El rebaño socialista baló al unísono cuando su pastor Rodríguez, el secretario generalísimo, anunció que no se presentará en marzo de 2012 como candidato a presidir el Gobierno del reino. Es lo natural. Este país cultiva desde hace 75 años la adhesión inquebrantable a su caudillo de turno.

   No hay ni un solo socialista digno de tal nombre en el partido. Ni uno solo ha protestado contra la participación de las tropas españolas en la cruzada antilibia organizada por la CIA y dirigida por la OTAN, al servicio de las multinacionales gringas. Todos son cómplices del genocidio que se está perpetrando para dominar los pozos petrolíferos. Ninguno se ha atrevido a advertir que desde ahora los cruzados pueden invadir cualquier país que señale el emperador gringo, con la disculpa de defender a los  nativos contra su Gobierno. ¡Atención, Irán y Cuba!

   No ha habido un Gobierno más incapaz en España desde los tiempos de Fernando VII. Es comprensible que el compañero Rodríguez eligiera a ineptos, incultos y corruptibles, para disimular su propia incompetencia. Así que designó ministros a pepiños, bibianas y tránsfugas, que no saben decir más que pajineces cuando hablan, y fracasar en todo lo que intentan.

   Seguramente el más iletrado es Pepiño Blanco. Al término del Comité Federal expresó su analfabetismo ante los micrófonos primero de Radio Nacional, cuando se refirió a las medidas que se deben "adotar" a partir de ahora, y de Radio Madrid a continuación, cuando mencionó las "convinciones" del rebaño sociata. Hasta el ordenador se rebela y no quiere escribir esos palabros pepiñescos. Y este patán zopenco es ministro de Fomento del Gobierno presuntamente socialista.

   El fatídico compañero Rodríguez anuncia que no repetirá como cabeza de la lista supuestamente socialista el año próximo, pero hasta marzo seguirá presidiendo este Gobierno incongruente, y acabará de arruinar lo poco que queda en pie del reino. La colonia española ha sido destinada por las multinacionales del Imperio gringo a servir sus intereses, así en la paz como en la guerra, de modo que postulan a marionetas sumisas de sus conveniencias.

   Al mismo tiempo han preparado el recambio adecuado para que continúe defendiendo sus intereses. Puesto que el compañero Rodríguez está amortizado, y es lógico suponer que los cinco millones de desempleados y sus familiares nunca volverán a votar a este partido que ha traicionado a los obreros, ya está dispuesto el relevo en el partido que se autoproclama Popular, igualmente servil con las órdenes imperiales, porque nunca oculta que su ideología es ultraconservadora. Al menos tiene la decencia de no mentir a los vasallos, como hace el llamado Socialista, pese a practicar una política ultraderechista.

  Si la izquierda se uniera en un solo partido obtendría los votos de esa mayoría de vasallos que quiere dejar de serlo, y sabe que con  los dos partidos alternantes en el poder nunca lo conseguirá. Ambos mantienen idénticos fines por lo que respecta a la economía, a la persecución de los otros partidos políticos independientes que les quitan votos en ciertas regiones desvinculadas del centralismo, a la anulación de los sindicatos de clase, a la intervención en guerras coloniales, a la capitulación ante la Iglesia catolicorromana, etc. Son iguales, porque practican lo mismo, aunque se refugien en denominaciones diferentes.

   Falta menos de un año para las elecciones generales. Ojalá supiéramos aprovecharlo para conseguir la independencia de España. 

Soneto al presidente Rodríguez, después de prometer

que no volverá a presentarse a las elecciones

TE vas, a buenas horas, y nos dejas

una España entrampada hasta tus cejas,

por seguir los dictados de la CIA

en vez de aventajar la economía.

Cedes la crisis bien apuntalada,

la sociedad del bienestar en nada,

cinco millones de desempleados,

los comercios y fábricas quebrados.

Por servir el festín de los banqueros

les quitaste el trabajo a los obreros,

aunque te vayan a sacar en hombros

tus siervos fieles sobre los escombros

que legas del país con tus reformas

ultraconservadoras y sin normas.

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Arturo del Villar es Presidente del Colectivo Republicano Tercer Milenio