Pa lo que le queda en el convento... ZP reforma la Constitución por sus cojones. Bueno, y porque se lo han dicho Merkel y Sarkozy PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por El Jueves   
Viernes, 26 de Agosto de 2011 00:00

Zapatero  para atar"¡No, no hay que tocar la Constitución! ¡Es una herejía plantear cualquier cambio! ¡No la escribió Dios, pero casi casi, así que a respetarla y a callar la boca!". Este era, a grandes rasgos, el consenso que existía alrededor de la Carta Magna, aunque mucha de la gente que tiene hoy derecho a voto jamás pudo votarla. ZP intentó en su momento modificar cuatro cositas, y al darse cuenta que era un marrón, prefirió dejarlo. Sin embargo, ha vuelto a la carga con renovada energía. Reformará la Constitución para limitar el gasto público porque se ve que la cosa está mu mala y, sobre todo, porque si no Angela Merkel y Nicolas Sarkozy iban a enfadarse.

 

¡Pero no nos pongamos nerviosos aún! Limitar el gasto público... suena bien. Menos pasta para que puedan dilapidarla. Claro que en sitios como Cataluña ya han empezado a limitarlo y en lugar de recortarse los sueldos (por decir algo) están suprimiendo médicos y hospitales. Pero bueno, suerte que podremos opinar en las urnas sobre esta reforma y.... ¡Ah, no, que no nos preguntarán! Será una reforma exprés y sin referéndum. Y, mira por donde, Mariano Rajoy está de acuerdo. Sinceramente, es para echarnos a llorar. O para ir haciendo las maletas, que será más práctico.

Que Zapatero ya no sabe lo que hace es un hecho que podríamos hasta probar científicamente. El refrán "Donde dije digo, digo Diego" toma una nueva dimensión en manos del presidente español, que si por cada vez que ha hecho algo que prometió no hacer le hubieran dado un céntimo de euro, sería más rico que Bill Gates. La Constitución, que se suponía que era inviolable, será ahora sometida a un gang bang masivo a cargo de sus señorías. Empezamos a preguntarnos por qué demonios nos piden que vayamos a las urnas cada cuatro años, si al final nos acaban gobernando desde Alemania, desde Francia, desde Estados Unidos, desde el Banco Santander (sí, sobre todo desde el Santander). Nos gobiernan de todas partes excepto desde la Moncloa. Así que la buena noticia es que no nos asustemos por la futura llegada de Rajoy. Con un poco de suerte, pintará tan poco como Zapatero.

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Fuente: El Jueves