No existe la no politización. Como tampoco existe la no comunicación. Ni la no respiración estando vivo. Ni el no nacionalismo. Ni las no ideologías. Ni la ausencia de identidad sexual o de género. El ‘noetiquetismo’ es una patraña de las élites para ocultar el conflicto que podría arrebatarles sus privilegios.

 La no politización significa aceptar la política dominante; la no comunicación es dar por bueno lo aceptado por la élites; el no nacionalismo en España es el nacionalismo español de bandera rojigualda, la cabra de la Legión y la Guardia Civil presidiendo misas y procesiones; la no ideología es la ideología que practicaba Franco o los hombres encorbatados del IBEX-35; el no soy ni machista ni feminista, es ser machista; el no soy homosexual, bisexual, ni heterosexual, es querer aspirar a ser un hombre blanco, hetero y rico porque la vida es más fácil siendo dominante que dominado.

Cuando no hay politización, lo que hay son dictaduras o miedo. Que la gente lo politice todo es un gesto de salud democrática y, sobre todo, significa que se le está disputando la hegemonía y el sentido común a quienes llevan años intentándonos convencer de que su ideología, su nacionalismo, si orientación sexual, su género, su clase social o su raza son la medida de todas las cosas, que su único nacionalismo e ideología son las buenas y aceptadas.

Lo que debería preocuparnos como sociedad no es que haya quienes lo politicen todo, sino la existencia de ciudadanos que, 40 años después del fin de la dictadura, que aún creen que es mejor no hacer política para no tener problemas. A la derecha española no le molesta que la gente esté politizada, sino que no sea su política la que defiendan; no les molesta que la gente sea nacionalista, sino que no sea nacionalista española y ondeen la estelada en lugar de la bandera rojigualda que ellos han ondeando sin problema ninguno en infinidad de manifestaciones contra ETA o cuando les ha parecido bien tapar sus vergüenzas con nacionalismo español.

No les molesta que la gente comunique, sino que no comunique sus mensajes de lagrimeo fácil que anulan la razón, te deprimen y paralizan, lo que temen es que la gente comunique mensajes que señalan a la Familia Real por sus infames vínculos con dictaduras árabes que financian el terrrorismo yihadista; no les molesta que la gente tenga ideología, sino que ésta no sea de derechas, inhumana y sádica contra la gente sencilla. La democracia es politizarlo todo. Ten miedo de quien acuse a la gente de politizarlo todo, porque lo que pretende es el consenso y el silencio de los regímenes dictatoriales. Sin politización, las mujeres seguirían obedeciendo a sus maridos, los gays durmiendo en prisión, los negros sin poder montarse en los autobuses junto con los blancos y los trabajadores echando jornadas de 15 horas, sin derecho a vacaciones, a días libres y viviendo en chozas insalubres alrededor de los centros de trabajo. ¡Politízalo todo, absolutamente todo!

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Fuente: Paralelo 36