Julio Anguita: «Soy alienígena, un antisistema hasta la raíz» |
Opinión / Actualidad - Entrevistas |
Escrito por Julio Flor |
Martes, 19 de Diciembre de 2017 00:00 |
Rodeados de libros, en su domicilio de Córdoba, busco con Anguita razones para una esperanza fértil en estos tiempos oscuros. Desde el primer momento dirá que es una tarea imposible. Pero Anguita nunca se ha limitado a describir lo que hay, ni a llenar las cuartillas de lágrimas. Él siempre viene con propuestas. Así que la tarea no es baladí. Hace tiempo que no concede entrevistas. Son muchas las veces que ha dicho que no a otros colegas desde mayo de 2016. Por eso quiere hacer constar que nuestra conversación es fruto de nuestra amistad y de los años de trabajo conjunto que fructificaron en nuestro libro ‘Contra la ceguera’ (2013), escrito a cuatro manos.
Parece que se avecinan tiempos duros, y no sólo para la lírica. Ahí está «el dominio ideológico de la derecha», el miedo de muchos al vacío de los Media, el voto electoral a los ladrones, la carencia de justicia, el miedo atávico a pensar, el consumismo galopante… Y claro –dice él-, si los seres humanos no luchan, esto se acabó. Esta es una entrevista a borbotones, sincera, con grabadora de por medio, pero realizada entre dos personas que se conocen bien. El entrevistado se entrega. Hay sinceridad y un faro en sus palabras. Ya lo dijo el poeta, por esa grieta entra la luz. Anguita no tendrá razones para la esperanza, pero, por si acaso, él continúa luchando, a su manera sigue entregando su día a día contra la ceguera. Lo dice todo muy claro. Y lo que no dice, puede leerse entre líneas, quedando patente que «esta entrevista es un acto de rebeldía». Quiero hablar contigo de razones para la esperanza en estos tiempos de desesperanza. Y tú ya me has dicho «en menudo momento me pillas». Lo que pasa es que ya ahí se apuntaban cosas: la euforia que no se organiza simplemente es una esperanza sin sentido. Hemos visto después cómo no hay un discurso fuerte de la izquierda frente al discurso fuerte de la derecha. Y ese discurso de la izquierda existe, pero creo que a mucha gente que está en política le da miedo asumir esa posición. Hay miedo al vacío de los Medios. Hay miedo a afrontar en solitario la travesía en el desierto cuando yo aseguro que hay discurso, pero es un discurso radical de contestación al Sistema, sin refugiarse en prácticas maximalistas, sino refugiándose en principios que contestan al Sistema y prácticas ligadas a resolver problemas de inmediato. Soy maximalista en negar el Sistema radicalmente, absolutamente. ¿Qué más ves en estos momentos? Esta es la situación anímica en la que me encuentro. Conociéndome sé que saldré de ella, pero cada vez se tarda más en salir de esta situación. La última vez que estuvimos juntos en Córdoba (Mayo de 2016, antes de las Elecciones Generales), la alianza electoral entre IU y Podemos (Unidos Podemos) era para ti «el sueño que llevabas esperando mucho tiempo». Lo cierto es que las distintas organizaciones no han sido capaces de decir a su militancia de base que comiencen a trabajar codo con codo. «No tengo ninguna razón para la esperanza», han sido tus primeras palabras. ¿Significa que la esperanza está muerta? Además, veo que el estado de opinión que se ha generado con tanta bandera constitucional ha recogido lo peor del patriotismo. El patriotismo es pensar qué va a ser de nuestros jóvenes. Lo peor del patriotismo es agitar la bandera con gritos irracionales. Eso no es patriotismo. Eso es simplemente irracionalidad pura y dura. Porque si fuesen patriotas estarían exigiendo justicia y no volverían a votar a los ladrones de siempre. Fue Federico García Lorca quien dijo: «el más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta» ¿En qué medida lo que ha ocurrido en Cataluña, su movilización cívica, es una razón para la esperanza? En el resto sólo encuentro miseria. Miseria en el apoyo del PSOE al 155. Miseria de discursos trapaceros hablando de patriotismo por parte de poderes públicos que no cumplen la Constitución, a la que violentan sistemáticamente. Miseria de tribunales que dan golpes de estado, como dice el catedrático de Derecho Constitucional, Pérez Royo, cuando un Estatuto que está aprobado por la población y aprobado por el Congreso lo echan para atrás. Es una situación extraña, de Estado de Excepción, pero un Estado de Excepción llevado a cabo por un Estado donde lo ilegal, donde lo inmoral, se vuelve normal. ¿Qué debería ocurrir en Cataluña a partir del 21D para que haya razones para la esperanza? ¿Euskadi significa esperanza en algún sentido? En segundo lugar, Euskadi ha sabido pasar un trance difícil con la violencia de ETA, una violencia que le venía muy bien a determinados poderes públicos que contra ETA vivían muchísimo mejor. Veo en Euskadi un sentido común, un seny que no han tenido los catalanes. Euskadi es la lucha y la cultura política al servicio de una época en la que se avecinan tiempos muy duros. Se van a perder derechos sociales, se van a perder libertades, ya se están perdiendo, se está imponiendo un pensamiento parafascista, las bandas fascistas campan a sus anchas, vuelve el discurso franquista, vuelve un discurso de medianía cultural y político, el discurso cutre y casposo por excelencia. En tu querida Andalucía ¿dónde anida la esperanza? Tengo muy pocas esperanzas. No veo que la gente responda ante tanta injusticia. La cultura que se está imponiendo es la cultura del justificar lo que hay, sin darle más importancia, «lo que importa es divertirse»; es decir, una cultura de escapismo. Esta Andalucía comparada con la del 28 de febrero de 1980 no se parece absolutamente en nada. ¿Encuentras esperanza en el PCE, que dentro de 4 años cumplirá cien años de existencia? Los que nos seguimos sintiendo comunistas en la matriz marxista debemos organizarnos en una fuerza política de tipo comunista que renuncie a participar en los duelos electorales. Sus miembros, que lleguen a ser cargos públicos en las fuerzas que estén integrados, bien; pero el Partido Comunista debe ser un pensamiento y un permanente ejercicio de agitación intelectual, de participación en las instancias sociales generando alternativas, fuerza, generando rebelión consciente, rebelión con causa. Ese es el partido en el que yo creo hoy en día. El centenario de su existencia sería el momento solemne, porque creo que mucha gente volvería a ese Partido donde se debatía, se trabajaba en asociaciones de vecinos, en la universidad, en instituciones culturales, en la judicatura. Gente que debatía y aportaba desde una visión alternativa negadora del Sistema. En el fondo es continuar, pero de otra manera muy distinta. Buscamos razones para la esperanza. Si miramos al mundo, a los usurpadores que deciden el destino de la Humanidad… ¿Cuál es el diagnóstico? Es decir, el crecimiento sostenido debe ser negado. El PIB como medidor universal debe ser sustituido por otros índices de Desarrollo Humano, que ya lo tienen las Naciones Unidas. El concepto de Comercio debe enfrentarse al de Soberanía Alimentaria y a una especie de subsidiaridad económica: lo que yo pueda producir no se produce en otra instancia. Esto significa que el Comercio debe ser entendido no a través de los Monopolios o los Oligopolios… Es decir, es una respuesta alternativa al Sistema. Se trata de una economía planificada que todos vivan de otra manera distinta. Pero eso es la negación de los alumbrados en las Navidades, del Consumo por el consumo, una negación de los modos de vida instalados en una alineación del ser humano. No somos más felices, al contrario, vivimos arrastrados por el consumo. Esa es la crisis de civilización que nos lleva a la ruina, donde el nivel de los mares va a subir... Y no hay valor, salvo grupos ecologistas… no hay valor en sus políticos para decir «esto es pueblo lo que tenemos ante nosotros» Y no será porque no existe la solemne declaración de los Derechos Humanos, o la Carta a la Tierra, o… Al Gobierno español hay que situarlo fuera de la ley porque es él quien no cumple la carta de Derechos Humanos, ni tan siquiera la Constitución española, ni las Cartas Sociales europeas, ni los Pactos de 1966… Son unos fuera de la ley. Pero muchos de nosotros creen que ellos representan la ley. No, ellos representan lo contrario. Tienen legitimidad de origen, pero no legitimidad de ejercicio. En un poema, León Felipe se plantea qué pasaría si esta vida nuestra tuviera mil años de existencia. Encontraríamos «los mismos hombres, las mismas guerras, los mismos tiranos, las mismas cadenas, los mismos farsantes… y los mismos poetas» Ese papel lo jugaste tú. Hace años me dijiste que tú elaboras propuestas, porque limitarse a describir la realidad sería ponerse a llorar La poesía existe en política, porque la política es creación poética. Gobernar diariamente es una transacción entre la utopía y la realidad del momento. Es tensión, dolor de cabeza; pero hay un motor, que mientras veas que sea posible, te permite que consumas vida… El problema es cuando no ves ni siquiera posibilidad. Es lo que hoy me pasa, que no veo posibilidad. Puede que me equivoque, pero quiero ser sincero en estas alturas de mi edad. Y más en una entrevista contigo, tocayo. No lo veo. Otros dirán «hombre, estamos nosotros», «sí, estáis; pero qué decís, pero qué hacéis. ¿Por qué no decís las grandes verdades?» ¿Qué más verdades? En su ‘Oda a la esperanza’, Pablo Neruda escribe: «mientras tanto / nosotros / los hombres / junto al agua, / luchando / y esperando…» Cataluña, Euskadi, Andalucía, el PCE, el mundo… ¿Y en ti? ¿Cuánta esperanza anida dentro de ti? ¿En qué medida eres tu propio motor? Hablo de los rebeldes con causa, que significa organización. La rebeldía se organiza. Romper el discurso tramposo que nos imponen. Desmenuzarlo, desnudarlo, romperlo, arrasarlo de nuestra mente. Yo combato, aunque ya he perdido la esperanza de que haya más combatientes. No porque me imiten a mí, sino porque combatan desde otros lugares, y otras ópticas. Ahora hay una inmensa grey que come el pan que les dejan sus distintos jefes de filas. Cuántos políticos hay comiendo del pan de las grandes empresas, que son las que mandan. Si en el año 1979 alguien se hubiese presentado ante ti y te dijera que 38 años después ibas a encontrarte sin esperanza alguna… ¿Qué pasará en Euskadi, cómo le irá a Andalucía, qué aires soplarán en Cataluña? Y mientras tanto tú como en el poema de Neruda, luchando, escribiendo, hablando… esperando. Tú ya tienes una trayectoria, Julio. Queda claro que eres un antisistema Es siempre una alegría conversar contigo, querido tocayo. Cuando ante una crítica alguien te pega, eso ya demuestra que son inferiores. _______________________ Fuente: Gara |