se convierte en un pueblo gringo. Asegura que lo esperaba, porque desde el año 2000 se han estado realizando constantes obras en la base, para ampliar sus muelles y el número de pistas de aterrizaje para los aviones otánicos. Un tercio del terreno municipal lo ocupa la base. Ella calcula que los 1.200 ciudadanos gringos que van a llegar se gastarán el sueldo en la localidad, lo que animará la economía. Seguro que ya hay empresas que estudian la instalación de nuevos prostíbulos de lujo, un complemento inevitable allí en donde hay bases militares gringas. La nueva Rotan dará que hablar, aunque no para bien.

 
Los trabajadores desconfían

 
   Tiene más dudas el presidente del comité de trabajadores de la base, José Sabido. Estima "satisfactorio a priori" que se amplíe la base, y se declara "optimista con moderación", pero teme que "se contrate a trabajadores altamente cualificados a bajo coste, sin que la Inspección de Trabajo pueda pasar las alambradas del recinto para ver cómo se transgreden sus derechos laborales". Sabe cómo actúan los gringos allá en donde mandan, y en la nueva Rotan su dominio será absoluto, al ser mayoritarios. Hasta elegirán alcalde y concejales gringos. De modo que la señora Corrales tiene los días contados, y su actual contento se cambiará en lágrimas, cuando compruebe el resultado de esta inmigración militar gringa sobre su tierra. Le estará bien empleado.

   El vicepresidente anodino y ministro de Política Territorial del agónico Gobierno presuntamente socialista, el compañero Manuel Chaves, que es andaluz, se ha apresurado a ir a Cádiz y convocar una rueda de Prensa, para explicar las bondades del acuerdo firmado por su jefe natural, el compañero Rodríguez, con los secretarios de la OTAN y de Defensa gringo. No tiene motivos para inquietarse, ya que el partido que ahora es oposición, y que a final de año gobernará, está muy de acuerdo con el acuerdo. Como si lo hubiera firmado su líder. Si es que ambos partidos defienden la misma política. A fin de cuentas, en el reino de España mandan Obama, Merkel, Sarkozy y Ratzinger, a quienes rinden pleitesía su majestad el rey católico y el Gobierno de turno.

   Por si caso, Chaves ha ido a Cádiz para tranquilizar a algún posible preocupado por la presencia de los cuatro destructores dotados del sistema de combate Aegis. Ha asegurado que su armamento "será exclusivamente convencional, y no entraña ningún riesgo". Todos sabemos que cuando un político se molesta en advertir que no existe el menor riesgo de algo, es que el riesgo resulta tremendo. De otra manera no se mueve de su sillón. Pero como los roteños son optimistas al pensar en los dólares que les van a traer los inmigrantes, nadie muestra ninguna inquietud.

   También ha aclarado que el Imperio invertirá entre tres y seis millones de euros en la ampliación de la base, una cantidad que deja como propina cualquier jeque árabe en los hoteles de la Costa del Sol en los que fornica. Tanta alharaca para esa miseria. Asimismo ha anunciado que para llevar a cabo las obras de ampliación se contratará temporalmente a un centenar de trabajadores. Otra migaja, sabiendo que en Rota hay ahora más de cuatro mil personas en paro.

 
Un regalo al imperio

 
   ¿Qué oferta ridícula es la que promociona el compañero Chaves? A cambio de esa nadería el Gobierno que se dice socialista y hasta obrero regala una parte del territorio español a una nación extranjera, porque la OTAN es un organismo oficial del Imperio. La nueva Rotan será una localidad gringa, enclavada en suelo español. Van a crear otro Gibraltar, con el beneplácito del partido llamado Popular, tan riguroso en la defensa de la indisolubilidad nacional. ¿Y qué opina su majestad el rey católico, que según el artículo 56 de la Constitución vigente es el símbolo de la unidad española? ¡Que perdemos todo un pueblo!

   El próximo día 12 se celebrará en Madrid el 72º Desfile de la Victoria, siguiendo la costumbre instaurada por el dictadorísimo en 1939. Lo han presentado el ministro de la Presidencia, el triste Jáuregui, y la de Defensa, la generalísima Chacón, conocida como La Niña de la OTAN. Han adelantado que en los próximos días soportaremos una gran campaña publicitaria en todos los medios de comunicación del reino, con el eslogan "Las Fuerzas Armadas que España necesita". Si tenemos las de la OTAN, no necesitamos otras. Se podía ahorrar el gasto del desfile ese Ministerio que arrastra una deuda de 26.000 millones de euros, por hacer de asistente de la OTAN.

   También ha advertido la marcial ministra que la tribuna presidencial, en la que se juntarán los reyes, los tripríncipes, el Gobierno y unos invitados de postín, estará protegida, para evitar que se abuchee al compañero Rodríguez, una costumbre de los últimos años a la que no quieren renunciar los castizos madrileños. En esta ocasión con mayor motivo, para recordarle aquellos tiempos en los que acudía a las manifestaciones gritando "¡OTAN no, bases fuera!", y demostraba su desprecio por el Imperio quedándose sentado ante el paso de la bandera de las barras y estrellas. Entonces estaba en la oposición, y no soñaba con presidir un Gobierno de su majestad. Ahora es el procónsul del emperador en la colonia española, de la que le entrega un trozo de su territorio para que sea un pueblo plenamente gringo.

   Termino, porque necesito vomitar rápidamente.