Aquí se necesita un muerto PDF Imprimir E-mail
Opinión / Actualidad - Política
Escrito por Gregorio Morán   
Domingo, 23 de Abril de 2017 00:00

No es serio. Tratándose de un país que huele a muerto desde hace décadas resulta que todas las estafas, puñaladas financieras, manipulaciones periodísticas, que en cualquier otro lugar llevarían no solo a la cárcel -donde es infrecuente que pasen más allá del paseíllo de los calabozos de la comisaría- no hay lugar para la morgue.

No es que desee que maten a nadie, ni siquiera al siniestro Marhuenda -que acabo de enterarme que da clases en una universidad, ¡benditos alumnos!, lo que no aprenderán de persona tan despreciable-.

Es enfermizo hasta en la mirada esquiva de sicario de la pluma. Ni a Esperanza Aguirre, de quien cabría un epitafio, “lloraste como un hombre lo que no has sido capaz de defender como mujer”. ¿Y qué decir de Rodrigo Rato, el as de las finanzas? Cada charla de formación a las nuevas generaciones costaba un pico, y va a resultar en extremo eficaz para evitar que la cara no se te caiga de la vergüenza y encima sonrías.

Un muerto, aunque sea el mayordomo, como en las novelas de Agatha Christie. Avergonzamos a Simenon. Maigret se quedaría de un pasmo. Llevan delinquiendo desde hace décadas. Y nada. Ahí quizá esté el secreto; como había dinero para todos no cabía lugar a la competencia. Las grandes mafias lo saben muy bien. No se debe matar más que en casos de extrema necesidad para la continuación de los beneficios.

Imagínense si tendremos un país blando y divertido que incluso la banca, el negocio más suculento que hubo en España desde la desamortización de Mendizábal, creó un “código de buenas prácticas”. Así cualquiera; la ley y la trampa.

Rato no era más que un bucanero de las finanzas. Marhuenda un chantajista periodístico al que paga el grupo Planeta, poseedor del supuesto diario La Razón, que confieso no haber leído en mi vida desde que la compañía Iberia dejó de regalar los periódicos en sus vuelos. ¡Llamar "La Razón" a la sinrazón de unos chantajistas tertulianos! Impunemente, hasta que se encontraron la horma de su zapato, y les delató lo de “zorra”, y de seguro cosas peores, dirigidas a Cristina Cifuentes, presidenta de la comunidad de Madrid por el PP, y la persona más odiada por esa casta y esa costra ahora tan poco citada por los que aspiraban a conquistar los cielos.

Habrá un día, y no muy lejano, que se pasarán y aparecerá el muerto, ese que estamos oliendo desde hace tantos años. A alguien se le irá la mano, si no se le ha ido ya y no tenemos ni zorra idea, porque la complicidad, esa omertá de jugadores de golf, se ampara en el silencio colaborador de los medios de comunicación.

España sobrevive gracias no solo al silencio sino a la sobreexplotación de unas clases populares que hoy considerarían un agravio que las llamaran populares. Son propietarios, o aspiran a que sus nietos les rediman de las deudas, y mientras tanto, el silencio. Recuerdo el lema “no hay pan para tanto chorizo”. Falso. ¡Vaya si hay pan, e incluso los chorizos son producto de calidad en las tiendas de alto standing!

Somos geniales en el arte del diseño reivindicativo. Al paso que vamos alcanzaremos a los argentinos, que le echaban imaginación al arte de robarles y lloraban con Maradona, como si se  tratara del Ché Guevara. Alguien creerá que estoy pidiendo sangre. Nada más lejos. Estoy pidiendo que no solo se cumpla la ley, que por cierto sirve de muy poco porque la han hecho para ellos y la administran ellos y algún voluntarioso que sabe que lo hace, no por derecho, sino por su honor de ciudadano. Estoy exigiendo que volvamos a ser libres, si es que alguna vez lo fuimos. Que yo pueda leer un periódico sin ganas de vomitar, ver un informativo de televisión sin que se me nuble la vista y ser al tiempo muy conscientes de que estas salidas minoritarias y audaces de algunos diarios virtuales, sirvan para mantener viva la llama por la que peleamos tantos años.

________
Fuente: Bez