El ex coordinador federal de Izquierda Unida Julio Anguita considera "urgente" la fundación de una fuerza política marxista porque actualmente ni el PCE ni la coalición que él lideró "están a la altura" de lo que necesita la izquierda en España.

"Cortar el nudo gordiano" es el artículo que firma Anguita en el último número de 'Mundo Obrero'. Su diagnóstico parte de la evidencia de que "la punta de lanza contra el bipartito que parecía representar Podemos (a pesar de su debilidad estructural y ambigüedad programática) no parece ahora como probable, aunque, desde luego, tendrá un gran peso institucional".

En ese escenario, apuesta "por la paciente estrategia de sumar, aunar, unir y establecer afinidades programáticas y de valores, plasmados en un discurso político de carácter profético".

"En estos momentos es de urgente fundación una fuerza política de carácter marxista que beba de la tradición revolucionaria del PCE y del espíritu fundacional de IU. Una fuerza que necesita de comunistas y militantes de la izquierda. Pienso con toda sinceridad, no ajena de dolor, que hoy por hoy ni el actual PCE ni la actual IU están a la altura de esa tarea. Necesitan refundarse en algo mucho más profundo que un cambio cosmético", alerta Anguita.

Expone además algunas características que debería tener esa formación, comenzando por una "ruptura total con el régimen de la Transición" y por un proceso de alianzas que permitan construir la triple alternativa al Gobierno, al modelo de Estado y al de sociedad.

También "confrontar con el bipartito como portador de un mismo discurso económico, político y europeo", establecer alianzas locales en función de programas, explicitar un discurso que supedite la economía a la consecución de los Derechos Humanos, dar por "inasumible" el Tratado de Maastricht y sus derivaciones y rechazar el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP), iniciar un proceso constituyente que desemboque en la III República Federal, establecer fuertes relaciones diplomáticas y económicas con los países iberoamericanos.

Finalmente, apunta, "ser conscientes de que este programa no puede aspirar a ser viable en la inmediatez de los eventos electorales" y, por tanto, establecer una estrategia de largo alcance "basada en la difusión de nuevos valores, la movilización permanente y bien preparada y la indispensable lucha ideológica sin concesiones a coyunturas, modas o campañas para las instituciones".

"Seguir mareando la perdiz, hablar de esencias en peligro por la actitud de supuestos enemigos es una manera como otra cualquiera de acabar con una tradición gloriosa so capa de defenderla", concluye Anguita.

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Fuente: La información