Curso acelerado de política andaluza para periodistas madrileños PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Raúl Solís   
Viernes, 16 de Noviembre de 2018 00:00

Lo que se está eligiendo en estas elecciones es mucho más que un presidente del Gobierno, es qué partido y qué espectro ideológico va a sustituir en no mucho tiempo a un PSOE andaluz que está biológicamente muerto y políticamente agotado y sin proyecto para la Andalucía del siglo XXI 

Antes que nada, compañeros, permitidme que un plumilla de la periferia se dirija a vosotros y vosotras para intentar explicaros algunas cosas que desde la Gran Vía no se logran entender sobre el ecosistema político andaluz. La política andaluza tiene códigos propios, tan propios como la catalana o la vasca, y no cabe en moldes industriales con los que tratáis la información sobre esta bendita tierra.

Que Susana Díaz tuviera más avales que votos en las primarias del PSOE se debe a que en Andalucía existe un clima político propio. También explica el clima propio el hecho de que Izquierda Unida tenga 80 alcaldías y más de 600 grupos municipales en Andalucía mientras en el norte o en las Castillas es una fuerza residual. El ecosistema propio explica también que el PSOE lleve gobernando 36 años y a pesar de ello aparezca como primera opción en las encuestas.

Los datos de paro, de abandono escolar, la desigualdad, el modelo productivo, la realidad social del Campo de Gibraltar, el latifundio y las ocupaciones de fincas, la desindustrialización, los bajos salarios, el fuerte peso del turismo y de la emigración juvenil e incluso el aislamiento ferroviario que sufren provincias como Granada o Almería son realidades que no se entienden si se analiza a esta bendita tierra con la lógica centralista de quienes nos miran y escriben de nosotros y nosotras desde la Gran Vía. Admitidlo: montaros en el AVE para venir a beber rebujito y bailar sevillanas en las muchas ferias que tenemos o ver los pasos en Semana Santa no os hace expertos sobre Andalucía.

El clima político propio ya empezó a germinarse durante la dictadura. Igual no lo sabéis, pero en las mesas de la oposición democrática que se reunieron en París en 1974 para trabajar por la democracia había sentado un representante andalucista entre miembros del PCE de Santiago Carrillo, el Partido Socialista Popular de Tierno Galván o miembros de Comisiones Obreras. Aquella Alianza Socialista de Andalucía que se comprometió con la democracia en París en 1974 luego sería el Partido Socialista de Andalucía (PSA), que no tiene nada que ver con el PSOE de Andalucía, y que fue crucial para la conquista de la autonomía andaluza.

Durante la Transición, hubo un proceso popular que inundó las calles de Andalucía de gente pidiendo la autonomía política al nivel de Cataluña, Galicia o Euskadi. Aquella fecha histórica, el 4 de diciembre de 1977, los andaluces y andaluzas salieron a la calle con Carlos Cano de banda sonora y conquistaron la igualdad territorial y las máximas cotas de autogobierno, que es la causa de que, entre otras muchas cosas, la presidenta andaluza tenga la potestad de convocar elecciones fuera de la terna del resto de las comunidades autónomas.

Sin aquel 4 de diciembre de 1977 nunca hubiéramos tenido 28F en 1980, que fue la fecha en la que votamos en referéndum enmendar la Constitución Española que fue redactada de espaldas a Andalucía y nos situaba una vez más en la subalternidad. Sólo Alianza Popular y UCD se quedaron fuera de aquella conquista que no cabe duda que ha transformado a Andalucía para mejor. El PSOE y el PCE, que primero le negaron a Andalucía su autonomía votando a favor de la Constitución de 1978, luego se vieron arrastrados por el andalucismo popular. Y desde entonces todos los partidos de izquierdas andaluces son andalucistas. O al menos lo intentan. De hecho, Susana Díaz electoralmente se la puede pegar porque tiró la bandera andaluza al suelo para irse a Madrid a investir a Mariano Rajoy.

Os explico todo esto para que entendáis un poco qué significa Adelante Andalucía, la segunda fuerza en intención de voto según el CIS que ha dejado a los periodistas madrileños fuera de onda. Adelante Andalucía no es “Podemos Adelante”, “Adelante Podemos”, “Andalucía Podemos” o “la marca blanca de Podemos” como se oye en las tertulias radiofónicas o televisivas y se puede leer en algunos artículos de prensa.

Adelante Andalucía no es Podemos, ni Izquierda Unida, aunque también lo es: es mucho más y se vincula directamente con el futuro a través del andalucismo popular. Bebe de la tradición andalucista de esta tierra que contó con diputados andalucistas en el Congreso hasta el año 2004 y con grupo parlamentario en la Cámara andaluza hasta 2008. En Andalucía, el andalucismo, de manera más o menos acertada, ha gobernado ciudades tan importantes como Sevilla, Jerez de la Frontera, San Fernando, Algeciras y un sinfín de agrociudades del interior.

La opción Adelante Andalucía trata de referenciarse en el andalucismo popular que conquistó para esta tierra las mayores cotas de autogobierno y que se armó a la identidad como elemento de autoestima y no como esencialismo discriminador. Andalucía es para este andalucismo popular quienes viven, trabajan o buscan empleo en esta tierra. Este andalucismo popular e integrador es la causa de que las banderas racistas que han aparecido en el Estrecho de Gibraltar contra los inmigrantes hayan sido rojigualdas y no verdiblancas.

La novedad de la encuesta del CIS no son los resultados del PP, que ya tuvo peores resultados en 1982 con Alianza Popular al obtener 17 escaños. Tampoco la novedad es Ciudadanos, UCD ya tuvo resultados similares en Andalucía. Lo relevante de la encuesta del CIS es que una fuerza de izquierdas y andalucista como Adelante Andalucía, por primera vez en 40 años, pueda situarse como segunda fuerza política y se abra una ventana en la próxima legislatura para conformar una alternativa real a 40 años de hegemonía del PSOE.

Una de las personas que integran esta coalición andalucista y de izquierdas es Pilar González, portavoz de Primavera Andaluza, una de las organizaciones que han firmado el acuerdo de Adelante Andalucía. González fue la última portavoz del Partido Andalucista en el Parlamento de Andalucía y es muy poco sospechosa de ser podemita irredenta o comunista rusa. Los análisis políticos en Andalucía con gafas centralistas os dejarán ciegos y sin entender nada de lo que pasa en esta tierra.

Adelante Andalucía es una alternativa desde la izquierda y no desde la derecha, que es lo que el PSOE andaluz ha tenido siempre enfrente y donde se ha movido cómodamente durante todos estos años mientras ha ido empobreciendo a las clases populares andaluzas y presumía de ser feminista a la vez que privatizaba a mujeres con salarios de 600 euros, obra y gracias de las privatizaciones que han hecho rico a las multinacionales del IBEX-35 a través de los servicios públicos andaluces.

El PSOE que ahora trata de no hundirse en cifras por debajo del 30% de los sufragios ha llegado a obtener más del 50% de los votos hace sólo una década. En aquellos tiempos, la izquierda no llegaba ni al 8%: ahora amenaza con superar, en compañía de los andalucistas, el 20% y situarse como segunda fuerza, directamente en posición de salida para construir una alternativa seria al PSOE andaluz. Lo que se está eligiendo en estas elecciones es mucho más que un presidente del Gobierno, es qué partido y qué espectro ideológico va a sustituir en los próximos años a un PSOE andaluz que está biológicamente muerto y políticamente agotado y sin proyecto para la Andalucía del siglo XXI.

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Fuente: La Voz del Sur