Ciudad en venta, oportunidad para empresas simpáticas PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Ana Encinas   
Lunes, 11 de Febrero de 2019 05:25

La Comunidad prevé acabar esta semana sus informes sobre Madrid Nuevo Norte

"Los que quieran un mundo sin empresas no pueden gobernar Madrid". 

Esta afirmación no viene de José Luis Martínez-Almeida ni, aunque podría, tampoco la ha dicho Begoña Villacís. Esta simplificación de la política municipal en el contexto de la economía capitalista es la respuesta de la alcaldesa Manuela Carmena a las relevantes informaciones que eldiario.es ha publicado en las últimas semanas sobre la Operación Chamartín; ese pelotazo inmobiliario en suelo público concebido por algunas mentes brillantes en la gestión de negocios y que, si llega, lo hará para engrosar la cuenta de beneficios del BBVA.

La voz de quienes se han mantenido en el compromiso con el programa electoral y las ideas de transformación que facilitaron la entrada de Ahora Madrid en el ayuntamiento -y, por tanto, lograron que Carmena accediera a la alcaldía- quedan reducidas con estas declaraciones a una riña entre un grupito de agitadores. Las dudas (razonables) sobre los contratos que facilitan la Operación Chamartín, explicadas como un rebote de dos o tres radicales que no razonan porque les ciega el odio a las empresas. Unos irresponsables que, además, decían que no había que plegarse a la Ley Montoro ni aceptar las exigencias del dialogante (sic) gobierno de Rajoy. Pobres ignorantes que no entendieron que al ayuntamiento se llegaba para gestionar y que estas cosas, las batallitas contra lo ya establecido, no salen en la foto de la ciudad simpática. Del Madrid que abraza. 

Es de agradecer, a pesar del tono, la sinceridad. Aunque más se habrían agradecido estas declaraciones hace cuatro años, cuando muchas pensábamos que Ahora Madrid sería una herramienta que llegaba para romper con las dinámicas neoliberales que padece nuestra ciudad por culpa de 25 años de gobierno del PP. Hay que reconocer que la frase es coherente con muchas de las políticas y líneas estratégicas efectuadas en nombre de Ahora Madrid. Se llama cooperación público-privada. O lo que es lo mismo, las decisiones políticas que durante este mandato han ido encaminadas a fortalecer la relación con grandes empresas para, con ellas, construir una ciudad "sostenible e innovadora", dicen. Relaciones y desarrollo de proyectos que ponen a las empresas a diseñar nuestra ciudad con la intención de alimentar esa marca Madrid que, por supuesto, está ideada por y para esas empresas a las que la alcaldesa no odia. 

Al ayuntamiento le gustan las empresas  

En 2013 Ana Botella anunció orgullosa la creación del Foro de Empresas por Madrid, un órgano que durante el gobierno de Carmena se ha mantenido para coordinar la participación de las empresas en las políticas públicas. Su existencia se mantiene gracias al relato de la innovación estratégica. Dos conceptos, por cierto, inconcretos y que dicen más bien poco. Este organismo financiado con dinero público nació con diez socios fundadores. Eran las entidades que patrocinaron la ilusionante candidatura olímpica Madrid 2020: Accenture S.L, Cámara de Comercio e Industria de Madrid - CEIM, J&A Garrigues S.L:P, Gómez Acebo & Pombo Abogados S.L.P, Grupo Villar Mir-OHL, IFEMA- Feria de Madrid, La Caixa, J. C. Decaux, Pricewaterhousecoopers y Telefónica. Más tarde se sumaron El Corte Inglés, Bankia -los de los desahucios-, BBVA -los de la Operación Chamartín-, Acciona y más. No es sorpresa para nadie que Botella tampoco odiaba a las empresas. 

¿Por qué esta plataforma de colaboración? La respuesta ahora es un poco como la de antes. Que las empresas contribuyan al diseño de las estrategias en nuestra ciudad para, en teoría, mejorar la vida de quienes vivimos en Madrid. Sus primeros esfuerzos en esta línea, para que estemos un poquito más felices, los pusieron en contagiarnos del espíritu olímpico, llegando su consideración con la población incluso a sembrar en algunas zonas ajardinadas "especies vegetales que recuerdan a los colores utilizados por la Candidatura Olímpica en su logo". En esas palabras lo expresó Botella con alegría. 

Hoy el marco ha cambiado un poco y desde el Foro de Empresas lo que nos proponen es contribuir a nuestro "desarrollo integral" mejorando la reputación, la competitividad, la influencia internacional y la capacidad de atracción de inversiones de Madrid. La relación entre el ayuntamiento y cada empresa se formaliza a través de un convenio donde reconocen su relación como un "elemento impulsor en el desarrollo de una estrategia de ciudad que redunde en la creación de valor añadido para ambas partes". El reglamento establece que el ayuntamiento determina la cuantía que las empresas aportan para entrar en el club. Aunque es variable, suelen ser 35.000 euros al año. A cambio se les ofrece asesoramiento (preocupa que no se detalle qué tipo de asesoramiento se da desde el ayuntamiento a las empresas) y promoción. En total, Madrid ingresa 945.000 euros al año procedentes del Foro de Empresas e invierte 3’9 millones en participación empresarial y otros 4,1 millones en Innovación y Ciudad Inteligente, una línea de gestión de lo público que sigue la misma estrategia -o más bien, engloba- esa cooperación con lo privado que tiene como último objetivo hacer una buena promoción de la ciudad para atraer capitales extranjeros y que los que hacían negocio con el PP lo sigan haciendo con el ayuntamiento del cambio.  

El fomento de eventos y acciones con empresas, el "impulso de la compra pública innovadora" en Madrid y el apoyo a las startups cuentan con partida presupuestaria propia en Madrid. La intención es "incluir el concepto de innovación en la imagen de Madrid" -¿la imagen de qué Madrid?-. Por esto, existe un plan de marketing desarrollado sobre la idea de la ciudad como marca. "Madrid te abraza es el concepto que engloba todo el relato de ciudad y resume lo planteado en el documento "Marca Madrid. Estrategia 2018-2023". El objetivo es promocionar a nivel internacional la ciudad ajustando la imagen exterior de nuestra ciudad a los códigos y lógicas del mercado. Unas propuestas cargadas de intención política que actúan al servicio de esas empresas amigas y que cuentan muy poco con la gente que vive en Madrid, población que en sus planes queda reducida a consumidor/usuario. 

En la ciudad capitalista las empresas fijan el modelo de ciudad y condicionan nuestra vida. La connivencia político-empresarial requiere de una pulcra transparencia y virar el modelo hacia economías solidarias y de proximidad que se motiven en la cooperación y no en la competición. En lo local frente a lo global. Y quien no aplique esto desde su posición como representante público escogido para la transformación y el cambio político no puede gobernar Madrid.

 

La Comunidad prevé acabar esta semana sus informes sobre Madrid Nuevo NorteUna maqueta del proyecto Madrid Nuevo Norte

 

Ana Encinas es del  Colectivo Economistas Sin Fronteras

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Fuente: El Diario